/ lunes 26 de julio de 2021

Quimios ¡ya!

El sábado pasado hubo dos eventos que no tuvieron relación, salvo que el personaje principal de ambos, es el Presidente de México. El natalicio de Simón Bolivar fue pretexto para un acto protocolario por parte de López Obrador con un discurso recordando las hazañas de su vida; y al mismo tiempo miles de personas marchaban por Paseo de la Reforma solidarizándose con las niñas y los niños que sufren por la falta de medicinas para sus quimioterapias. Eventos antagónicos, y bien aplica el dicho de que el Presidente es luminaria de la calle y oscuridad en la casa.


Lopez Obrador dijo que la vida de Bolivar fue intensa, y que en alguna etapa de su vida, vivió una división interna en su movimiento, “las divisiones internas pueden ser más nocivas que las contiendas contra los verdaderos adversarios”. No puedo estar más de acuerdo: sobretodo porque la división interna como la que ha fomentado AMLO, está resultando muy nociva entre las y los mexicanos. Por ejemplo, la etiquetación de recursos al sector salud y la compra de medicamentos, etiquetados por la Cámara de Diputados no debió ser un asunto de reclamo nacional, si simplemente se hubiera garantizado no faltasen para evitar recaídas o interrupción de tratamientos de las enfermedades. Con Peña bajó el presupuesto a 3% del PIB y no cumplió con la observación de la OMS de elevarlo a cuando menos el 6%; pero este gobierno lo bajó apenas al 2% del PIB y al dejar de comprar medicamentos provocó una crisis espantosa y cruel.


Dijo en su evento bolivariano que la resistencia de la revolución cubana contra la intromisión norteamericana es ejemplar, esa isla debe ser declarada patrimonio de la humanidad, planteó. Y las niñas y niños que se quedaron sin sus quimioterapias, y que han muerto o están en riesgo de morir por el cáncer, cómo tendrían que ser declarados? Prospectos frustrados de vidas humanas que sucumben por un mal gobierno que se solidariza con dirigentes tiranos pero no así con su pueblo?


La preocupación sobre cómo nos relacionamos con China, o con Estados Unidos, suena más que vive una realidad alterna en donde las personas más vulnerables como la niñez mexicana, simplemente no existen. El presidente habla de una “nueva” relación entre las naciones, mientras en las principales calles del centro de la ciudad de México se le recuerda que el derecho a la salud es un derecho universal.


Finaliza su discurso sugiriendo la sustitución de la OEA “por un organismo verdaderamente autónomo”, no lacayo, mediador, aceptado por las partes, con buenos diplomáticos. De qué habla López Obrador? Diplomacia? Cuando es lo que menos aplica “a sus contrincantes”. Autonomía? Cuando se propuso y logró desarticular a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y le quitó la poca autonomía que tenía al poner a una militante inepta de su partido, y que hoy está ausente negando apoyo a madres y padres de niñas y niños con cáncer!


El desabasto tiene consecuencias todavía no cuantificadas de manera transparente por la opacidad institucional; sin embargo no se podrá ocultar sus estragos, aún proveyendo ahora de los medicamentos, ya hay consecuencias irreversibles. Por eso el discurso alusivo a Bolivar y la preocupación por el orden geopolítico americano de López Obrador resulta demagógico e inconsecuente, porque afuera de los aposentos palaciegos, los gritos fueron contundentes: Quimios para niñas y niños YA!

Defensora de derechos humanos

El sábado pasado hubo dos eventos que no tuvieron relación, salvo que el personaje principal de ambos, es el Presidente de México. El natalicio de Simón Bolivar fue pretexto para un acto protocolario por parte de López Obrador con un discurso recordando las hazañas de su vida; y al mismo tiempo miles de personas marchaban por Paseo de la Reforma solidarizándose con las niñas y los niños que sufren por la falta de medicinas para sus quimioterapias. Eventos antagónicos, y bien aplica el dicho de que el Presidente es luminaria de la calle y oscuridad en la casa.


Lopez Obrador dijo que la vida de Bolivar fue intensa, y que en alguna etapa de su vida, vivió una división interna en su movimiento, “las divisiones internas pueden ser más nocivas que las contiendas contra los verdaderos adversarios”. No puedo estar más de acuerdo: sobretodo porque la división interna como la que ha fomentado AMLO, está resultando muy nociva entre las y los mexicanos. Por ejemplo, la etiquetación de recursos al sector salud y la compra de medicamentos, etiquetados por la Cámara de Diputados no debió ser un asunto de reclamo nacional, si simplemente se hubiera garantizado no faltasen para evitar recaídas o interrupción de tratamientos de las enfermedades. Con Peña bajó el presupuesto a 3% del PIB y no cumplió con la observación de la OMS de elevarlo a cuando menos el 6%; pero este gobierno lo bajó apenas al 2% del PIB y al dejar de comprar medicamentos provocó una crisis espantosa y cruel.


Dijo en su evento bolivariano que la resistencia de la revolución cubana contra la intromisión norteamericana es ejemplar, esa isla debe ser declarada patrimonio de la humanidad, planteó. Y las niñas y niños que se quedaron sin sus quimioterapias, y que han muerto o están en riesgo de morir por el cáncer, cómo tendrían que ser declarados? Prospectos frustrados de vidas humanas que sucumben por un mal gobierno que se solidariza con dirigentes tiranos pero no así con su pueblo?


La preocupación sobre cómo nos relacionamos con China, o con Estados Unidos, suena más que vive una realidad alterna en donde las personas más vulnerables como la niñez mexicana, simplemente no existen. El presidente habla de una “nueva” relación entre las naciones, mientras en las principales calles del centro de la ciudad de México se le recuerda que el derecho a la salud es un derecho universal.


Finaliza su discurso sugiriendo la sustitución de la OEA “por un organismo verdaderamente autónomo”, no lacayo, mediador, aceptado por las partes, con buenos diplomáticos. De qué habla López Obrador? Diplomacia? Cuando es lo que menos aplica “a sus contrincantes”. Autonomía? Cuando se propuso y logró desarticular a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y le quitó la poca autonomía que tenía al poner a una militante inepta de su partido, y que hoy está ausente negando apoyo a madres y padres de niñas y niños con cáncer!


El desabasto tiene consecuencias todavía no cuantificadas de manera transparente por la opacidad institucional; sin embargo no se podrá ocultar sus estragos, aún proveyendo ahora de los medicamentos, ya hay consecuencias irreversibles. Por eso el discurso alusivo a Bolivar y la preocupación por el orden geopolítico americano de López Obrador resulta demagógico e inconsecuente, porque afuera de los aposentos palaciegos, los gritos fueron contundentes: Quimios para niñas y niños YA!

Defensora de derechos humanos