/ domingo 20 de enero de 2019

¿Qué pasa en el Ejército mexicano?

A 77 años de la expedición de la primera Ley Federal de Educación, bajo la administración del presidente Manuel Ávila Camacho .

Institución baluarte del patriotismo, institucionalidad y apego a la ley en nuestro país, el Ejército mexicano ha sido objeto de gran atención en lo que va de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, así como de una intensa actividad de la cual da cuenta, mañana con mañana, el General Secretario Luis Cresencio Sandoval González en las conferencias presidenciales, pero, ¿qué está pasando a su interior?

Constituido por hombres y mujeres cuya férrea disciplina les permite cumplir con su azarosa labor día con día, el Ejército y Fuerza Aérea constituyen el mejor y mayor ejemplo de una institución moderna, abierta al escrutinio público, defensora de los derechos humanos y mayor soporte no del Presidente, sino de la nación entera en la lucha contra el crimen, la violencia y la impunidad que aquejan a diversos territorios.

Desde hace 12 años su labor en esa encomienda ha sido más marcada, pues previamente se ceñía a la quema de cultivos de amapola y a algunas intervenciones especiales, pero desde el año 2006 ha salido a las calles para preservar el orden y recorre nuestras carreteras buscando preservar la vida de quienes caen en manos de delincuentes y de proteger sus bienes.

No ha sido sencillo, evidentemente, pues muchas veces se han topado con policías locales y municipales coludidas y han tenido que sustituirlas en su función, debido a la inexistencia de otra alternativa.

Su incursión no ha sido en vano, sino que ha permitido que se recobre la paz y la seguridad en numerosos puntos del país, a la espera de que la autoridad civil se rehabilite y se fortalezca frente a las intimidaciones de la delincuencia y el poder del dinero.

Se trata de una labor nada sencilla en la que la propia sociedad debe de ser consciente de la responsabilidad que tiene, tal y como lo ha dicho el propio Presidente de la República, al no comprar combustible robado, pero tampoco ser parte de la delincuencia que somete y sojuzga a la propia población.

La Cámara de Diputados ha aprobado la reforma constitucional de la Guardia Nacional gracias al apoyo del PRI de René Juárez, otrora partido en el gobierno que desde esa posición defendía al Ejército y buscaba alternativas para hacer frente a la delincuencia sin poner en peligro a los soldados de México; y para ello impulsó la Ley de Seguridad Interior. Hoy, desde la oposición, es congruente con esa oposición y ha votado a favor de crear esa alternativa.

Ante ello los militares, mexicanos de bien que entregan su vida al servicio público, están prestos a acatar la ley y seguir sirviendo desde la trinchera que designe el Comandante en Jefe. Y es preocupación de los mexicanos en general, proteger sus derechos laborales y buscar que de forma alguna sea vean trastocadas sus prestaciones y beneficios. Por tal razón, es positivo que dentro de las reformas aprobadas se contemple un transitorio en el que reconoce estos derechos para los integrantes de las Policías Militar, Naval y también de la Policía Federal.

¿Qué pasa en el Ejército? Nada, sólo lealtad y servicio al país.

camachovargas@prodigy.net.mx

@jlcamachov

A 77 años de la expedición de la primera Ley Federal de Educación, bajo la administración del presidente Manuel Ávila Camacho .

Institución baluarte del patriotismo, institucionalidad y apego a la ley en nuestro país, el Ejército mexicano ha sido objeto de gran atención en lo que va de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, así como de una intensa actividad de la cual da cuenta, mañana con mañana, el General Secretario Luis Cresencio Sandoval González en las conferencias presidenciales, pero, ¿qué está pasando a su interior?

Constituido por hombres y mujeres cuya férrea disciplina les permite cumplir con su azarosa labor día con día, el Ejército y Fuerza Aérea constituyen el mejor y mayor ejemplo de una institución moderna, abierta al escrutinio público, defensora de los derechos humanos y mayor soporte no del Presidente, sino de la nación entera en la lucha contra el crimen, la violencia y la impunidad que aquejan a diversos territorios.

Desde hace 12 años su labor en esa encomienda ha sido más marcada, pues previamente se ceñía a la quema de cultivos de amapola y a algunas intervenciones especiales, pero desde el año 2006 ha salido a las calles para preservar el orden y recorre nuestras carreteras buscando preservar la vida de quienes caen en manos de delincuentes y de proteger sus bienes.

No ha sido sencillo, evidentemente, pues muchas veces se han topado con policías locales y municipales coludidas y han tenido que sustituirlas en su función, debido a la inexistencia de otra alternativa.

Su incursión no ha sido en vano, sino que ha permitido que se recobre la paz y la seguridad en numerosos puntos del país, a la espera de que la autoridad civil se rehabilite y se fortalezca frente a las intimidaciones de la delincuencia y el poder del dinero.

Se trata de una labor nada sencilla en la que la propia sociedad debe de ser consciente de la responsabilidad que tiene, tal y como lo ha dicho el propio Presidente de la República, al no comprar combustible robado, pero tampoco ser parte de la delincuencia que somete y sojuzga a la propia población.

La Cámara de Diputados ha aprobado la reforma constitucional de la Guardia Nacional gracias al apoyo del PRI de René Juárez, otrora partido en el gobierno que desde esa posición defendía al Ejército y buscaba alternativas para hacer frente a la delincuencia sin poner en peligro a los soldados de México; y para ello impulsó la Ley de Seguridad Interior. Hoy, desde la oposición, es congruente con esa oposición y ha votado a favor de crear esa alternativa.

Ante ello los militares, mexicanos de bien que entregan su vida al servicio público, están prestos a acatar la ley y seguir sirviendo desde la trinchera que designe el Comandante en Jefe. Y es preocupación de los mexicanos en general, proteger sus derechos laborales y buscar que de forma alguna sea vean trastocadas sus prestaciones y beneficios. Por tal razón, es positivo que dentro de las reformas aprobadas se contemple un transitorio en el que reconoce estos derechos para los integrantes de las Policías Militar, Naval y también de la Policía Federal.

¿Qué pasa en el Ejército? Nada, sólo lealtad y servicio al país.

camachovargas@prodigy.net.mx

@jlcamachov

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