/ domingo 6 de septiembre de 2020

Seguridad nacional y elecciones en EU

La inestabilidad en el entorno político laboral que ha caracterizado a la actual administración presidencial de ese país, no deja lugar a dudas que una vez que logre la reelección el próximo 3 de noviembre –de ser así, de nuevo se darán ajustes, conflictos, revelaciones y desde luego, reacciones por parte del actual jefe de la Casa Blanca. Libros, testimonios, sean de familiares directos o de ex colaboradores encargados de áreas muy sensibles en la diplomacia y la Seguridad Nacional, así como entrevistas e incluso la publicación de artículos de ex funcionarios y periodistas destacados, deja ver en claro, que no obstante ese ambiente adverso, el actual candidato presidencial del Partido Republican, puede triunfar.

Por su parte, el gobierno mexicano debiera estar preparando tanto el escenario de la reelección en Estados Unidos, como el de la victoria de Joseph Biden y su compañera de fórmula, Kamala Harris, para los sensibles asuntos de colaboración y cooperación en materias de Defensa, Seguridad e Inteligencia. Si bien es cierto, que gobierne quien gobierne en los Estados Unidos, prevalece una línea específica en cuanto a la defensa y proyección de sus intereses nacionales, desde luego que cada administración, como sucede en nuestro país, tiene sus acentos, preferencias y…prejuicios.

Volviendo al asunto de los efectos que pudiera tener el cambio de gobierno en los Estados Unidos, en la relación con México, las mencionadas áreas siempre han sido y de manera natural, un espacio para el entendimiento y la discrepancia. La cuestión es que prevalezca lo primero no obstante, la promoción de los intereses nacionales de cada país. Con revisar la lista de las prioridades de los Estados Unidos en cuanto a los desafíos georegionales, para México implica una sólida plataforma para la negociación y la cooperación. Es indudable, que en los siguientes años, las rivalidades comerciales y militares con la República Popular de China, con algunos acentos, van a continuar y que la caracterización geopolítica de nuestro país, lo llama a desempeñar un importante papel en los equilibrios comerciales, diplomáticos y de Seguridad Regional.

El Presidente de los Estados Unidos, en la semana pasada hizo un muy desafortunado comentario respecto de los militares de su país que habían muerto o sido heridos en combate en los diversos escenarios bélicos, calificándolos de una forma despectiva e incluso, con un feo insulto. Las relaciones civiles militares, allá o en cualquier otra democracia atienden a las dinámicas propias de cada sistema política y su historia. Igual que en México. Sólo que ahora, aquí tenemos una intensa y dinámica interrelación. Me parece, que es un buen principio para abrir una nueva etapa en cuanto a lo que desde los Estados Unidos pueda venir a partir de febrero, cuando inicie la gestión 2021-2024, en materias de Defensa, Seguridad e Inteligencia.


javierolivaposada@gmail.com

@JOPso


La inestabilidad en el entorno político laboral que ha caracterizado a la actual administración presidencial de ese país, no deja lugar a dudas que una vez que logre la reelección el próximo 3 de noviembre –de ser así, de nuevo se darán ajustes, conflictos, revelaciones y desde luego, reacciones por parte del actual jefe de la Casa Blanca. Libros, testimonios, sean de familiares directos o de ex colaboradores encargados de áreas muy sensibles en la diplomacia y la Seguridad Nacional, así como entrevistas e incluso la publicación de artículos de ex funcionarios y periodistas destacados, deja ver en claro, que no obstante ese ambiente adverso, el actual candidato presidencial del Partido Republican, puede triunfar.

Por su parte, el gobierno mexicano debiera estar preparando tanto el escenario de la reelección en Estados Unidos, como el de la victoria de Joseph Biden y su compañera de fórmula, Kamala Harris, para los sensibles asuntos de colaboración y cooperación en materias de Defensa, Seguridad e Inteligencia. Si bien es cierto, que gobierne quien gobierne en los Estados Unidos, prevalece una línea específica en cuanto a la defensa y proyección de sus intereses nacionales, desde luego que cada administración, como sucede en nuestro país, tiene sus acentos, preferencias y…prejuicios.

Volviendo al asunto de los efectos que pudiera tener el cambio de gobierno en los Estados Unidos, en la relación con México, las mencionadas áreas siempre han sido y de manera natural, un espacio para el entendimiento y la discrepancia. La cuestión es que prevalezca lo primero no obstante, la promoción de los intereses nacionales de cada país. Con revisar la lista de las prioridades de los Estados Unidos en cuanto a los desafíos georegionales, para México implica una sólida plataforma para la negociación y la cooperación. Es indudable, que en los siguientes años, las rivalidades comerciales y militares con la República Popular de China, con algunos acentos, van a continuar y que la caracterización geopolítica de nuestro país, lo llama a desempeñar un importante papel en los equilibrios comerciales, diplomáticos y de Seguridad Regional.

El Presidente de los Estados Unidos, en la semana pasada hizo un muy desafortunado comentario respecto de los militares de su país que habían muerto o sido heridos en combate en los diversos escenarios bélicos, calificándolos de una forma despectiva e incluso, con un feo insulto. Las relaciones civiles militares, allá o en cualquier otra democracia atienden a las dinámicas propias de cada sistema política y su historia. Igual que en México. Sólo que ahora, aquí tenemos una intensa y dinámica interrelación. Me parece, que es un buen principio para abrir una nueva etapa en cuanto a lo que desde los Estados Unidos pueda venir a partir de febrero, cuando inicie la gestión 2021-2024, en materias de Defensa, Seguridad e Inteligencia.


javierolivaposada@gmail.com

@JOPso