/ viernes 14 de agosto de 2020

Proteger a los menores y adolescentes del Covid-19

La Pandemia de Covid-19 ha dado lugar a un cúmulo de análisis y estadísticas en torno a sus consecuencias en casi todos los ámbitos de la vida nacional. En este sentido, las acciones para el reinicio de la vida laboral en empresas y el sector público, la reactivación económica, la reapertura de las actividades recreativas, culturales, artísticas, deportivas o casi de cualquier otra índole, tienen que definirse en un contexto de “convivencia” con el coronavirus. Incluso, el regreso a clases mismo, tendrá lugar en la modalidad de educación a distancia, por ahora no puede ser de otra manera.


En anteriores ocasiones, en este espacio hemos abordado los casos de los sectores más vulnerables, en donde la pandemia pega con más crueldad; sin embargo, esta vez quiero abordar la situación de las niñas, niños y adolescentes (NNA), a quienes necesitamos cuidar mucho más, a pesar de que la apertura de las escuelas por ahora está descartada.


De acuerdo con el seguimiento que realiza el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), a los datos de la Secretaría de Salud, al 9 de agosto, existían 12,365 casos confirmados de coronavirus (6,089 mujeres y 6,276 hombres). También se tiene registro de 3,665 casos sospechosos (1,791 mujeres y 1,874 hombres). Las defunciones ascienden a 192 (93 mujeres y 99 hombres).


Por lo que respecta a los 12,365 confirmados, estos se dividen en tres rangos: de 0 a 5 años (3,198 casos); de 6 a 11 años (3,000 casos); y de 12 a 17 años (6,167 casos).


Hay un dato que llama la atención: casi el 25 por ciento de casos confirmados se concentra en la Ciudad de México con 3,075, le sigue el Estado de México que tiene 1,259 y 1,021 en Guanajuato. Estas tres entidades representan poco más del 40 % de los registrados en todo el país. Los restantes 7,010 casos se encuentran distribuidos en el resto de las entidades de la República.


En México, el porcentaje de NNA con Covid-19 respecto al total nacional es del 2.5 por ciento; pero México no es la única nación con este problema. El caso más cercano lo tenemos en nuestro país vecino, Estados Unidos, con un 8.8 por ciento de niños contagiados, que aumenta a un ritmo acelerado.


Si bien ese 8.8 por ciento de Estados Unidos es alto comparado con el 2.5 de México, hay que tener presente que aquel país cuenta con una población (331 millones) que es más del doble que la nuestra; a pesar de esto, la correlación presenta más o menos ciertas similitudes.


Frente a una pandemia que no ha sido controlada y que cada día nos acorrala a todos, no queda más que hacer todo lo que sea necesario para cuidar a nuestras niñas, niños y adolescentes; en particular, hay que proteger a los menores que desafortunadamente presentan algún padecimiento previo.


Frente a este desafío, la participación de los padres de familia es vital, pues de ellos depende en gran medida que la salud de sus hijos esté bien protegida. No hay ninguna razón para creer que los menores corren menos riesgo, los niños también se contagian y también pueden ser vehículos de transmisión de Covid-19.


Por ello, el espacio que se abre entre este 24 de agosto que inicia a distancia el ciclo escolar 2020-2021 y cuando llegue el momento de regresar a las escuelas, debe ser aprovechado para incentivar a que, desde el hogar, se refuercen las acciones y hábitos de prevención, para concientizar por igual a NNA y padres de familia sobre la importancia de poner en práctica las medidas básicas de higiene que todos conocemos.


No podemos pasar por alto un hecho al que se la ha puesto relativamente poca atención: a principios del mes de julio existían 6,212 niños contagiados. Un mes después, agosto, tenemos casi el doble, 12,365 casos de Covid-19 en NNA. En tan sólo un mes los contagios no sólo se duplicaron, sino que esto ocurrió aún y cuando los niños han estado en sus casas en los últimos cuatro meses. Las autoridades de salud tienen que dar una explicación a esto, necesitamos saber qué está pasando y qué acciones se van a llevar a cabo, ya.


Por eso enfatizo en que hay que cuidar a los NNA en esta etapa que seguirán permaneciendo en sus casas y también, que desde sus casas iniciarán su nuevo ciclo escolar.


El objetivo radica no sólo en reducir el número de contagios; sino también, en que, cuando llegue el momento de abrir las escuelas, esto sea de la forma más segura; que cada alumna y cada alumno se haya apropiado por completo de la necesidad de cuidar su propia salud y la de cada miembro de la comunidad escolar.


Esto es clave para el éxito de los protocolos sanitarios que las autoridades educativas instrumentarán cuando llegue el día de regresar al salón de clase.



