El coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal siempre ha actuado con congruencia. Actúa como piensa, en lo que él cree. Por eso se puso en el ojo del huracán al rebelarse y fijar sus propios temas en la LXIV Legislatura.
Después de la polémica que generó con su propuesta de reducir o eliminar las comisiones que cobran los bancos y oponerse a la amnistía a los corruptos, la mirada está puesta en su permanencia en la coordinación legislativa.
Sin embargo, si algo distingue a Monreal Ávila es la congruencia. Así lo hemos visto a lo largo de los años. Esa congruencia que lo llevó a dejar el PRI en 1998, cuando siendo el más popular en Zacatecas para ser el candidato a gobernador por éste partido, la dirigencia nacional priista encabezada por Mariano Palacios Alcocer se dedicó a denostarlo.
Por más que Monreal pedía que pararan las agresiones y en todo caso lo vencieran con votos, nada pasó y así lo llevaron a dejar el PRI, se fue al PRD y luego siguió a Andrés Manuel López Obrador, hasta llevarlo a la Presidencia de la República. Porque si bien nadie regatea la empatía que el futuro Presidente de México tiene con una buena parte de los mexicanos, es claro que la capacidad negociadora del senador Monreal ayudó en mucho a la formación del Movimiento de Regeneración Nacional.
Monreal Ávila no es ningún improvisado, en su paso por la Gobernatura de Zacatecas logró ubicar a la entidad como un importante atractivo turístico y como delegado en Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, también logró importantes avances como la apertura a las inversiones, la reorganización del comercio ambulante y mejoras en la infraestructura vial, de agua potable y alcantarillado de lo que hoy es alcaldía.
Sin duda, la experiencia en el Legislativo y en el Ejecutivo son la mejor arma del coordinador de los senadores de Morena, por eso está ahí, y también esa misma experiencia le permite decir que si López Obrador quiere que deje de ser coordinador, lo dejaría de ser. Acertada su posición y sin asumir que en la política nada es para siempre ni por siempre, hay vaivenes, hay intereses y muchos empujones, que los enseñan a ser precavidos y actuar con mucho sigilo.
Lo único que es un hecho es que Ricardo Monreal acompañará desde la trinchera donde lo pongan los seis años de López Obrador en la Presidencia de la República y seguirá siendo factor de gobernabilidad, ya que de su alcance en la negociación dependerá que muchas acciones legislativas que necesita el nuevo gobierno, se lleven a cabo con éxito.
Facebook Héctor Muñoz
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