/ lunes 24 de agosto de 2020

Si me preguntan en la encuesta: Mario Delgado es la respuesta

El Tribunal Electoral ha resuelto que la elección de la Presidencia y la Secretaría General de MORENA se realice mediante encuesta abierta a todos los simpatizantes y militantes del partido. Se trata de una inédita y novedosa resolución, que los lopezobradoristas entendemos como una inmejorable herramienta para el proceso de democratización de nuestra organización partidista.

Esta decisión tiene dos motivaciones muy claras: por un lado, en la vida democrática y plural de los partidos es primordial la renovación de las dirigencias, y para ello es imprescindible la participación de la militancia. En MORENA, el problema fue que se cerró el registro de afiliación hace más de tres años, con lo cual se impidió que la gente afín a su proyecto pudiera tener una afiliación formal. Si tomamos en cuenta que en 2018 votamos más de 30 millones en favor de la Cuarta Transformación, es obvio pensar que un padrón de 300 mil afiliados, como el registrado ante el INE, evidentemente es incompleto y carente de toda representatividad. En segundo lugar, el propósito real de dicha resolución es garantizar los derechos políticos de millones de personas, a quienes en el contexto de las complejas dinámicas internas de las dirigencias anteriores de este partido no se les permitió afiliarse a MORENA.

Por otra parte, la dirigencia provisional –en funciones desde enero de este año–, que fue electa de manera temporal para organizar la elección de presidente y secretario general de MORENA, se ocupó de diferentes actividades, pero no de su tarea principal. Consolidaron alianzas electorales con otros partidos, ordenaron auditorías a las compras de Yeidckol Polevnsky, nombraron “enlaces” en varios estados del país, intervinieron activamente en la organización y definición de candidatos para las elecciones de Hidalgo y Coahuila; pero lo que no hicieron fue la tarea para la cual fueron originalmente asignados. Se negaron a organizar la elección abierta del nuevo dirigente del partido y, peor aún, so pretexto de la pandemia, solicitaron quedarse en el cargo de la Presidencia hasta 90 días después de las elecciones de 2021. Así nada más. Para nuestra fortuna, el Tribunal resolvió que las sentencias son para cumplirse y que, en virtud de la nula voluntad mostrada por la nueva dirigencia, la elección se realizará por medio de encuesta abierta a militantes y simpatizantes, pero ahora organizada por el propio Instituto Nacional Electoral.

Somos millones quienes vemos con optimismo la sentencia del Tribunal, y los pocos que no – y que incluso consideran la posibilidad de no acatar esta resolución legal-, son ya una minoría que fracasó en su intento de “perredizar” a MORENA.

Hoy, lo más importante de este proceso es que han quedado con una marginal participación quienes se negaron a cumplir la recomendación del fundador de MORENA; y como ésa ya es historia pasada, lo que nos corresponde ahora es seguir construyendo el camino de nuestro partido hacia las elecciones del 2021, que ya están a la puerta.

El Instituto Nacional Electoral tiene diez días para definir la forma y los elementos técnicos que utilizará para llevar a cabo la encuesta: deberá determinar si será presencial o a distancia, cuáles serán las preguntas que permitan identificar a las personas que les interese participar y si habrá encuestas espejo, así como un cronograma de actividades. A todos nos toca facilitar y propiciar una amplia participación y conocimiento de los candidatos para dirigir el partido.

Siempre he considerado que la mejor opción para la Presidencia de MORENA es nuestro líder de bancada en la Cámara de Diputados, Mario Delgado Carrillo, un hombre que sin renunciar a los principios de la Cuarta Transformación, ha sabido construir los consensos para lograr la aprobación de prácticamente todos los cambios constitucionales que ha requerido este país. Tengamos presente que una vez electa la dirigencia, se necesitará la unidad y el trabajo de todos los morenistas y lopezobradoristas.

Mario nos garantiza seguir trabajando con toda lealtad en la profunda transformación que requiere nuestra nación; por ello, si me preguntan en la encuesta, Mario Delgado es la respuesta.


