/ domingo 5 de julio de 2020

Primer Aniversario de la Guardia Nacional

El pasado 30 de junio, en el Campo Marte, y siguiendo las indicaciones para evitar contagios entre el personal integrante de esta nueva institución, se realizó el evento conmemorativo, para también entregar reconocimientos y hacer un muy emotivo homenaje a quienes cayeron en cumplimiento de su deber, así como de guardias nacionales, que fallecieron a consecuencia de la epidemia. El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, montó una guardia de honor en un muro con el nombre de los caídos en servicio.

Las intervenciones corrieron a cargo, del Comandante de la Guardia Nacional, General Luis Rodríguez Bucio, del Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Dr. Alfonso Durazo Montaño y del General Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González. También asistieron, el Almirante Secretario José Rafael Ojeda Durán y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum Pardo.

El contexto del evento, en cuanto a Seguridad Pública, fue y es, por lo menos, preocupante. Por supuesto, que en el caso de la capital del país, el atentado (sofisticado) en contra del Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, así como la serie de auténticas masacres, incluyendo la del miércoles 1 de julio, en Irapuato, Guanajuato o asesinatos como el de la Rectora de la Universidad Valladolid en Veracruz, son indicadores de la persistente actividad criminal que día con día, traspasa lo que de manera metafórica se llaman “líneas rojas”.

En sus discursos, tanto el General Secretario como el Comandante de la Guardia Nacional, fueron enfáticos en dos puntos. El primero, el decidido compromiso con la sociedad y con las instituciones, para contribuir a retomar el ambiente de seguridad y tranquilidad en todo el país. El segundo, fue hacer un notable recuento de los esfuerzos institucionales para consolidar la Guardia Nacional y cumplir así con las más de cincuenta tareas que se le asignan en la Ley de la Guardia Nacional. Des6tacando por supuesto, lo que corresponde a la confrontación y sometimiento de las distintas expresiones de las actividades de la delincuencia organizada y común.

Por lo que hace al ambiente político y jurídico, el primer aniversario de la nueva institución de Seguridad Pública, fue precedido por al menos dos mediáticas controversias constitucionales, interpuestas por la Diputada Laura Rojas (Partido Acción Nacional) presidenta de la Mesa Directiva en San Lázaro y por el Gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, respecto de lo que ellos consideran como la ambigüedad del Acuerdo presidencial publicado el 11 de mayo pasado, a propósito de la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de Seguridad Pública. Ya resolverá la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando las condiciones de la epidemia así lo permitan.

La Guardia Nacional, requiere de más apoyo institucional. De la convergencia social y política, sin preferencias partidistas ni coyunturales.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso


El pasado 30 de junio, en el Campo Marte, y siguiendo las indicaciones para evitar contagios entre el personal integrante de esta nueva institución, se realizó el evento conmemorativo, para también entregar reconocimientos y hacer un muy emotivo homenaje a quienes cayeron en cumplimiento de su deber, así como de guardias nacionales, que fallecieron a consecuencia de la epidemia. El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, montó una guardia de honor en un muro con el nombre de los caídos en servicio.

Las intervenciones corrieron a cargo, del Comandante de la Guardia Nacional, General Luis Rodríguez Bucio, del Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Dr. Alfonso Durazo Montaño y del General Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González. También asistieron, el Almirante Secretario José Rafael Ojeda Durán y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum Pardo.

El contexto del evento, en cuanto a Seguridad Pública, fue y es, por lo menos, preocupante. Por supuesto, que en el caso de la capital del país, el atentado (sofisticado) en contra del Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, así como la serie de auténticas masacres, incluyendo la del miércoles 1 de julio, en Irapuato, Guanajuato o asesinatos como el de la Rectora de la Universidad Valladolid en Veracruz, son indicadores de la persistente actividad criminal que día con día, traspasa lo que de manera metafórica se llaman “líneas rojas”.

En sus discursos, tanto el General Secretario como el Comandante de la Guardia Nacional, fueron enfáticos en dos puntos. El primero, el decidido compromiso con la sociedad y con las instituciones, para contribuir a retomar el ambiente de seguridad y tranquilidad en todo el país. El segundo, fue hacer un notable recuento de los esfuerzos institucionales para consolidar la Guardia Nacional y cumplir así con las más de cincuenta tareas que se le asignan en la Ley de la Guardia Nacional. Des6tacando por supuesto, lo que corresponde a la confrontación y sometimiento de las distintas expresiones de las actividades de la delincuencia organizada y común.

Por lo que hace al ambiente político y jurídico, el primer aniversario de la nueva institución de Seguridad Pública, fue precedido por al menos dos mediáticas controversias constitucionales, interpuestas por la Diputada Laura Rojas (Partido Acción Nacional) presidenta de la Mesa Directiva en San Lázaro y por el Gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, respecto de lo que ellos consideran como la ambigüedad del Acuerdo presidencial publicado el 11 de mayo pasado, a propósito de la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de Seguridad Pública. Ya resolverá la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando las condiciones de la epidemia así lo permitan.

La Guardia Nacional, requiere de más apoyo institucional. De la convergencia social y política, sin preferencias partidistas ni coyunturales.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso