/ viernes 24 de febrero de 2023

¿Por qué son importantes las aspiraciones? 

Por Luisa Castillo Gavito


La mayoría de nosotrxs tenemos aspiraciones, por ejemplo, a mí me gustaría convertirme en directora de la empresa en la que trabajo, estudiar una maestría, tener una familia propia, viajar por el mundo y tener buena salud. Estas son el motor de nuestras vidas porque son la visión de lo que queremos lograr en distintas áreas (ámbito laboral, personal, etc.). Tener aspiraciones implica definir acciones, desarrollar sistemas y estrategias, invertir tiempo, tomar decisiones y esforzarse para alcanzarlas. Pero ¿sabías que las aspiraciones también son un factor económico? Es decir, no solo depende de nosotros, sino del sistema en donde vivimos.

Ray (2006) habla de cómo las aspiraciones influyen en el compartimiento individual y en el conjunto para el desarrollo de un país. Por tanto, menciona que son sociales, por lo que éstas pueden servir como motivación productiva cuando son más altas que la situación del individuo, pero no demasiado superiores ya que puede generar efectos negativos (como frustración, acrecentamiento de tensiones sociales o en caso extremo, terrorismo o crímenes). Existen tres tipos de frustraciones: individual por aspiraciones engañadas suscitadas por programas sociales, individual manifestada por la no linealidad entre aspiraciones y resultados, y colectiva, que estimula las aspiraciones a lo largo de otras dimensiones (Fruttero, et. al. 2022, 15-17).

A nivel de país, las aspiraciones individuales aumentarían con el desarrollo económico cuando la desigualdad es modesta y la movilidad social es alta. Ray como Appadurai (2004) sugirieron que la pobreza se relaciona con baja aspiraciones y falta de oportunidades para alcanzarlas.

Según Fruttero (2022), las aspiraciones tienen sus raíces en factores sociales y circunstancias individuales. Los factores sociales son elementos como la cultura, modelos a seguir, pares, profesores, padres, conmociones, logros, identidad y creencias sobre uno mismo. Me gustaría concientizar a que todxs somos ejemplo a seguir de otrxs, y esto conlleva una gran responsabilidad. Por otro lado, las circunstancias individuales son recursos familiares, crisis y oportunidades. La mezcla de dichos factores tiende a obstaculizar a los desfavorecidos como los pobres, inmigrantes y mujeres; esto puede contribuir a círculos vicios de pobreza, alta desigualdad, baja movilidad social y bajo crecimiento económico.

Por lo que, existe evidencia empírica alineada con la teoría. Ambas mencionan que las altas aspiraciones pueden llevar a las personas a lograr mejores resultados educativos, laborales, desarrollo humano y otros, y que a su vez pueden contribuir a que los países sean más igualitarios y prósperos.


Por Luisa Castillo Gavito


La mayoría de nosotrxs tenemos aspiraciones, por ejemplo, a mí me gustaría convertirme en directora de la empresa en la que trabajo, estudiar una maestría, tener una familia propia, viajar por el mundo y tener buena salud. Estas son el motor de nuestras vidas porque son la visión de lo que queremos lograr en distintas áreas (ámbito laboral, personal, etc.). Tener aspiraciones implica definir acciones, desarrollar sistemas y estrategias, invertir tiempo, tomar decisiones y esforzarse para alcanzarlas. Pero ¿sabías que las aspiraciones también son un factor económico? Es decir, no solo depende de nosotros, sino del sistema en donde vivimos.

Ray (2006) habla de cómo las aspiraciones influyen en el compartimiento individual y en el conjunto para el desarrollo de un país. Por tanto, menciona que son sociales, por lo que éstas pueden servir como motivación productiva cuando son más altas que la situación del individuo, pero no demasiado superiores ya que puede generar efectos negativos (como frustración, acrecentamiento de tensiones sociales o en caso extremo, terrorismo o crímenes). Existen tres tipos de frustraciones: individual por aspiraciones engañadas suscitadas por programas sociales, individual manifestada por la no linealidad entre aspiraciones y resultados, y colectiva, que estimula las aspiraciones a lo largo de otras dimensiones (Fruttero, et. al. 2022, 15-17).

A nivel de país, las aspiraciones individuales aumentarían con el desarrollo económico cuando la desigualdad es modesta y la movilidad social es alta. Ray como Appadurai (2004) sugirieron que la pobreza se relaciona con baja aspiraciones y falta de oportunidades para alcanzarlas.

Según Fruttero (2022), las aspiraciones tienen sus raíces en factores sociales y circunstancias individuales. Los factores sociales son elementos como la cultura, modelos a seguir, pares, profesores, padres, conmociones, logros, identidad y creencias sobre uno mismo. Me gustaría concientizar a que todxs somos ejemplo a seguir de otrxs, y esto conlleva una gran responsabilidad. Por otro lado, las circunstancias individuales son recursos familiares, crisis y oportunidades. La mezcla de dichos factores tiende a obstaculizar a los desfavorecidos como los pobres, inmigrantes y mujeres; esto puede contribuir a círculos vicios de pobreza, alta desigualdad, baja movilidad social y bajo crecimiento económico.

Por lo que, existe evidencia empírica alineada con la teoría. Ambas mencionan que las altas aspiraciones pueden llevar a las personas a lograr mejores resultados educativos, laborales, desarrollo humano y otros, y que a su vez pueden contribuir a que los países sean más igualitarios y prósperos.