*Presidente de la Academia Mexicana de Educación.

La Pandemia de Covid-19 ha dado lugar a un cúmulo de análisis y estadísticas en torno a sus consecuencias en casi todos los ámbitos de la vida nacional. En este sentido, las acciones para el reinicio de la vida laboral en empresas y el sector público, la reactivación económica, la reapertura de las actividades recreativas, culturales, artísticas, deportivas o casi de cualquier otra índole, tienen que definirse en un contexto de “convivencia” con el coronavirus. Incluso, el regreso a clases mismo, tendrá lugar en la modalidad de educación a distancia, por ahora no puede ser de otra manera.


En anteriores ocasiones, en este espacio hemos abordado los casos de los sectores más vulnerables, en donde la pandemia pega con más crueldad; sin embargo, esta vez quiero abordar la situación de las niñas, niños y adolescentes (NNA), a quienes necesitamos cuidar mucho más, a pesar de que la apertura de las escuelas por ahora está descartada.


De acuerdo con el seguimiento que realiza el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), a los datos de la Secretaría de Salud, al 9 de agosto, existían 12,365 casos confirmados de coronavirus (6,089 mujeres y 6,276 hombres). También se tiene registro de 3,665 casos sospechosos (1,791 mujeres y 1,874 hombres). Las defunciones ascienden a 192 (93 mujeres y 99 hombres).


Por lo que respecta a los 12,365 confirmados, estos se dividen en tres rangos: de 0 a 5 años (3,198 casos); de 6 a 11 años (3,000 casos); y de 12 a 17 años (6,167 casos).


Hay un dato que llama la atención: casi el 25 por ciento de casos confirmados se concentra en la Ciudad de México con 3,075, le sigue el Estado de México que tiene 1,259 y 1,021 en Guanajuato. Estas tres entidades representan poco más del 40 % de los registrados en todo el país. Los restantes 7,010 casos se encuentran distribuidos en el resto de las entidades de la República.


En México, el porcentaje de NNA con Covid-19 respecto al total nacional es del 2.5 por ciento; pero México no es la única nación con este problema. El caso más cercano lo tenemos en nuestro país vecino, Estados Unidos, con un 8.8 por ciento de niños contagiados, que aumenta a un ritmo acelerado.


Si bien ese 8.8 por ciento de Estados Unidos es alto comparado con el 2.5 de México, hay que tener presente que aquel país cuenta con una población (331 millones) que es más del doble que la nuestra; a pesar de esto, la correlación presenta más o menos ciertas similitudes.


Frente a una pandemia que no ha sido controlada y que cada día nos acorrala a todos, no queda más que hacer todo lo que sea necesario para cuidar a nuestras niñas, niños y adolescentes; en particular, hay que proteger a los menores que desafortunadamente presentan algún padecimiento previo.


Frente a este desafío, la participación de los padres de familia es vital, pues de ellos depende en gran medida que la salud de sus hijos esté bien protegida. No hay ninguna razón para creer que los menores corren menos riesgo, los niños también se contagian y también pueden ser vehículos de transmisión de Covid-19.


Por ello, el espacio que se abre entre este 24 de agosto que inicia a distancia el ciclo escolar 2020-2021 y cuando llegue el momento de regresar a las escuelas, debe ser aprovechado para incentivar a que, desde el hogar, se refuercen las acciones y hábitos de prevención, para concientizar por igual a NNA y padres de familia sobre la importancia de poner en práctica las medidas básicas de higiene que todos conocemos.


No podemos pasar por alto un hecho al que se la ha puesto relativamente poca atención: a principios del mes de julio existían 6,212 niños contagiados. Un mes después, agosto, tenemos casi el doble, 12,365 casos de Covid-19 en NNA. En tan sólo un mes los contagios no sólo se duplicaron, sino que esto ocurrió aún y cuando los niños han estado en sus casas en los últimos cuatro meses. Las autoridades de salud tienen que dar una explicación a esto, necesitamos saber qué está pasando y qué acciones se van a llevar a cabo, ya.


Por eso enfatizo en que hay que cuidar a los NNA en esta etapa que seguirán permaneciendo en sus casas y también, que desde sus casas iniciarán su nuevo ciclo escolar.


El objetivo radica no sólo en reducir el número de contagios; sino también, en que, cuando llegue el momento de abrir las escuelas, esto sea de la forma más segura; que cada alumna y cada alumno se haya apropiado por completo de la necesidad de cuidar su propia salud y la de cada miembro de la comunidad escolar.


Esto es clave para el éxito de los protocolos sanitarios que las autoridades educativas instrumentarán cuando llegue el día de regresar al salón de clase.



*Presidente de la Academia Mexicana de Educación.