/ martes 5 de marzo de 2019

Reacomodo sindical

A 100 días de la 4T el sistema político mexicano sí ha cambiado. Unos lentes muestran el evidente retroceso en derechos ganados por las mexican@s, el fortalecimiento del discurso maniqueísta y división de clases, —que por cierto es una mala copia de lo que decía el señor Marx—. Con otros anteojos los nuevos intelectuales orgánicos (dixit Gramsci) cacarean el apoyo casi absoluto en las encuestas. Van algunas claves para entender los reacomodos en el ambiente sindical, en medio de la discusión de una nueva Ley Federal del Trabajo, que propicia una gran actividad política de diferentes agrupaciones que buscan ganar influencia y posiciones. Pero mejor vamos por partes:

Sindicalismo mexicano. Tiene sus orígenes en la presidencia de nuestro general Lázaro Cárdenas. Ya sé que este espacio no es clase de historia, pero no se puede explicar la hegemonía del PRI en nuestro país sin la creación de los sindicatos y el voto corporativo. Actualmente las muy añejas CTM, CROM y CROC se mueven para tratar de mantener su férreo control sobre la mayoría de los contratos colectivos de trabajo, en tanto que la incorporación al mapa laboral de la CIT del senador Napoleón Gómez Urrutia hace aún más inestable el entorno.

Inestabilidad. No son ajenos a esta inestabilidad laboral otros sindicatos agrupados en la UNT, encabezada por el líder de los telefonistas Francisco Hernández Juárez, que junto con los sindicatos universitarios (recordemos que la UAM está en huelga), reclaman también sus espacios. En suma, mientras la CIT quiere aumentar su membresía e invita a los sindicatos de la UNT incorporarse a esa central, las viejas CTM, CROM y CROC se reorganizan junto con los agremiados a sus centrales.

Paros. Las empresas han sido afectadas por las decenas de paros en maquiladoras del norte del país; en Matamoros paró una filial de una refresquera por estas disputas sindicales. Walmart también ha quedado en medio de una disputa estrictamente sindical, y la realidad es que la membresía de las centrales obreras es francamente mínima en muchas de estas grandes empresas.

Lo que no dice el líder de la CROC, Isaías González, es que de los 190 mil empleados de Walmart, tan solo ocho mil están incluidos en los contratos colectivos de trabajo de su central. A esa cantidad, habría que restarle mil 500 trabajadores en el estado de Jalisco, donde ya se deslindaron de la organización, con lo que hablamos de seis mil 500 afiliados, tan solo el tres por ciento de la plantilla laboral de la empresa de ventas minoristas. No se lo digan a nadie, pero en medio de la lucha de poder entre sindicatos para ganar posiciones, sí vienen cambios legales y muy pronto.

¿Tecnócratas por el PRI? Meade y Videgaray desean imponer su dirigencia en el PRI. Ese fue el tema de la taquiza de la semana pasada en el cumpleaños del primero. El empresariado pidió un taquito de al pastor para Alito, que lo ve como un vocero de sus intereses frente a AMLO. Peeero como siempre a la comilona no llegaron las bases, otra vez burlardas. Entonces ¡dos de suadero! Con harta salsa y cebolla. Chale...

Académico y comunicólogo

político por la FCPyS-UNAM.

@gersonmecalco

A 100 días de la 4T el sistema político mexicano sí ha cambiado. Unos lentes muestran el evidente retroceso en derechos ganados por las mexican@s, el fortalecimiento del discurso maniqueísta y división de clases, —que por cierto es una mala copia de lo que decía el señor Marx—. Con otros anteojos los nuevos intelectuales orgánicos (dixit Gramsci) cacarean el apoyo casi absoluto en las encuestas. Van algunas claves para entender los reacomodos en el ambiente sindical, en medio de la discusión de una nueva Ley Federal del Trabajo, que propicia una gran actividad política de diferentes agrupaciones que buscan ganar influencia y posiciones. Pero mejor vamos por partes:

Sindicalismo mexicano. Tiene sus orígenes en la presidencia de nuestro general Lázaro Cárdenas. Ya sé que este espacio no es clase de historia, pero no se puede explicar la hegemonía del PRI en nuestro país sin la creación de los sindicatos y el voto corporativo. Actualmente las muy añejas CTM, CROM y CROC se mueven para tratar de mantener su férreo control sobre la mayoría de los contratos colectivos de trabajo, en tanto que la incorporación al mapa laboral de la CIT del senador Napoleón Gómez Urrutia hace aún más inestable el entorno.

Inestabilidad. No son ajenos a esta inestabilidad laboral otros sindicatos agrupados en la UNT, encabezada por el líder de los telefonistas Francisco Hernández Juárez, que junto con los sindicatos universitarios (recordemos que la UAM está en huelga), reclaman también sus espacios. En suma, mientras la CIT quiere aumentar su membresía e invita a los sindicatos de la UNT incorporarse a esa central, las viejas CTM, CROM y CROC se reorganizan junto con los agremiados a sus centrales.

Paros. Las empresas han sido afectadas por las decenas de paros en maquiladoras del norte del país; en Matamoros paró una filial de una refresquera por estas disputas sindicales. Walmart también ha quedado en medio de una disputa estrictamente sindical, y la realidad es que la membresía de las centrales obreras es francamente mínima en muchas de estas grandes empresas.

Lo que no dice el líder de la CROC, Isaías González, es que de los 190 mil empleados de Walmart, tan solo ocho mil están incluidos en los contratos colectivos de trabajo de su central. A esa cantidad, habría que restarle mil 500 trabajadores en el estado de Jalisco, donde ya se deslindaron de la organización, con lo que hablamos de seis mil 500 afiliados, tan solo el tres por ciento de la plantilla laboral de la empresa de ventas minoristas. No se lo digan a nadie, pero en medio de la lucha de poder entre sindicatos para ganar posiciones, sí vienen cambios legales y muy pronto.

¿Tecnócratas por el PRI? Meade y Videgaray desean imponer su dirigencia en el PRI. Ese fue el tema de la taquiza de la semana pasada en el cumpleaños del primero. El empresariado pidió un taquito de al pastor para Alito, que lo ve como un vocero de sus intereses frente a AMLO. Peeero como siempre a la comilona no llegaron las bases, otra vez burlardas. Entonces ¡dos de suadero! Con harta salsa y cebolla. Chale...

Académico y comunicólogo

político por la FCPyS-UNAM.

@gersonmecalco