/ miércoles 17 de febrero de 2021

Relación bilateral México – Estados Unidos en materia ambiental

Hoy México tiene una gran oportunidad para reestablecer la relación con Estados Unidos y para que nuestro nuevo embajador en la Unión Americana empiece a impulsar la agenda ambiental bilateral que encuentra su sustento en la vecindad natural que nos permite compartir ecosistemas, especies, ríos y cultura a lo largo de nuestros 3200 kms. de frontera; de suyo , la agenda ambiental debe de ser un tema amable.

El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio un buen mensaje político al expresar su compromiso respecto a la suspensión de la construcción del muro; , además, en materia ambiental, se trata de una situación de gana – gana porque las especies de vida silvestre fronterizas pueden transitar libremente, sin afectar a los ecosistemas mismos. Por ello, se convierte en una ventana de oportunidad para la agenda ambiental en materia de conservación de la diversidad fronteriza, por ejemplo, del lobo gris mexicano, una especie emblemática y al mismo tiempo una especie compartida en peligro de extinción, y de otras especies como el tapir y el venado, que se han visto imposibilitadas para movilizarse en este espacio compartido.

En el mismo sentido, el tema de la circulación de agua en la frontera se verá beneficiado con la suspensión de la construcción del muro, lo que posiciona también la agenda azul. Esto va de la mano con el compromiso que hizo Estados Unidos de conservar el 30% de especies terrestres y marinas para 2030, por lo que la agenda verde se convierte en una agenda muy importante.

En materia energética el presidente Biden presenta un plan muy ambicioso a realizar con base en una inversión sin precedente de dos trillones de dólares para enfrentar el problema ambiental global de cambio climático; esto, además, con un toque propio que es el de la justicia ambiental, que se traduce en darle atención a las comunidades más necesitadas.

En materia de economía y energía propone terminar con todos los subsidios a los combustibles fósiles para 2022; sin embargo, hay opiniones encontradas, si bien el eje rector del Ejecutivo es posicionar la materia de cambio y sentar las bases de transformación del país para la siguiente década. Por lo tanto, veremos en los próximos cuatro años cambios importantes en la estructura legislativa y econonómica que posibilitan las tranformaciones planteadas. El gran reto para México es aprovechar lo que va haciendo nuestro país vecino, como una ventana de oportunidad.

En materia de agenda internacional, lo más destacado ha sido el regreso de Estados Unidos al Acuerdo de París, que en noviembre de 2020 había abandonado formalmente; ahora habrá que estar pendientes de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC por sus siglas en inglés) que presente este país. Pero sin lugar a dudas, el presidente Biden le apuesta a retomar el liderazgo de su país en la comunidad internacional respecto a la agenda de Cambio Climático, y es en este aspecto donde podremos tener más roces; y es que mientras ellos están robusteciendo su posición en la agenda, en México, la discusión de la iniciativa preferente para fortalecer la soberanía energética y fortalecer el liderazgo de la Comisión Federal de Electricidad ( CFE) para justificar el uso de combustibles fósiles y seguir adelante con el desmantelamiento de la ley de transición energética, nos separa cada vez más. A pesar de que México tiene un trabajo de muchos años en la materia, nuestros principales problemas estriban en que falta compromiso de los gobiernos subnacionales, principalmente por la falta de recursos económicos, además de que existe un desbalance importante entre la agenda de mitigación y la de adaptación.

Asimismo, el presidente Biden ordenó tomar en cuenta el cambio climático dentro de la agenda de seguridad nacional de EUA y estar al tanto de las principales amenazas de este problema mundial.

Otra ventana de oportunidad se nos presenta ante el llamado del presidente Biden para realizar la reunión de líderes mundiales el 22 de abril de 2021 en EUA, donde seguramente uno de los temas de agenda será los nuevos compromisos de los acuerdos verdes, tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea; por parte de China alcanzar la neutralidad de emisiones para 2050, y los dos primeros y China para 2060; por todo ello, México no debe de continuar en la dirección contraria.

En México falta trazar una visión de largo plazo para orientarnos hacia dónde va la economía mundial, que es el impulso a la economía baja en carbono. México se comprometió, en el marco del Acuerdo de París, a reducir el 22% las emisiones para 2030, y hoy pareciera que estamos empezando a trazar un escenario de incluso subir dichas emisiones. No podemos ir en contra de lo que está ocurriendo en la comunidad internacional; debemos tener una estrategia y aprovechar este nuevo momento que la agenda ambiental está encontrando en la nueva administración de nuestro país vecino; deberemos convertir las inercias en oportunidades nacionales.

