Rector es la denominación del humanista o el científico que rige una universidad o una institución de altos estudios técnicos y científicos, con base en su prestigio como profesor y su capacidad de captar la atención y mover la emoción de grupos numerosos de alumnos y maestros. Es institución de altos estudios una Universidad o un conjunto de ellas, un instituto Tecnológico, un Instituto Politécnico o un conjunto de estas instituciones. Vienen a la mente las grandes concentraciones universitarias como la Universidad de California, denominación con la que se identifica al conjunto de campos universitarios más grande el mundo: Los Ángeles, Berkely, Davis, San Diego, San Francisco, Irvine. Y la mega universidad de un solo campo con varios circuitos --el Nabor Carrillo Flores, y el Mario de la Cueva-- cuya sede de edificios administrativos es la mejor lograda del mundo: la Rectoría, la Biblioteca Central, los Institutos de Humanidades y Ciencias, y el maravilloso estadio Olímpico, sede de los juegos de 1968 en cuya pistas se iniciara el cambio existencial y político y el renacimiento de los estudios humanísticos, científicos, filosóficos y políticos del mundo contemporáneo, y las sociedades de la tecnología aplicada a la supuesta nueva comunicación entre los seres racionales que apretadamente pueblan la tierra.
De un Rector, habría que destacar, su capacidad para obtener afecto y atención inmediata de grupos de 50 a 150 alumnos durante dos o tres horas seguidas. Y que pueda contestar preguntas, desentrañar --mediante el diálogo—las incógnitas que plantean los alumnos de humanidades, ciencias puras y aplicadas, y la matemática, para todo tipo de propósitos y explicaciones del mundo inmediato, del intergaláctico y los mundos subterráneos, y los de superficie en los conjuntos de tejidos celestes orbitales.
Además el educador-rector también debe tener la capacidad de crear lazos afectivos, amistosos y de cercana confianza con sus alumnos. Humberto Eco al contestar las preguntas de tres o cuatro atrevidas jóvenes literatas puertorriqueñas que fueron a entrevistarlo a él y a otros europeos, y del mega continente americano, les advirtió: “si transcurridos los primeros cinco minutos de la primera clase, no sienten que captaron el corazón y el entendimiento de sus alumnos, digan ¡con permiso! y márchense a buscar mejor suerte. Maestro es una cualidad que existencialmente se capta en un segundo.
Pocos Rectores de la Nacional Autónoma han sido relectos para presidirla durante un segundo cuatrienio. Los más recordados: Nabor Carrillo Flores, Javier Barros Sierra –rector de Rectores-- Guillermo Soberón, Juan Ramón de Fuente y José Narro Robles. Este último hizo carrera en y dentro de la UNAM. Su última posición, la de Secretario Salud, la asumió con la seguridad que le propiciaron sus antecedentes académicos y sus servicios a la UNAM, que le permitieron conocer y sentir a México, como nación y como organización política y administrativa, en permanente cambio a partir de 1968.
Este extenso preámbulo se debe a un acontecimiento académico en Toluca, una de las sedes de una joven institución universitaria denominada Univer Milenium. Allí habló Narro el jueves --Rector dos veces de la UNAM, hoy Secretario de Salud. Esa sede universitaria se encuentra en pleno corazón urbano de la Toluca. Durante más de una hora el dos veces Rector de la UNAM, y actual Secretario de Salud, mantuvo arrobado a un auditorio de mil estudiantes y profesores con una plática que abarcó los cuatro puntos cardinales de México, la milenaria sede de una de las cinco culturas originales del mundo: Mesopotamia, Egipto, China, Valle del Indo, Área Andina y Meso América-México. Y a la salida de la plática, no se alteró el tránsito de vehículos ni de personas. Una universidad en el corazón de una Capital. Como ocurre cuando hay Rector.
