/ lunes 1 de marzo de 2021

Pulso CDMX | Tercera vía de causas e iguales

La vida pública se ha deteriorado y nuestra democracia también. 8 de cada 10 mexicanas y mexicanos ya no creen en la democracia. Nuestro sistema político electoral está en crisis por su falta de representatividad, por su violencia institucionalizada, por su paridad ficticia, por la exclusión de grupos poblacionales y minorías; entre ellos las juventudes. Se ha hecho política sin ideas, esclavizando a la gente en el corto plazo de sus necesidades con el intercambio de dádivas contra voto. Rechazo de la sociedad civil y de sus causas, polarización, resentimiento, y discurso de odio son el pan de cada día. Para un México en paz, cohesionado e igualitario, debemos recuperar la política de ideas, de causas y evidencias. La democracia se construye con pluralidad, con debate y diálogo, con la gente.

Hoy, decido explorar el activismo desde otra trinchera. México necesita a activistas en puestos de decisión pública. La política partidista no debe ser una nebulosa clientelar o un mecanismo de dominación: debe ser un medio para representar, para analizar y resolver problemas públicos; para atender necesidades básicas inspirándose del bien común frente a los intereses de unos cuantos. Debemos repensar la función de los partidos en la sociedad, con solidaridad y convivencia social. Hoy me comprometo a impulsar una política de causas basada en los cimientos de mi activismo y en las enseñanzas de las colectivas, de la ciudadanía, de la fuerza de nuestros territorios y de la humanidad de nuestras comunidades. Haré política de frente, con sensibilidad, compromiso, empatía y responsabilidad. Seguiré luchando por una política de iguales, combatiendo el racismo y el clasismo construyendo puentes entre el centro y el oriente.

Hoy, me uno a un equipo talentoso, de convicciones progresistas, plural e incluyente para nuestra Capital, al Movimiento que se basa en lo local, en la política de proximidad y en la escucha. Me uno al Movimiento que le está apostando a la renovación y a la dignificación de la política. Me uno a la necesidad de elaborar un Nuevo Trato feminista, ambientalista, justo e igualitario. Me uno para contribuir a reconstruir la confianza en la política: no como una declaración de principios, sino con una construcción de hechos. Me uno al Movimiento porque la única alianza debe ser con la ciudadanía para un desarrollo incluyente, digno y próspero.

Movimiento Ciudadano le apuesta a lo intergeneracional y lo intercultural, a la apertura y a la co-construcción con el activismo, con la sociedad civil, con la gente: no por interés electoral de corto plazo, sino para repensar y rediseñar nuestro modelo de sociedad dirigido al fracaso.

Hoy, me sumo a Movimiento Ciudadano para una evolución en la Cuauhtémoc. ¡Los derechos no se negocian! Seré un aliado para que nuestras leyes y nuestra Constitución de la Ciudad de México ya no sean letras muertas; para fortalecer el Estado de Derecho y las instituciones que nos protegen. Hoy le entro con pasión e ideales, porque algo mejor es posible: porque nos lo merecemos. Desde Movimiento Ciudadano mi compromiso será la exigencia de nuestros derechos prometidos siempre con dignidad, con libertad, con justicia social y con justicia ambiental. Hoy me uno a la tercera vía ciudadana.

La vida pública se ha deteriorado y nuestra democracia también. 8 de cada 10 mexicanas y mexicanos ya no creen en la democracia. Nuestro sistema político electoral está en crisis por su falta de representatividad, por su violencia institucionalizada, por su paridad ficticia, por la exclusión de grupos poblacionales y minorías; entre ellos las juventudes. Se ha hecho política sin ideas, esclavizando a la gente en el corto plazo de sus necesidades con el intercambio de dádivas contra voto. Rechazo de la sociedad civil y de sus causas, polarización, resentimiento, y discurso de odio son el pan de cada día. Para un México en paz, cohesionado e igualitario, debemos recuperar la política de ideas, de causas y evidencias. La democracia se construye con pluralidad, con debate y diálogo, con la gente.

Hoy, decido explorar el activismo desde otra trinchera. México necesita a activistas en puestos de decisión pública. La política partidista no debe ser una nebulosa clientelar o un mecanismo de dominación: debe ser un medio para representar, para analizar y resolver problemas públicos; para atender necesidades básicas inspirándose del bien común frente a los intereses de unos cuantos. Debemos repensar la función de los partidos en la sociedad, con solidaridad y convivencia social. Hoy me comprometo a impulsar una política de causas basada en los cimientos de mi activismo y en las enseñanzas de las colectivas, de la ciudadanía, de la fuerza de nuestros territorios y de la humanidad de nuestras comunidades. Haré política de frente, con sensibilidad, compromiso, empatía y responsabilidad. Seguiré luchando por una política de iguales, combatiendo el racismo y el clasismo construyendo puentes entre el centro y el oriente.

Hoy, me uno a un equipo talentoso, de convicciones progresistas, plural e incluyente para nuestra Capital, al Movimiento que se basa en lo local, en la política de proximidad y en la escucha. Me uno al Movimiento que le está apostando a la renovación y a la dignificación de la política. Me uno a la necesidad de elaborar un Nuevo Trato feminista, ambientalista, justo e igualitario. Me uno para contribuir a reconstruir la confianza en la política: no como una declaración de principios, sino con una construcción de hechos. Me uno al Movimiento porque la única alianza debe ser con la ciudadanía para un desarrollo incluyente, digno y próspero.

Movimiento Ciudadano le apuesta a lo intergeneracional y lo intercultural, a la apertura y a la co-construcción con el activismo, con la sociedad civil, con la gente: no por interés electoral de corto plazo, sino para repensar y rediseñar nuestro modelo de sociedad dirigido al fracaso.

Hoy, me sumo a Movimiento Ciudadano para una evolución en la Cuauhtémoc. ¡Los derechos no se negocian! Seré un aliado para que nuestras leyes y nuestra Constitución de la Ciudad de México ya no sean letras muertas; para fortalecer el Estado de Derecho y las instituciones que nos protegen. Hoy le entro con pasión e ideales, porque algo mejor es posible: porque nos lo merecemos. Desde Movimiento Ciudadano mi compromiso será la exigencia de nuestros derechos prometidos siempre con dignidad, con libertad, con justicia social y con justicia ambiental. Hoy me uno a la tercera vía ciudadana.