A 65 años del reconocimiento pleno de los derechos políticos de las Mujeres mexicanas.
Como una bocanada de aire fresco fue para el Partido Acción Nacional (PAN) el triunfo de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo en Guanajuato el 1 de julio pasado, al que días más tarde se sumaría el de Mauricio Vila Dolsa en Yucatán. En medio de la marea morenista que arrasó en la mayoría de las elecciones concurrentes de aquel domingo, el blanquiazul resistía el embate en Guanajuato y avanzaba en la península yucateca.
En el caso del exdiputado federal Diego Sinhue, asume las riendas de un Estado que se había caracterizado hasta hace unos meses por su tranquilidad y crecimiento económico, sin embargo, recientemente se ha visto azotado por una oleada delincuencial que ha amenazado el estilo de vida de la población y encendido las alertas naranjas en los gobiernos municipales y en el local.
Por ello, la ciudadanía votó mayoritariamente por Diego Sinhue, a quien conocieron como secretario de Estado y representante popular, y conocedora de su capacidad y experiencia confía que será quien implemente las políticas públicas necesarias para restablecer la paz y el orden en el Estado.
No obstante, desde la capital del país han surgido voces que a sólo dos semanas de haber iniciado su gestión ya critican y le exigen resultados al gobernador Sinhue, buscando con ello desconocer la complejidad que representa el tema de seguridad y del cual no se escapa ninguna entidad federativa, con la excepción de Campeche al mando de Alejandro Moreno Cárdenas y del propio Yucatán que todavía gobierna Rolando Zapata.
Resulta evidente que el deterioro y descomposición social no sólo está teniendo lugar en Guanajuato, sino en la mayoría de territorio nacional, en donde se viven hechos terribles de violencia, criminalidad e impunidad. Y ante esta realidad no caben cálculos electorales, sino conjunción de esfuerzos y responsabilidad.
La situación que vive Guanajuato obedece en gran medida a la presencia de instalaciones estratégicas de Petróleos Mexicanos (Pemex) en su territorio, como lo son refinerías y ductos de gasolina, lo cual ha atraído la atención de delincuentes que se apropian del combustible y su venta ilegal la vuelven fuente de su negocio.
Se trata de un negocio multimillonario en el que a decir del propio gobernador Sinhue, se encuentra inmiscuido personal del propio Pemex, lo cual explica la exactitud de la operación de estos saqueadores y la ordeña de ductos. Ante ello, ¿qué está haciendo Pemex para detectar a esas manzanas podridas y frenar el desfalco a la Nación?
La Federación debe asumir la responsabilidad que le corresponde en la inseguridad que no sólo se vive en Guanajuato, sino también en Puebla y Veracruz por el robo de combustible y detener a los responsables, mientras que la labor del nuevo gobierno guanajuatense debe centrarse en poner en práctica lo planteado por Diego Sinhue, en el sentido de fortalecer a las policías municipales y local, combatiendo la delincuencia e impunidad que aterroriza a la población.
Tarea que enfrentan también todas las otras entidades.
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@jlcamachov