Diputada Federal Coordinadora Temática de Economía del Grupo Parlamentario de Morena

https://www.facebook.com/angeleshuertadip/

@gelahuerta

El Tribunal Electoral ha resuelto que la elección de la Presidencia y la Secretaría General de MORENA se realice mediante encuesta abierta a todos los simpatizantes y militantes del partido. Se trata de una inédita y novedosa resolución, que los lopezobradoristas entendemos como una inmejorable herramienta para el proceso de democratización de nuestra organización partidista.

Esta decisión tiene dos motivaciones muy claras: por un lado, en la vida democrática y plural de los partidos es primordial la renovación de las dirigencias, y para ello es imprescindible la participación de la militancia. En MORENA, el problema fue que se cerró el registro de afiliación hace más de tres años, con lo cual se impidió que la gente afín a su proyecto pudiera tener una afiliación formal. Si tomamos en cuenta que en 2018 votamos más de 30 millones en favor de la Cuarta Transformación, es obvio pensar que un padrón de 300 mil afiliados, como el registrado ante el INE, evidentemente es incompleto y carente de toda representatividad. En segundo lugar, el propósito real de dicha resolución es garantizar los derechos políticos de millones de personas, a quienes en el contexto de las complejas dinámicas internas de las dirigencias anteriores de este partido no se les permitió afiliarse a MORENA.

Por otra parte, la dirigencia provisional –en funciones desde enero de este año–, que fue electa de manera temporal para organizar la elección de presidente y secretario general de MORENA, se ocupó de diferentes actividades, pero no de su tarea principal. Consolidaron alianzas electorales con otros partidos, ordenaron auditorías a las compras de Yeidckol Polevnsky, nombraron “enlaces” en varios estados del país, intervinieron activamente en la organización y definición de candidatos para las elecciones de Hidalgo y Coahuila; pero lo que no hicieron fue la tarea para la cual fueron originalmente asignados. Se negaron a organizar la elección abierta del nuevo dirigente del partido y, peor aún, so pretexto de la pandemia, solicitaron quedarse en el cargo de la Presidencia hasta 90 días después de las elecciones de 2021. Así nada más. Para nuestra fortuna, el Tribunal resolvió que las sentencias son para cumplirse y que, en virtud de la nula voluntad mostrada por la nueva dirigencia, la elección se realizará por medio de encuesta abierta a militantes y simpatizantes, pero ahora organizada por el propio Instituto Nacional Electoral.

Somos millones quienes vemos con optimismo la sentencia del Tribunal, y los pocos que no – y que incluso consideran la posibilidad de no acatar esta resolución legal-, son ya una minoría que fracasó en su intento de “perredizar” a MORENA.

Hoy, lo más importante de este proceso es que han quedado con una marginal participación quienes se negaron a cumplir la recomendación del fundador de MORENA; y como ésa ya es historia pasada, lo que nos corresponde ahora es seguir construyendo el camino de nuestro partido hacia las elecciones del 2021, que ya están a la puerta.

El Instituto Nacional Electoral tiene diez días para definir la forma y los elementos técnicos que utilizará para llevar a cabo la encuesta: deberá determinar si será presencial o a distancia, cuáles serán las preguntas que permitan identificar a las personas que les interese participar y si habrá encuestas espejo, así como un cronograma de actividades. A todos nos toca facilitar y propiciar una amplia participación y conocimiento de los candidatos para dirigir el partido.

Siempre he considerado que la mejor opción para la Presidencia de MORENA es nuestro líder de bancada en la Cámara de Diputados, Mario Delgado Carrillo, un hombre que sin renunciar a los principios de la Cuarta Transformación, ha sabido construir los consensos para lograr la aprobación de prácticamente todos los cambios constitucionales que ha requerido este país. Tengamos presente que una vez electa la dirigencia, se necesitará la unidad y el trabajo de todos los morenistas y lopezobradoristas.

Mario nos garantiza seguir trabajando con toda lealtad en la profunda transformación que requiere nuestra nación; por ello, si me preguntan en la encuesta, Mario Delgado es la respuesta.


Diputada Federal Coordinadora Temática de Economía del Grupo Parlamentario de Morena

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@gelahuerta

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