La nación mexicana tiene diversos motivos del porqué conmemorar el documento fundamental que le ha permitido vivir el mayor tiempo de paz, estabilidad y prosperidad del que tenga memoria desde que luchó por su independencia y logró su autodeterminación.
Conquista que la nación reflejó en una Constitución que durante diez decenios ha demostrado que su contenido es letra viva, vigente y actuante a lo largo de dos millones de kilómetros cuadrados de territorio y allende a nuestras fronteras, erigiéndose en ejemplo de los anhelos de un pueblo convertidos en ley.
Consciente de la trascendencia de este acontecimiento, el jurista César Camacho se convirtió al paso del tiempo y de sus esfuerzos- en un férreo estudioso y difusor de la cultura de la Constitución.
Su experiencia como legislador, académico, servidor público y líder político le ha permitido realizar el esfuerzo más amplio, integral, incluyente, inacabado y perdurable para recordar a las y los mexicanos la importancia de su Constitución y cómo ésta se ha erigido en el vehículo de movilidad social por excelencia en nuestro país.
Primero como presidente nacional del PRI, el doctor César Camacho sentó las bases de un ambicioso programa conmemorativo que desde la trinchera partidaria promovió entre los mexicanos el conocimiento de sus derechos y obligaciones que se encuentran plasmados en el texto constitucional.
Para ello, César Camacho convocó a un nutrido consejo consultivo integrado por destacados historiadores, juristas, académicos, investigadores y cuadros partidistas cuyo esfuerzo se concretó en obras editoriales que permanecerán como un referente conmemorativo y de análisis académico.
Con magníficos resultados no solo editoriales, sino sobre todo político-electorales, César Camacho concluyó su labor al mando del PRI y desde el frente legislativo y como presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, dio cauce a una segunda etapa de conmemoración, una caracterizada por el acuerdo pluripartidista y la labor parlamentaria.
Tribuno por excelencia, el también coordinador del PRI impulsó una labor conmemorativa que incluyó obras escultóricas que se han convertido en un referente del arte en el Palacio Legislativo de San Lázaro; actos académicos que convocaron a constitucionalistas de Iberoamérica y que trascendieron nuestras fronteras; libros de excelente manufactura con un contenido de calidad y trascendencia; actos artísticos en diversos puntos de la República Mexicana que dieron muestra del contexto social en el que vio la luz la Constitución de 1917; acciones parlamentarias que dieron muestra del fervor patrio por parte de las y los legisladores.
En esta labor, el apoyo dado por Sadot Sánchez Carreño, director general del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias de la Cámara de Diputados, fue piedra angular.
Tal y como lo mencionó el doctor César Camacho el pasado miércoles, cuando desde el Teatro de la República cerró con broche de oro las conmemoraciones de tan importante efeméride, el esfuerzo realizado por la Cámara de Diputados no encuentra precedente.
Asimismo, no hubo labor en algún otro poder público que igualara la labor que las y los diputados al mando del doctor César Camacho realizaron por destacar la vigencia e importancia del texto constitucional para la vida diaria de la nación mexicana.
Sin miedo a equivocarme puedo sostener que César Camacho estuvo a la altura de las circunstancias que ameritaba una efeméride de esta magnitud, dejando testimonio de cómo los mexicanos de hoy entendemos y valoramos lo realizado por nuestros antecesores en un momento crucial de nuestra historia.
camachovargas@prodigy.net.mx @jlcamachov
