Resolver el problema de la educación en México no es solamente proporcionar a todos los mexicanos elementos materiales para que puedan aprender a desempeñar un trabajo, un oficio o una profesión con la que ganarse la vida. Resolver este problema requiere además mantener una conciencia de la comunidad nacional, que puede hacer especialmente fecunda la convivencia y próspero al país
Adolfo Christlieb Ibarrola
A principios de diciembre del año pasado el presidente de la República, anunció la abrogación de la reforma educativa y días más tarde se presentó la propuesta del Gobierno Federal, que más allá de ser una propuesta que mejore la educación, refleja la molestia con la última gran reforma y los acuerdos electorales de un partido con los sindicatos magisteriales.
Con el antecedente de que la propuesta del Ejecutivo en lugar de ser un proyecto que responda a las necesidades de formación, es una respuesta a las exigencias de un sector del Sistema Educativo, la oposición (PAN, PRI, PRD y MC) en un ejercicio colaborativo con apoyo de especialistas y sociedad civil, presentamos una reforma educativa Integral que corrige las deficiencias sustantivas y da un paso certero hacia el mejoramiento de la educación.
En la iniciativa presentada se mantiene la rectoría del Estado en materia educativa y la calidad sigue siendo uno de los propósitos fundamentales, además de contener los principios de inclusión, interculturalidad y desarrollo sostenible.
Se reconoce a los estudiantes como titulares del goce y efectivo ejercicio del derecho a la educación. Se respeta la autonomía universitaria y la obligación de garantizar la educación inicial y se propone la obligación del Estado de impartir educación superior. Incorpora el enfoque de derechos humanos e igualdad sustantiva y el reconocimiento del derecho a la ciencia y a gozar de los beneficios del desarrollo científico y sus aplicaciones.
Otro de los puntos fundamentales que atiende es el reconocimiento de los docentes como agentes primordiales en la calidad y la transformación de la educación para dignificar su papel y establece las condiciones para promover que estos sean altamente calificados, que sean remunerados justamente y que tengan las herramientas para su continuo desarrollo como profesionales. La evaluación no se elimina, pero si la permanencia de los maestros a partir de los resultados, atendiendo a la principal demanda del magisterio.
El énfasis de la propuesta es la función pedagógica del Sistema Educativo y para ello se crea un organismo autónomo en materia de evaluación educativa dedicado a la mejora continua de la eduacación.
En nuestro país durante muchas décadas el Sistema Educativo fue cooptado por los intereses políticos, laborales y sindicales de los maestros y sería un retroceso regresar a dicho modelo. Los avances en innovación, igualdad y evaluación de los últimos 20 años han sido un referente positivo, pero esto no quiere decir que el Sistema este consolidado o que no existan elementos perfectibles y por ello la reforma propuesta por la oposición reconoce los avances logrados y marca la pauta para lograr en México una auténtica economía del conocimiento.
@JCRomeroHicks