Hoy México tiene una gran oportunidad para reestablecer la relación con Estados Unidos y para que nuestro nuevo embajador en la Unión Americana empiece a impulsar la agenda ambiental bilateral que encuentra su sustento en la vecindad natural que nos permite compartir ecosistemas, especies, ríos y cultura a lo largo de nuestros 3200 kms. de frontera; de suyo , la agenda ambiental debe de ser un tema amable.

El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio un buen mensaje político al expresar su compromiso respecto a la suspensión de la construcción del muro; , además, en materia ambiental, se trata de una situación de gana – gana porque las especies de vida silvestre fronterizas pueden transitar libremente, sin afectar a los ecosistemas mismos. Por ello, se convierte en una ventana de oportunidad para la agenda ambiental en materia de conservación de la diversidad fronteriza, por ejemplo, del lobo gris mexicano, una especie emblemática y al mismo tiempo una especie compartida en peligro de extinción, y de otras especies como el tapir y el venado, que se han visto imposibilitadas para movilizarse en este espacio compartido.

En el mismo sentido, el tema de la circulación de agua en la frontera se verá beneficiado con la suspensión de la construcción del muro, lo que posiciona también la agenda azul. Esto va de la mano con el compromiso que hizo Estados Unidos de conservar el 30% de especies terrestres y marinas para 2030, por lo que la agenda verde se convierte en una agenda muy importante.

En materia energética el presidente Biden presenta un plan muy ambicioso a realizar con base en una inversión sin precedente de dos trillones de dólares para enfrentar el problema ambiental global de cambio climático; esto, además, con un toque propio que es el de la justicia ambiental, que se traduce en darle atención a las comunidades más necesitadas.

En materia de economía y energía propone terminar con todos los subsidios a los combustibles fósiles para 2022; sin embargo, hay opiniones encontradas, si bien el eje rector del Ejecutivo es posicionar la materia de cambio y sentar las bases de transformación del país para la siguiente década. Por lo tanto, veremos en los próximos cuatro años cambios importantes en la estructura legislativa y econonómica que posibilitan las tranformaciones planteadas. El gran reto para México es aprovechar lo que va haciendo nuestro país vecino, como una ventana de oportunidad.

En materia de agenda internacional, lo más destacado ha sido el regreso de Estados Unidos al Acuerdo de París, que en noviembre de 2020 había abandonado formalmente; ahora habrá que estar pendientes de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC por sus siglas en inglés) que presente este país. Pero sin lugar a dudas, el presidente Biden le apuesta a retomar el liderazgo de su país en la comunidad internacional respecto a la agenda de Cambio Climático, y es en este aspecto donde podremos tener más roces; y es que mientras ellos están robusteciendo su posición en la agenda, en México, la discusión de la iniciativa preferente para fortalecer la soberanía energética y fortalecer el liderazgo de la Comisión Federal de Electricidad ( CFE) para justificar el uso de combustibles fósiles y seguir adelante con el desmantelamiento de la ley de transición energética, nos separa cada vez más. A pesar de que México tiene un trabajo de muchos años en la materia, nuestros principales problemas estriban en que falta compromiso de los gobiernos subnacionales, principalmente por la falta de recursos económicos, además de que existe un desbalance importante entre la agenda de mitigación y la de adaptación.

Asimismo, el presidente Biden ordenó tomar en cuenta el cambio climático dentro de la agenda de seguridad nacional de EUA y estar al tanto de las principales amenazas de este problema mundial.

Otra ventana de oportunidad se nos presenta ante el llamado del presidente Biden para realizar la reunión de líderes mundiales el 22 de abril de 2021 en EUA, donde seguramente uno de los temas de agenda será los nuevos compromisos de los acuerdos verdes, tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea; por parte de China alcanzar la neutralidad de emisiones para 2050, y los dos primeros y China para 2060; por todo ello, México no debe de continuar en la dirección contraria.

En México falta trazar una visión de largo plazo para orientarnos hacia dónde va la economía mundial, que es el impulso a la economía baja en carbono. México se comprometió, en el marco del Acuerdo de París, a reducir el 22% las emisiones para 2030, y hoy pareciera que estamos empezando a trazar un escenario de incluso subir dichas emisiones. No podemos ir en contra de lo que está ocurriendo en la comunidad internacional; debemos tener una estrategia y aprovechar este nuevo momento que la agenda ambiental está encontrando en la nueva administración de nuestro país vecino; deberemos convertir las inercias en oportunidades nacionales.