/ domingo 22 de abril de 2018

“Primero fusilo…después viriguo”

Es la frase de la cultura a la mexicana que pinta la verdadera intención con que actuó la alianza de EE. UU., Reino Unido y Francia, en contra del gobierno de Siria, reaccionando a un supuesto ataque,con armas químicasinternacionalmente prohibidas, de ésta a su población civil localizada en la ciudad de Duma. Hecho que literalmente tiene al mundo entero con los “pelos de punta”, atendiendo a los actores que intervienen en el conflicto bélico.

Aparte de los mencionados, están involucrados ni más ni menos que Rusia, China,Israel, Turquía, Irán, Irak y los demás países árabes, solo por citar a los principales, eso sí, cada uno por distintos motivos que muy probablemente nada tengan que ver con el incidente de las armas químicas, aunque éste, con el ataque de la alianza, sin duda afecta para bien o para mal sus intereses particulares.

Como ya es del conocimiento público, lo que los integrantes de la “liga de la justicia” llamaron “operación quirúrgica”, consistió en bombardear con armamento de última generación, las posiciones donde aparentemente el gobierno sirio produce o almacena las “letales armas químicas”.

Sobre ello, en un intercambio de acusaciones idéntico al de las señoras de vecindad del siglo pasado en la Ciudad de México, en el lavadero común, en la ONU cuestionan la autenticidad del uso de armas químicas por el gobierno sirio y por tanto la legitimidad que justifica la agresión de los “grandotes” de la comunidad internacional.

Por su parte Rusia afirma que, como en el pasado, se trata de un montaje tomado de pretexto para intervenir de manera definitiva en el conflicto que tenía dominado el gobierno de Siria sobre los grupos rebeldes apoyados por las potencias de occidente, que codician su riqueza petrolera. No hay que olvidar que, en esa parte del mundo,se calcula que está casi un tercio del petróleo y el gas existentes.

En cambio, como nos tiene acostumbrados, “conmovido y humanitario hasta las lágrimas”, Donald asegura; también, como en la cultura a la mexicana; contar con “los pelos de la burra en la mano”, es decir con las pruebas del uso de las armas químicas, con lo que justificó, cual ¡sheriff universal!, haber firmado la orden de ataque mucho más rápido que su declaración de impuestos.

¡Eso sí, ambas partes se declaran triunfadoras!, los atacantes afirman que la misión fue exitosa pues todos los misiles atinaron perfectamente a sus objetivos y los agredidos, a través de un vocero militar ruso, afirman que con sus defensas antiaéreas lograron anular el 70 %. ¿A quién creerle?

Desde luego que lo importante para nosotros, los gobernados del mundo, es saber si es cierto o no, el uso de armas químicas en contra los civiles indefensos, lo que por ahora no podremos comprobar. Máxime que, en el pasado, los mismos actores nos han engañado con idéntica historia; nada más hay que recordar la invasión contra el gobierno deSaddam Husein en Irak y contra la propia Siria en el pasado reciente.

De Rusia y China, podríamos hacer otro recuento de sus “razones” para intervenir militarmente en diversos países, vulnerando su soberanía, pero lo creo innecesario.

Tampoco hay discusión sobre el interés en el petróleo que tienen los agresores, los aliados y apoyadores de Siria, y por su ubicación geográfica, inmejorable para comercializarlo, de donde concluya que el petróleo es su verdadero fin y el pretexto, es cualquiera, ya que en este caso:


“El fin…justifica los medios”



napoleonef@hotmail.com.

Es la frase de la cultura a la mexicana que pinta la verdadera intención con que actuó la alianza de EE. UU., Reino Unido y Francia, en contra del gobierno de Siria, reaccionando a un supuesto ataque,con armas químicasinternacionalmente prohibidas, de ésta a su población civil localizada en la ciudad de Duma. Hecho que literalmente tiene al mundo entero con los “pelos de punta”, atendiendo a los actores que intervienen en el conflicto bélico.

Aparte de los mencionados, están involucrados ni más ni menos que Rusia, China,Israel, Turquía, Irán, Irak y los demás países árabes, solo por citar a los principales, eso sí, cada uno por distintos motivos que muy probablemente nada tengan que ver con el incidente de las armas químicas, aunque éste, con el ataque de la alianza, sin duda afecta para bien o para mal sus intereses particulares.

Como ya es del conocimiento público, lo que los integrantes de la “liga de la justicia” llamaron “operación quirúrgica”, consistió en bombardear con armamento de última generación, las posiciones donde aparentemente el gobierno sirio produce o almacena las “letales armas químicas”.

Sobre ello, en un intercambio de acusaciones idéntico al de las señoras de vecindad del siglo pasado en la Ciudad de México, en el lavadero común, en la ONU cuestionan la autenticidad del uso de armas químicas por el gobierno sirio y por tanto la legitimidad que justifica la agresión de los “grandotes” de la comunidad internacional.

Por su parte Rusia afirma que, como en el pasado, se trata de un montaje tomado de pretexto para intervenir de manera definitiva en el conflicto que tenía dominado el gobierno de Siria sobre los grupos rebeldes apoyados por las potencias de occidente, que codician su riqueza petrolera. No hay que olvidar que, en esa parte del mundo,se calcula que está casi un tercio del petróleo y el gas existentes.

En cambio, como nos tiene acostumbrados, “conmovido y humanitario hasta las lágrimas”, Donald asegura; también, como en la cultura a la mexicana; contar con “los pelos de la burra en la mano”, es decir con las pruebas del uso de las armas químicas, con lo que justificó, cual ¡sheriff universal!, haber firmado la orden de ataque mucho más rápido que su declaración de impuestos.

¡Eso sí, ambas partes se declaran triunfadoras!, los atacantes afirman que la misión fue exitosa pues todos los misiles atinaron perfectamente a sus objetivos y los agredidos, a través de un vocero militar ruso, afirman que con sus defensas antiaéreas lograron anular el 70 %. ¿A quién creerle?

Desde luego que lo importante para nosotros, los gobernados del mundo, es saber si es cierto o no, el uso de armas químicas en contra los civiles indefensos, lo que por ahora no podremos comprobar. Máxime que, en el pasado, los mismos actores nos han engañado con idéntica historia; nada más hay que recordar la invasión contra el gobierno deSaddam Husein en Irak y contra la propia Siria en el pasado reciente.

De Rusia y China, podríamos hacer otro recuento de sus “razones” para intervenir militarmente en diversos países, vulnerando su soberanía, pero lo creo innecesario.

Tampoco hay discusión sobre el interés en el petróleo que tienen los agresores, los aliados y apoyadores de Siria, y por su ubicación geográfica, inmejorable para comercializarlo, de donde concluya que el petróleo es su verdadero fin y el pretexto, es cualquiera, ya que en este caso:


“El fin…justifica los medios”



napoleonef@hotmail.com.

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