/ lunes 11 de diciembre de 2017

Por México al Frente

Para quienes hemos pasado por la compleja decisión de cambiar de opción política, o incluso quienes votando por algún partido, han impulsado otras opciones en aras de un cambio, sabemos que la apuesta es grande. La ya oficial alianza “Por México al Frente”, es un reto que se ha decidido abrazar no sólo como una manera de aspirar a un cambio en la presidencia, sino como un proyecto en el que las coincidencias –entre ellas sacar al PRI del poder-, nos ha devuelto la esperanza, y nos marca un camino para ponerle un alto a esta crisis que vivimos en todos los sentidos.

No solo es la contundente desaprobación que el pasado octubre ha ratificado el Latinobarómetro 2017, en la que nueve de cada 10 mexicanos y mexicanas condena el gobierno del “Nuevo PRI”, o que se considere que este gobierno no trabaja para el bien de todo el pueblo, sino solo para beneficio de algunos grupos poderosos; sino el hecho de que la inflación, el empleo precario, la inseguridad, la violencia de género, pobreza, e incluso la política exterior se encuentren en una de las peores etapas de nuestra historia.

Los datos son contundentes, el desempleo es constante entre más de 2.9 y 3.3 millones de personas, la economía informal ha aumentado en un millón de personas, y los empleos con sueldos precarios son una realidad para millones de ciudadanos.

Figuramos entre los cinco países con más pobreza en Latinoamérica, con casi el 47% de habitantes sometidos a esa condición, e incluso CEPAL ha reiterado esta afirmación. De los 2446 municipios del país, 1840 permanecen en pobreza según las estimaciones más recientes de CONEVAL.

En inseguridad, los gobiernos  priistas solo han acrecentado la crisis. Hoy, 1 de cada 3 personas ha sido víctima de un crimen, casi 20 mil personas permanecen como “desaparecidas”, y la terrible impunidad es pan de cada día pues 1 de cada 10 delitos termina siendo castigado.

El PRI ha demostrado pericia en agravar la calidad de vida de las personas, basta echar un vistazo al Estado de México, entidad gobernada permanentemente por el tricolor. Desde 1999, con Arturo Montiel, hasta el cierre de la administración de Eruviel Ávila en 2017, la pobreza alimentaria y patrimonial han creció en más del 17%, la impunidad en más del 150%, y la violencia de género es hoy uno de los principales problemas de la entidad, pues cada día decenas de mujeres desaparecen sin que nada suceda.

La apuesta que se ha hecho con esta coalición es muy grande, no solo suma números, sino que busca un cogobierno democrático, uno en el que quepa la sociedad civil, expertos y sobre todo los mejores perfiles. Detrás de este gran proyecto, debo mencionar, la participación de Dante Delgado, Coordinador Nacional de Movimiento Ciudadano, ha jugado un papel significativo, a través de él se han podido articular consensos fundamentales, y abrir espacios.

Hoy la coalición debe recuperar el sentir de las estructuras de los tres partidos en todo el país, y para ello, es urgente que nuestra agenda sea contundente para frenar la impunidad, la inseguridad, y que sea el vehículo para que la gente encuentre oportunidades para tener una  vida digna. 

Las alianzas más extrañas, complejas, y exitosas se han dado en la historia justo para solucionar situaciones insostenibles. Este capítulo que se abre en la vida pública demanda que el compromiso con la gente llegue al más alto nivel, y que el Frente sea no solo una opción viable en las urnas, sino una alternativa real de cambio, para un México que en los últimos 5 años se ha ido al despeñadero.

Diputada por Movimiento Ciudadano.

Para quienes hemos pasado por la compleja decisión de cambiar de opción política, o incluso quienes votando por algún partido, han impulsado otras opciones en aras de un cambio, sabemos que la apuesta es grande. La ya oficial alianza “Por México al Frente”, es un reto que se ha decidido abrazar no sólo como una manera de aspirar a un cambio en la presidencia, sino como un proyecto en el que las coincidencias –entre ellas sacar al PRI del poder-, nos ha devuelto la esperanza, y nos marca un camino para ponerle un alto a esta crisis que vivimos en todos los sentidos.

No solo es la contundente desaprobación que el pasado octubre ha ratificado el Latinobarómetro 2017, en la que nueve de cada 10 mexicanos y mexicanas condena el gobierno del “Nuevo PRI”, o que se considere que este gobierno no trabaja para el bien de todo el pueblo, sino solo para beneficio de algunos grupos poderosos; sino el hecho de que la inflación, el empleo precario, la inseguridad, la violencia de género, pobreza, e incluso la política exterior se encuentren en una de las peores etapas de nuestra historia.

Los datos son contundentes, el desempleo es constante entre más de 2.9 y 3.3 millones de personas, la economía informal ha aumentado en un millón de personas, y los empleos con sueldos precarios son una realidad para millones de ciudadanos.

Figuramos entre los cinco países con más pobreza en Latinoamérica, con casi el 47% de habitantes sometidos a esa condición, e incluso CEPAL ha reiterado esta afirmación. De los 2446 municipios del país, 1840 permanecen en pobreza según las estimaciones más recientes de CONEVAL.

En inseguridad, los gobiernos  priistas solo han acrecentado la crisis. Hoy, 1 de cada 3 personas ha sido víctima de un crimen, casi 20 mil personas permanecen como “desaparecidas”, y la terrible impunidad es pan de cada día pues 1 de cada 10 delitos termina siendo castigado.

El PRI ha demostrado pericia en agravar la calidad de vida de las personas, basta echar un vistazo al Estado de México, entidad gobernada permanentemente por el tricolor. Desde 1999, con Arturo Montiel, hasta el cierre de la administración de Eruviel Ávila en 2017, la pobreza alimentaria y patrimonial han creció en más del 17%, la impunidad en más del 150%, y la violencia de género es hoy uno de los principales problemas de la entidad, pues cada día decenas de mujeres desaparecen sin que nada suceda.

La apuesta que se ha hecho con esta coalición es muy grande, no solo suma números, sino que busca un cogobierno democrático, uno en el que quepa la sociedad civil, expertos y sobre todo los mejores perfiles. Detrás de este gran proyecto, debo mencionar, la participación de Dante Delgado, Coordinador Nacional de Movimiento Ciudadano, ha jugado un papel significativo, a través de él se han podido articular consensos fundamentales, y abrir espacios.

Hoy la coalición debe recuperar el sentir de las estructuras de los tres partidos en todo el país, y para ello, es urgente que nuestra agenda sea contundente para frenar la impunidad, la inseguridad, y que sea el vehículo para que la gente encuentre oportunidades para tener una  vida digna. 

Las alianzas más extrañas, complejas, y exitosas se han dado en la historia justo para solucionar situaciones insostenibles. Este capítulo que se abre en la vida pública demanda que el compromiso con la gente llegue al más alto nivel, y que el Frente sea no solo una opción viable en las urnas, sino una alternativa real de cambio, para un México que en los últimos 5 años se ha ido al despeñadero.

Diputada por Movimiento Ciudadano.