/ martes 9 de junio de 2020

Racismo: hipocresía e inexactitud

Por: Jessica de Alba Ulloa

Hace algunos días la canciller de Alemania, Angela Merkel, declinó la invitación del presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump, para celebrar una reunión del G-7 en Washington, DC. El primer ministro de Reino Unido, tampoco apoyó la propuesta de Trump de invitar a Rusia a reintegrarse al grupo. Pretender que lo anterior se ANÁHUAC GLOBAL debe al mal manejo de la pandemia y de las protestas ocurridas después del asesinato de George Floyd es un argumento más en la campaña contra cualquier acción que el presidente lleve a cabo.

La pandemia, el encierro y la desesperación económica han sido detonantes de la violencia que se vive en varios estados de EU. Sin embargo, asegurar que ello tiene su origen en Trump y su administración, es ignorante y simplista.

La existencia del racismo es evidente. Insistir en que es sistémico, no se sostiene. El entonces presidente Obama lo declaró así en varias ocasiones, de manera errónea y parcial. Lo fue entonces y lo es hoy. El arresto de Floyd es repugnante y evidencia la falta de entrenamiento policiaco, pero no es representativo de la relación entre civiles y policías. La mayoría de las acciones policiales provienen del crimen y no de la raza. Floyd murió en una ciudad que ha sido gobernada por demócratas durante cuarenta años, en un estado que ha tenido un gobernador demócrata durante casi una década y cuyo Fiscal General tiene un historial de antisemitismo y respaldo a Antifa.

O es que nos hemos perdido buena parte de la historia cuando los políticos que denuncian racismo llevan décadas gobernando sin resolver el problema. Esto no quiere decir que los políticos republicanos no tengan responsabilidad. Quiere decir que poner siempre el lente de la política electoral divide y es inútil cuando se trata de problemas que requieren soluciones colaborativas. Dividir en razas y grupos étnicos es una estrategia política, mala y peligrosa. Hoy estamos viendo las consecuencias. Atención: la supuesta incapacidad de Trump como unificador no implica la intención de su oposición de unir.

Las protestas son legítimas y deben ser siempre un mecanismo de presión. Sin embargo, atrás de ellas hay personas ansiosas por destruir al Estado. Se evidencia al otorgar un Pulitzer al "Proyecto 1619" (a sabiendas de la inexactitud histórica de que las 13 colonias fueron a la guerra para proteger la esclavitud); al pretender que la perfección, el sentido de urgencia, la rendición de cuentas y la buena gramática son considerados signos de supremacía blanca en una organización; al pensar que robar televisiones, comics y destruir negocios de gente trabajadora es aceptable.

El ofrecimiento de Trump de usar fuerzas federales es una de varias opciones ante disturbios en ciudades donde muere gente y la situación está fuera de control porque los políticos locales no solo fallan en restablecer el orden, sino en algunos casos ordenaban a los policías su retiro e inacción.

Las fuerzas de seguridad en España tomaron medidas enérgicas contra los catalanes independentistas; la policía antidisturbios francesa golpeó ferozmente a los chalecos amarillos. La crisis migratoria en la Unión Europea es outsourcing en Turquía… en fin. Corta es la memoria y mucha la hipocresía.

Por: Jessica de Alba Ulloa

Hace algunos días la canciller de Alemania, Angela Merkel, declinó la invitación del presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump, para celebrar una reunión del G-7 en Washington, DC. El primer ministro de Reino Unido, tampoco apoyó la propuesta de Trump de invitar a Rusia a reintegrarse al grupo. Pretender que lo anterior se ANÁHUAC GLOBAL debe al mal manejo de la pandemia y de las protestas ocurridas después del asesinato de George Floyd es un argumento más en la campaña contra cualquier acción que el presidente lleve a cabo.

La pandemia, el encierro y la desesperación económica han sido detonantes de la violencia que se vive en varios estados de EU. Sin embargo, asegurar que ello tiene su origen en Trump y su administración, es ignorante y simplista.

La existencia del racismo es evidente. Insistir en que es sistémico, no se sostiene. El entonces presidente Obama lo declaró así en varias ocasiones, de manera errónea y parcial. Lo fue entonces y lo es hoy. El arresto de Floyd es repugnante y evidencia la falta de entrenamiento policiaco, pero no es representativo de la relación entre civiles y policías. La mayoría de las acciones policiales provienen del crimen y no de la raza. Floyd murió en una ciudad que ha sido gobernada por demócratas durante cuarenta años, en un estado que ha tenido un gobernador demócrata durante casi una década y cuyo Fiscal General tiene un historial de antisemitismo y respaldo a Antifa.

O es que nos hemos perdido buena parte de la historia cuando los políticos que denuncian racismo llevan décadas gobernando sin resolver el problema. Esto no quiere decir que los políticos republicanos no tengan responsabilidad. Quiere decir que poner siempre el lente de la política electoral divide y es inútil cuando se trata de problemas que requieren soluciones colaborativas. Dividir en razas y grupos étnicos es una estrategia política, mala y peligrosa. Hoy estamos viendo las consecuencias. Atención: la supuesta incapacidad de Trump como unificador no implica la intención de su oposición de unir.

Las protestas son legítimas y deben ser siempre un mecanismo de presión. Sin embargo, atrás de ellas hay personas ansiosas por destruir al Estado. Se evidencia al otorgar un Pulitzer al "Proyecto 1619" (a sabiendas de la inexactitud histórica de que las 13 colonias fueron a la guerra para proteger la esclavitud); al pretender que la perfección, el sentido de urgencia, la rendición de cuentas y la buena gramática son considerados signos de supremacía blanca en una organización; al pensar que robar televisiones, comics y destruir negocios de gente trabajadora es aceptable.

El ofrecimiento de Trump de usar fuerzas federales es una de varias opciones ante disturbios en ciudades donde muere gente y la situación está fuera de control porque los políticos locales no solo fallan en restablecer el orden, sino en algunos casos ordenaban a los policías su retiro e inacción.

Las fuerzas de seguridad en España tomaron medidas enérgicas contra los catalanes independentistas; la policía antidisturbios francesa golpeó ferozmente a los chalecos amarillos. La crisis migratoria en la Unión Europea es outsourcing en Turquía… en fin. Corta es la memoria y mucha la hipocresía.