Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, nacido en Villa Clara el 20 de abril de 1960, un año después del triunfo de la Revolución Cubana que encabezó Fidel Castro es un político forjado desde las bases del Partido Comunista de Cuba (PCC) que ha ido ascendiendo progresiva y discretamente al poder.
Díaz-Canel tiene una biografía oficial escueta de detalles personales y profesionales, y aunque nadie sabía a ciencia cierta cómo se proyectaría en su gobierno, algunos indicios daban cuenta de lo que posiblemente fuese un nuevo estilo.
En un país en el que no existe la figura de la primera dama y los dirigentes ocultan con celo su vida privada, Díaz-Canel llegó casi sin custodia en marzo de 2018 hasta un centro de votación en Santa Clara, a unos 300 kilómetros al este de la capital, donde varios medios extranjeros aguardaban.
“Aquí estamos construyendo una relación de gobierno y pueblo”, dijo durante esa inusual aparición pública ante las cámaras para votar por el Parlamento. Luego de votar regresó a La Habana, pero dejando el mensaje de que un nuevo tipo de liderazgo podría llegar, con una continuidad al proceso revolucionario, pero con una renovación de las formas.
Díaz-Canel, de 61 años, es la primera persona en tomar la máxima dirección que no se apellide Castro desde que triunfó la revolución en 1959 y ha enfrentado a una economía estancada, una infraestructura en decadencia, la hostilidad de Estados Unidos que no levantó el embargo, ni las sanciones contra la isla y las críticas a un modelo de control estatal con salarios bajos en el marco de un congelamiento de la iniciativa privada.
Apenas saltó a la mirada internacional el año pasado cuando fue protagonista de un video filtrado en el cual abogaba por cerrar medios de prensa independientes y etiquetaba a algunas embajadas europeas como una avanzada de la subversión contra la revolución.
Sin embargo, esa imagen ortodoxa contrasta con la percepción de hombre sencillo, tolerante, afable pero exigente que tienen muchos de sus conciudadanos de la provincia de Villa Clara, en la cual pasó su infancia, su juventud y de la que fue primer secretario del Partido Comunista durante nueve años, un cargo que en la práctica es más importante que la del jefe de gobierno local.
Graduado como ingeniero electrónico de la Universidad de Villa Clara en 1982 realizó su servicio militar obligatorio en 1985. En 1987 se incorporó a la Unión de Jóvenes Comunistas y empezó a trabajar como profesor mientras viajaba a Nicaragua como parte de una delegación de apoyo al sandinismo. En aquellos tiempos le gustaban los Beatles y el teatro.
En mayo de 2009, Díaz-Canel llegó por primera vez a un cargo a nivel nacional cuando Raúl Castro lo convocó como ministro de Educación Superior.
Bajo su gestión se ajustaron los planes de estudio, se modernizaron sus contenidos, se modificaron los reglamentos de posgrado y se impulsó el uso de la tecnología de las casas de altos estudios con laboratorios de computación y digitalización de contenidos. También fue de los primeros funcionarios en aparecer con una laptop en reuniones en un país donde el internet en los hogares está restringido y los precios son elevados.
Para 2012 se convirtió en vicepresidente y meses después con las elecciones en primer vicepresidente. Se volvió renuente a la prensa, su agenda se hizo protocolar y no se le vio más en las calles o en los medios de comunicación.
Según diplomáticos y analistas, la transformación de su estilo obedeció a la lógica de la historia reciente en el liderazgo del país, en la que la generación revolucionaria sacó de carrera a los más jóvenes acusándolos de no ser lo suficientemente leales al proceso.
Finalmente, Miguel Díaz-Canel fue elegido presidente el 19 de abril de 2018, cuando se constituyó la IX Legislatura de la Asamblea Nacional de Cuba para el período 2018-2023. Raúl Castro, como había anunciado años atrás, dejó los cargos de presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, pero mantuvo el de primer secretario del Partido Comunista de Cuba.
En su primer discurso como presidente, Díaz-Canel ofreció dar continuidad a la Revolución, diciendo: "La política exterior cubana se mantendrá inalterable y Cuba no hará concesiones ni aceptará condicionamientos" y Raúl Castro "encabezará las decisiones para el presente y futuro de la nación".
En 2018 promovió el proyecto de una nueva Constitución cubana que fue adoptada por mayoría de votos de los 8 millones de electores el 24 de febrero del 2019 y proclamada el 19 de abril del 2019. Posteriormente, el 10 de octubre del 2019, Díaz Canel fue electo como presidente de la República de Cuba por la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), de Cuba. Su mandato será de 5 años. según la nueva Constitución de 2019, sin embargo, diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) evaluaron propuestas del pueblo como la posibilidad de reelección indefinida del presidente de la República.
Díaz-Canel tiene dos hijos con su primera esposa, Marta Villanueva. En la actualidad está casado con Lis Cuesta Peraza, profesora universitaria.
El presidente de México declaró recientemente: “Y ahora, el día de 16 se invitó al presidente de Cuba. Él va a estar en la ceremonia del 16, y el 27 se invitó al presidente Biden. Él no puede estar y va a estar el jefe del Departamento de Estado, del gobierno de Estados Unidos”. Y así también, indicó, hay invitaciones porque el 28 es el acto de perdón, de ofrecer perdón a los pueblos yaquis, por la represión que padecieron y se va a dar a conocer todo el plan de justicia y también hay invitados extranjeros.
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