/ viernes 23 de agosto de 2019

¿Redes sociales, disruptoras de paz?

Por: Luisa Castillo Gavioto

La vida está llena de matices y perspectivas distintas, las Redes Sociales (RS) no son la excepción. Éstas son herramientas actuales que han servido para comunicar e informar en tiempo real al ser humano. No obstante, no siempre han sido enriquecedoras, muchas veces causan conflicto y desinformación. El objetivo de este artículo es entender que la forma en la que utilizamos las redes las hacen un instrumento de construcción o de disrupción de la paz.

La parte positiva de las RS consiste en la manera de conectar a dos o más grupos para que puedan compartir sus ideas. De esta forma, se promueve la reducción de los prejuicios y hostilidades, ya que el uso del Internet puede generar un contacto intergrupal efectivo, un entorno seguro, reducir la ansiedad, recortar distancias geográficas, disminuir significativamente los costos y establecer un estatus igual, así como un intercambio más íntimo de manera gradual y un contacto cooperativo, todo esto en comparación con un encuentro cara a cara (Amichai‐Hamburger y McKenna, 2006). Esto fue ilustrado en un artículo, donde se utilizaron las RS para establecer contacto entre jóvenes israelíes y palestinos. Como resultado, se obtuvo un aumento en las similitudes, se redujo el prejuicio y se favoreció la paz (Sher y Sturm, 2018).

En su contraparte, el Internet ha ayudado a los grupos terroristas y de extrema derecha a esparcir su propaganda e ideología a miles de simpatizantes por todo el mundo. Las RS como Twitter, Facebook y YouTube son utilizadas cada vez más para reclutar nuevos miembros. Estas plataformas son generalmente de fácil acceso y el libre flujo de información permite la difusión de ideas que fomentan la intolerancia. Dos ejemplos que ilustran esta situación: 1) ISIS ha utilizado a las RS para propagar sus ideas (Awan, 2017) y 2) la historia de Caleb Cain, quien dio su testimonio acerca de cómo fue absorbido por un vórtice de políticas de extrema derecha al ver vídeos en YouTube (Rose, 2019).

Para finalizar, esto no quiere decir que las RS sean positivas o negativas, sino que son herramientas que ayudan al ser humano para un fin, es decir, los mismos instrumentos (chat, tweet, imágenes) que se usan para radicalizar son también los que se usan para acercar grupos. Es por ello que, es importante construirnos una opinión crítica para saber cuándo dar y recibir información. Tal opinión se cimenta escuchando, leyendo y contrastando varios puntos de vista. En fin, las RS están para quedarse y es necesario saber y aprender cómo utilizarlas de manera fructífera para que aporten a la construcción de paz.

Por: Luisa Castillo Gavioto

La vida está llena de matices y perspectivas distintas, las Redes Sociales (RS) no son la excepción. Éstas son herramientas actuales que han servido para comunicar e informar en tiempo real al ser humano. No obstante, no siempre han sido enriquecedoras, muchas veces causan conflicto y desinformación. El objetivo de este artículo es entender que la forma en la que utilizamos las redes las hacen un instrumento de construcción o de disrupción de la paz.

La parte positiva de las RS consiste en la manera de conectar a dos o más grupos para que puedan compartir sus ideas. De esta forma, se promueve la reducción de los prejuicios y hostilidades, ya que el uso del Internet puede generar un contacto intergrupal efectivo, un entorno seguro, reducir la ansiedad, recortar distancias geográficas, disminuir significativamente los costos y establecer un estatus igual, así como un intercambio más íntimo de manera gradual y un contacto cooperativo, todo esto en comparación con un encuentro cara a cara (Amichai‐Hamburger y McKenna, 2006). Esto fue ilustrado en un artículo, donde se utilizaron las RS para establecer contacto entre jóvenes israelíes y palestinos. Como resultado, se obtuvo un aumento en las similitudes, se redujo el prejuicio y se favoreció la paz (Sher y Sturm, 2018).

En su contraparte, el Internet ha ayudado a los grupos terroristas y de extrema derecha a esparcir su propaganda e ideología a miles de simpatizantes por todo el mundo. Las RS como Twitter, Facebook y YouTube son utilizadas cada vez más para reclutar nuevos miembros. Estas plataformas son generalmente de fácil acceso y el libre flujo de información permite la difusión de ideas que fomentan la intolerancia. Dos ejemplos que ilustran esta situación: 1) ISIS ha utilizado a las RS para propagar sus ideas (Awan, 2017) y 2) la historia de Caleb Cain, quien dio su testimonio acerca de cómo fue absorbido por un vórtice de políticas de extrema derecha al ver vídeos en YouTube (Rose, 2019).

Para finalizar, esto no quiere decir que las RS sean positivas o negativas, sino que son herramientas que ayudan al ser humano para un fin, es decir, los mismos instrumentos (chat, tweet, imágenes) que se usan para radicalizar son también los que se usan para acercar grupos. Es por ello que, es importante construirnos una opinión crítica para saber cuándo dar y recibir información. Tal opinión se cimenta escuchando, leyendo y contrastando varios puntos de vista. En fin, las RS están para quedarse y es necesario saber y aprender cómo utilizarlas de manera fructífera para que aporten a la construcción de paz.