/ jueves 14 de abril de 2022

Revocación a la mexicana

A los verdugos les reconoce siempre, tienen cara de miedo.

Jean Paul Sartre


1. Los datos. AMLO festeja y le llama éxito a su “ratificación” del 92%, que en términos absolutos representa 16.5 millones de personas. Un poco más de la mitad de los que lo llevaron a la presidencia de la república en 2018. Sin embargo, 8 de cada 10 ciudadanos, de un total de 92 millones registrados en el padrón electoral, decidió, por distintos motivos, no ir a las urnas.

Por otra parte, la competencia por las cuotas en los estados dejó algunos saldos que seguramente provocarán reprimendas a los gobernadores por parte de su jefe. Prometieron y no cumplieron, tal es caso de Claudia Sheinbaum, quien después de su espectacular mitin, apenas logró que votaran un millón 502 mil 531 personas, el 19.7% total del padrón electoral. Superada por Campeche, 27%; Chiapas, 32%; Guerrero, 24%; Nayarit, 20%; Oaxaca, 23.5%; Tlaxcala, 24.9%; Veracruz, 26.8%; Yucatán, 21.1%; y, el caso notable de Tabasco donde se obtuvo el 35.9%. En contraste, otros, de dominio morenista, como Michoacán, Sonora o Zacatecas exhibieron cifras relativamente bajas. Por cierto, de muy poco sirvió que el Secretario de Gobernación fuera a gritonear a las calles de Sonora, esa entidad apenas aportó el 13.9 % de su padrón.

2. La soberbia. Dicen los feligreses del señor de Palacio que esos 15 millones superan la votación del PAN y el PRI en 2018, lo cual, bajo una mirada superficial, es cierto, y que, en consecuencia, con ese voto duro proyectan con fanfarrias que la elección para 2024 será favorable para Morena. Esta narrativa tiene un pequeño gran problema: López Obrador no estará en la boleta y eso cambia sustancialmente el escenario, máxime si tenemos presente que en los comicios presidenciales los electores personalizan su decisión, dejando en segundo plano al partido postulante. ¿Se puede afirmar que la candidatura de Morena -matizando quien sea el elegido- tendría el fuerte atractivo de AMLO? Que no se confíen, todavía falta ver cómo las pandillas de Morena se despedazan por los múltiples mendrugos de poder.

3. La simulación. Lo que presenciamos el domingo pasado fue el mundo al revés. Los que debieron promover la revocación no lo hicieron y dejaron el paso para la violacion de la constitución por un inmenso batallón de funcionarios públicos, empezando por el presidente de la república.

Epílogo. Si la propuesta de reforma eléctrica de AMLO no es aprobada, como todo indica por la Cámara de Diputados, será una dura derrota para quien se ostenta como el único dueño del poder político.


pedropenaloza@yahoo.com/Twitter:@pedro_penaloz

A los verdugos les reconoce siempre, tienen cara de miedo.

Jean Paul Sartre


1. Los datos. AMLO festeja y le llama éxito a su “ratificación” del 92%, que en términos absolutos representa 16.5 millones de personas. Un poco más de la mitad de los que lo llevaron a la presidencia de la república en 2018. Sin embargo, 8 de cada 10 ciudadanos, de un total de 92 millones registrados en el padrón electoral, decidió, por distintos motivos, no ir a las urnas.

Por otra parte, la competencia por las cuotas en los estados dejó algunos saldos que seguramente provocarán reprimendas a los gobernadores por parte de su jefe. Prometieron y no cumplieron, tal es caso de Claudia Sheinbaum, quien después de su espectacular mitin, apenas logró que votaran un millón 502 mil 531 personas, el 19.7% total del padrón electoral. Superada por Campeche, 27%; Chiapas, 32%; Guerrero, 24%; Nayarit, 20%; Oaxaca, 23.5%; Tlaxcala, 24.9%; Veracruz, 26.8%; Yucatán, 21.1%; y, el caso notable de Tabasco donde se obtuvo el 35.9%. En contraste, otros, de dominio morenista, como Michoacán, Sonora o Zacatecas exhibieron cifras relativamente bajas. Por cierto, de muy poco sirvió que el Secretario de Gobernación fuera a gritonear a las calles de Sonora, esa entidad apenas aportó el 13.9 % de su padrón.

2. La soberbia. Dicen los feligreses del señor de Palacio que esos 15 millones superan la votación del PAN y el PRI en 2018, lo cual, bajo una mirada superficial, es cierto, y que, en consecuencia, con ese voto duro proyectan con fanfarrias que la elección para 2024 será favorable para Morena. Esta narrativa tiene un pequeño gran problema: López Obrador no estará en la boleta y eso cambia sustancialmente el escenario, máxime si tenemos presente que en los comicios presidenciales los electores personalizan su decisión, dejando en segundo plano al partido postulante. ¿Se puede afirmar que la candidatura de Morena -matizando quien sea el elegido- tendría el fuerte atractivo de AMLO? Que no se confíen, todavía falta ver cómo las pandillas de Morena se despedazan por los múltiples mendrugos de poder.

3. La simulación. Lo que presenciamos el domingo pasado fue el mundo al revés. Los que debieron promover la revocación no lo hicieron y dejaron el paso para la violacion de la constitución por un inmenso batallón de funcionarios públicos, empezando por el presidente de la república.

Epílogo. Si la propuesta de reforma eléctrica de AMLO no es aprobada, como todo indica por la Cámara de Diputados, será una dura derrota para quien se ostenta como el único dueño del poder político.


pedropenaloza@yahoo.com/Twitter:@pedro_penaloz

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