/ lunes 27 de mayo de 2019

Salud, la verdadera crisis

La reciente renuncia de Germán Martínez como director del IMSS abrió un nuevo capítulo de la “cuarta transtornación”. El capítulo donde los allegados del presidente entienden que no se puede trabajar bajo una dictadura de ocurrencias y esperar que las cosas funcionen bien. La salud no es un privilegio y, por lo tanto, las improvisaciones y reglas de austeridad no se pueden seguir de la misma forma que en otros rubros.

Como parte de la política de ahorros del gobierno federal, durante el primer trimestre del año el IMSS dejó de ejercer 20 mil 96 millones de pesos del presupuesto que se autorizó en la Cámara de Diputados y ese ejemplo que saltó a la vista tras la renuncia de su director no es una excepción ni algo nuevo. Hacienda recortó 1, 201 millones de pesos al sector salud, lo cual representa más del 8% al total de recursos para el rubro.

Las zonas marginadas son las más afectadas por el cierre de unidades médicas y la suspensión de caravanas móviles. Más de 1,500 médicos fueron separados de sus funciones en los hospitales de alta especialidad, los técnicos que operaban equipos fueron despedidos y los programas prioritarios fueron suspendidos en todas las áreas. El Hospital más afectado por los recortes fue el Regional de Alta Especialidad del Bajío, con casi 69 millones. En el Hospital Infantil de México se recortaron 36 millones de pesos, lo que obligó a reducir 50% las operaciones de niñas y niños, el Instituto Nacional de Geriatría fue afectado con un recorte de 51 millones y así se puede seguir la lista con los institutos de pediatría, de perinatología, de rehabilitación y los hospitales de Yucatán, Oaxaca y Ciudad Victoria, entre muchos otros afectados.

Despidieron a 47,724 trabajadores de la Secretaría de Salud poniendo en riesgo de colapso al sistema y eso sin tomar en cuenta todos aquellos médicos y enfermeros que siguen trabajando, aunque no les han pagado y vemos haciendo manifestaciones en las que exigen, con toda razón, los sueldos que les deben. La crisis ya alcanzó a todo el país y además de los problemas mencionados, la centralización de recursos ha logrado que el desabasto de medicamentos supere el 40% en 9 estados de la República: Ciudad de México, Coahuila, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Nuevo León, Puebla y Tamaulipas.

No estamos viviendo una crisis del IMSS o de algunos doctores que fueron despedidos, estamos ante una crisis de todo el sector salud, así lo reflejan los pacientes no atendidos y así lo denuncian la falta de medicamentos, la falta de doctores, enfermeros y personal, y la falta de recursos para hospitales e institutos.

Mientras tanto, el presidente López Obrador considera que era peor en la administración pasada y las diputadas y diputados federales de Morena informaron que Hacienda tiene congeladas las cuentas para gasto en salud, que “están tranquilos porque el dinero está ahí” y que pedirán la comparecencia de Carlos Urzúa, Secretario de Hacienda, para que libere los recursos. Supongo que no concordaran con ellos los pacientes que aguardan atención en los pasillos o quienes esperan un medicamento del que depende su vida.

@JCRomeroHicks

Coordinador del Grupo Parlamentario del PAN

La reciente renuncia de Germán Martínez como director del IMSS abrió un nuevo capítulo de la “cuarta transtornación”. El capítulo donde los allegados del presidente entienden que no se puede trabajar bajo una dictadura de ocurrencias y esperar que las cosas funcionen bien. La salud no es un privilegio y, por lo tanto, las improvisaciones y reglas de austeridad no se pueden seguir de la misma forma que en otros rubros.

Como parte de la política de ahorros del gobierno federal, durante el primer trimestre del año el IMSS dejó de ejercer 20 mil 96 millones de pesos del presupuesto que se autorizó en la Cámara de Diputados y ese ejemplo que saltó a la vista tras la renuncia de su director no es una excepción ni algo nuevo. Hacienda recortó 1, 201 millones de pesos al sector salud, lo cual representa más del 8% al total de recursos para el rubro.

Las zonas marginadas son las más afectadas por el cierre de unidades médicas y la suspensión de caravanas móviles. Más de 1,500 médicos fueron separados de sus funciones en los hospitales de alta especialidad, los técnicos que operaban equipos fueron despedidos y los programas prioritarios fueron suspendidos en todas las áreas. El Hospital más afectado por los recortes fue el Regional de Alta Especialidad del Bajío, con casi 69 millones. En el Hospital Infantil de México se recortaron 36 millones de pesos, lo que obligó a reducir 50% las operaciones de niñas y niños, el Instituto Nacional de Geriatría fue afectado con un recorte de 51 millones y así se puede seguir la lista con los institutos de pediatría, de perinatología, de rehabilitación y los hospitales de Yucatán, Oaxaca y Ciudad Victoria, entre muchos otros afectados.

Despidieron a 47,724 trabajadores de la Secretaría de Salud poniendo en riesgo de colapso al sistema y eso sin tomar en cuenta todos aquellos médicos y enfermeros que siguen trabajando, aunque no les han pagado y vemos haciendo manifestaciones en las que exigen, con toda razón, los sueldos que les deben. La crisis ya alcanzó a todo el país y además de los problemas mencionados, la centralización de recursos ha logrado que el desabasto de medicamentos supere el 40% en 9 estados de la República: Ciudad de México, Coahuila, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Nuevo León, Puebla y Tamaulipas.

No estamos viviendo una crisis del IMSS o de algunos doctores que fueron despedidos, estamos ante una crisis de todo el sector salud, así lo reflejan los pacientes no atendidos y así lo denuncian la falta de medicamentos, la falta de doctores, enfermeros y personal, y la falta de recursos para hospitales e institutos.

Mientras tanto, el presidente López Obrador considera que era peor en la administración pasada y las diputadas y diputados federales de Morena informaron que Hacienda tiene congeladas las cuentas para gasto en salud, que “están tranquilos porque el dinero está ahí” y que pedirán la comparecencia de Carlos Urzúa, Secretario de Hacienda, para que libere los recursos. Supongo que no concordaran con ellos los pacientes que aguardan atención en los pasillos o quienes esperan un medicamento del que depende su vida.

@JCRomeroHicks

Coordinador del Grupo Parlamentario del PAN