/ viernes 15 de noviembre de 2019

Regular vaporizadores y cigarrillos electrónicos

En nuestro país cerca de un millón de personas utilizan los llamados “vaporizadores” y “cigarros electrónicos”, por lo que es necesario que se conozcan los riesgos que representan para la salud.

Por tal motivo, hace unos días presenté una iniciativa a fin de reformar la Ley General para el Control del Tabaco. Cabe destacar que ante la prohibición de la venta y consumo de estos productos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, declaró inconstitucional esa decisión, pues argumentó: “no se puede atentar contra el derecho al libre comercio y al libre desarrollo de la personalidad”.

Un problema que debemos reconocer, es que desafortunadamente cigarros electrónicos y dispositivos de vapeo están al alcance de todos, incluso de niñas, niños y adolescentes, pues son exhibidos en establecimientos formales e informales, centros comerciales, tiendas especializadas, plataformas de comercio electrónico, incluso se venden a través de aplicaciones y hasta se pueden encontrar vía WhatsApp.

Datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017 (ENCODAT), indican que en México hay alrededor de 14.9 millones de fumadores de entre 12 y 65 años de edad, de los cuales 5.9% dijo haber probado alguna vez el cigarro electrónico, y se calcula que más de 975 mil personas usan dispositivos de vapeo y cigarros electrónicos en nuestro país.

Recientemente se hicieron públicos diversos casos de incidentes causados por el uso de “vaporizadores” y cigarros electrónicos, mismos que la Organización Mundial de la Salud denomina Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN) y Sistemas Similares Sin Nicotina (SSSN).

De acuerdo con resultados de una encuesta, de octubre pasado, realizada por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, se deja ver que los grandes responsables de los daños en pulmones que ocasiona el consumo de estos productos tienen que ver con los ingredientes que se agregan a los cigarros electrónicos y a los vaporizadores, que no cuentan con controles de calidad y se venden de manera clandestina.

En México, el pasado 10 de septiembre, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) emitió una alerta para que los usuarios de los dispositivos electrónicos de administración de nicotina fueran valorados de manera urgente en caso de presentar falta de aire progresiva o tos con fiebre, debido al brote grave de daño pulmonar que ocurrió en los Estados Unidos.

En mayo de este año, institutos nacionales de salud y hospitales federales hicieron un posicionamiento sobre los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina al que se adhirió la Cofepris, quienes recomendaron que estos dispositivos deben ser regulados.

En resumen, tenemos problemas graves que está a la vista, por una parte el hecho de que los menores de edad tienen acceso a estos productos y los adultos que deciden usarlos no tienen información certera y clara sobre lo que consumen, mientras que por otra parte, las autoridades no tienen capacidad de vigilancia sobre este mercado ni han aprovechado las “oportunidades” de recaudación en materia fiscal.

Otro aspecto importante que se debe tocar es el que tiene que ver con la afectación a terceros. En el país, en los estados de Aguascalientes, Baja California, Chiapas, Ciudad de México, Coahuila y Guanajuato se han promovido iniciativas para incorporar al cigarro electrónico dentro de la prohibición de productos a usar en espacios 100% libres de humo. Por fortuna en este año ya se avanzó en Aguascalientes y Chiapas. Espero que esto mismo suceda pronto en Sonora.

Con esta reforma a la ley que propongo, lograremos contar con una salvaguarda jurídica sobre la fabricación de los dispositivos de vapeo; su distribución y comercialización, incluida la publicidad y etiquetado claro; definir quién puede adquirirlos legalmente, excluyendo a menores de edad; y en qué espacios podrán ser utilizados para no afectar a terceros.

Esperamos encontrar voluntad política en el Congreso Federal para atender esta problemática que hoy pone en riesgo la salud de muchas personas.

Sobre este tema ¿Cual es tu opinión?


*Diputada federal de Morena.

En nuestro país cerca de un millón de personas utilizan los llamados “vaporizadores” y “cigarros electrónicos”, por lo que es necesario que se conozcan los riesgos que representan para la salud.

Por tal motivo, hace unos días presenté una iniciativa a fin de reformar la Ley General para el Control del Tabaco. Cabe destacar que ante la prohibición de la venta y consumo de estos productos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, declaró inconstitucional esa decisión, pues argumentó: “no se puede atentar contra el derecho al libre comercio y al libre desarrollo de la personalidad”.

Un problema que debemos reconocer, es que desafortunadamente cigarros electrónicos y dispositivos de vapeo están al alcance de todos, incluso de niñas, niños y adolescentes, pues son exhibidos en establecimientos formales e informales, centros comerciales, tiendas especializadas, plataformas de comercio electrónico, incluso se venden a través de aplicaciones y hasta se pueden encontrar vía WhatsApp.

Datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017 (ENCODAT), indican que en México hay alrededor de 14.9 millones de fumadores de entre 12 y 65 años de edad, de los cuales 5.9% dijo haber probado alguna vez el cigarro electrónico, y se calcula que más de 975 mil personas usan dispositivos de vapeo y cigarros electrónicos en nuestro país.

Recientemente se hicieron públicos diversos casos de incidentes causados por el uso de “vaporizadores” y cigarros electrónicos, mismos que la Organización Mundial de la Salud denomina Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN) y Sistemas Similares Sin Nicotina (SSSN).

De acuerdo con resultados de una encuesta, de octubre pasado, realizada por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, se deja ver que los grandes responsables de los daños en pulmones que ocasiona el consumo de estos productos tienen que ver con los ingredientes que se agregan a los cigarros electrónicos y a los vaporizadores, que no cuentan con controles de calidad y se venden de manera clandestina.

En México, el pasado 10 de septiembre, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) emitió una alerta para que los usuarios de los dispositivos electrónicos de administración de nicotina fueran valorados de manera urgente en caso de presentar falta de aire progresiva o tos con fiebre, debido al brote grave de daño pulmonar que ocurrió en los Estados Unidos.

En mayo de este año, institutos nacionales de salud y hospitales federales hicieron un posicionamiento sobre los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina al que se adhirió la Cofepris, quienes recomendaron que estos dispositivos deben ser regulados.

En resumen, tenemos problemas graves que está a la vista, por una parte el hecho de que los menores de edad tienen acceso a estos productos y los adultos que deciden usarlos no tienen información certera y clara sobre lo que consumen, mientras que por otra parte, las autoridades no tienen capacidad de vigilancia sobre este mercado ni han aprovechado las “oportunidades” de recaudación en materia fiscal.

Otro aspecto importante que se debe tocar es el que tiene que ver con la afectación a terceros. En el país, en los estados de Aguascalientes, Baja California, Chiapas, Ciudad de México, Coahuila y Guanajuato se han promovido iniciativas para incorporar al cigarro electrónico dentro de la prohibición de productos a usar en espacios 100% libres de humo. Por fortuna en este año ya se avanzó en Aguascalientes y Chiapas. Espero que esto mismo suceda pronto en Sonora.

Con esta reforma a la ley que propongo, lograremos contar con una salvaguarda jurídica sobre la fabricación de los dispositivos de vapeo; su distribución y comercialización, incluida la publicidad y etiquetado claro; definir quién puede adquirirlos legalmente, excluyendo a menores de edad; y en qué espacios podrán ser utilizados para no afectar a terceros.

Esperamos encontrar voluntad política en el Congreso Federal para atender esta problemática que hoy pone en riesgo la salud de muchas personas.

Sobre este tema ¿Cual es tu opinión?


*Diputada federal de Morena.

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