/ miércoles 18 de abril de 2018

Sin Gafete

Ternurita ternurita… o cómo desbaratar broncas mediáticas

La capacidad de comunicar de López Obrador


Todos los medios días se reúnen, en un supuesto “Cuarto de Guerra” que tiene características de desgracia irreversible, los asesores del candidato José Antonio Meade, con la ausencia intencional de José Murat, signifique lo que signifique.

Deben discutir mucho, a fondo, las estrategias para “enderezar” la campaña presidencial del PRI, incluyendo haber cambiado el logo, y ponerle un letrero con su apellido al chaleco del candidato para que puedan reconocerlo más fácilmente en las giras que realizan. Supongo que también hablan de cómo convertir al candidato de Morena en villano.

Lo cierto es que Meade debería cambiar a todos por sus escasos resultados.

El fracaso más reciente fue con el manejo mediático-político de la violencia en la gira por Puerto Escondido, donde tal como escribí en este espacio, el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, volvió a insistir en que había “advertido” al candidato priista para que no fuese.

El señalamiento contra López Obrador pretendiendo responsabilizarlo de los hechos, porque los maestros “son sus aliados”, se les revirtió en su contra cuando, ante la insistencia de los reporteros, el tabasqueño le envió un mensaje de burla que se volvió viral, donde le decía, estilo muy tropical: “ternurita ternurita apúrate o Margarita te quita el tercer lugar”.

Lapidario. Pero, esto es lo más importante, impecable en cuanto a comunicación. No solamente desarmó la estrategia priista sino que le quitó toda dimensión, a la vez que enviaba a Tatiana Clouthier a hacer un pronunciamiento duro contra cualquier tipo de violencia.

No hubo necesidad de “cuartos de guerra”, le salió muy natural al candidato presidencial que lleva la mayoría de preferencias electorales.

Y en esto consiste, en una inmensa medida, el aumento que ha tenido en las preferencias electorales, los mítines desbordados de gente en el Norte del país donde se suponía no era muy popular.

Andrés Manuel es el sueño, la gozada máxima de cualquier asesor de comunicación. Es, él mismo, un comunicador nato que conecta con el pueblo a la menor provocación. Un político que tiene la habilidad de hablar el lenguaje que la gente quiere escuchar, que provoca empatía y transmite sinceridad. Por esos sus defensores son a ultranza, por eso hay una especie de “religión”, de inmensa fe entre quienes son sus seguidores. Fenómeno de comunicación que es muy fácil de localizar en redes sociales donde la fe de sus seguidores es lo que sigue de sólida.

Comunica. Punto. Comunica bien, pronto, con elegancia, con sentido del humor, desarmando señalamientos graves en su contra. Sin necesidad de reuniones de asesores, mexicanos y extranjeros, que reciben millones de pesos por sus “servicios” como sucede en el PRI.

El tema de esta campaña es comunicar. Eso fue lo que hizo López Obrador ante los señalamientos de Carlos Slim sobre el nuevo aeropuerto, también de manera lapidaria: “Si es tan buen negocio se lo concesiono… que invierta su dinero, no el dinero del pueblo”. Para agregar que había sido enviado por Enrique Peña Nieto, con lo que, también, quitó fuerza a sus señalamientos. Al menos para grandes sectores sociales que no se identifican ni con el hombre más rico ni con el Presidente.

Comunicar, comunicar, comunicar debía escribir en su libreta de castigos José Antonio Meade…


@isabelarvide / EstadoMayor.mx / CambioQRR.com

Ternurita ternurita… o cómo desbaratar broncas mediáticas

La capacidad de comunicar de López Obrador


Todos los medios días se reúnen, en un supuesto “Cuarto de Guerra” que tiene características de desgracia irreversible, los asesores del candidato José Antonio Meade, con la ausencia intencional de José Murat, signifique lo que signifique.

Deben discutir mucho, a fondo, las estrategias para “enderezar” la campaña presidencial del PRI, incluyendo haber cambiado el logo, y ponerle un letrero con su apellido al chaleco del candidato para que puedan reconocerlo más fácilmente en las giras que realizan. Supongo que también hablan de cómo convertir al candidato de Morena en villano.

Lo cierto es que Meade debería cambiar a todos por sus escasos resultados.

El fracaso más reciente fue con el manejo mediático-político de la violencia en la gira por Puerto Escondido, donde tal como escribí en este espacio, el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, volvió a insistir en que había “advertido” al candidato priista para que no fuese.

El señalamiento contra López Obrador pretendiendo responsabilizarlo de los hechos, porque los maestros “son sus aliados”, se les revirtió en su contra cuando, ante la insistencia de los reporteros, el tabasqueño le envió un mensaje de burla que se volvió viral, donde le decía, estilo muy tropical: “ternurita ternurita apúrate o Margarita te quita el tercer lugar”.

Lapidario. Pero, esto es lo más importante, impecable en cuanto a comunicación. No solamente desarmó la estrategia priista sino que le quitó toda dimensión, a la vez que enviaba a Tatiana Clouthier a hacer un pronunciamiento duro contra cualquier tipo de violencia.

No hubo necesidad de “cuartos de guerra”, le salió muy natural al candidato presidencial que lleva la mayoría de preferencias electorales.

Y en esto consiste, en una inmensa medida, el aumento que ha tenido en las preferencias electorales, los mítines desbordados de gente en el Norte del país donde se suponía no era muy popular.

Andrés Manuel es el sueño, la gozada máxima de cualquier asesor de comunicación. Es, él mismo, un comunicador nato que conecta con el pueblo a la menor provocación. Un político que tiene la habilidad de hablar el lenguaje que la gente quiere escuchar, que provoca empatía y transmite sinceridad. Por esos sus defensores son a ultranza, por eso hay una especie de “religión”, de inmensa fe entre quienes son sus seguidores. Fenómeno de comunicación que es muy fácil de localizar en redes sociales donde la fe de sus seguidores es lo que sigue de sólida.

Comunica. Punto. Comunica bien, pronto, con elegancia, con sentido del humor, desarmando señalamientos graves en su contra. Sin necesidad de reuniones de asesores, mexicanos y extranjeros, que reciben millones de pesos por sus “servicios” como sucede en el PRI.

El tema de esta campaña es comunicar. Eso fue lo que hizo López Obrador ante los señalamientos de Carlos Slim sobre el nuevo aeropuerto, también de manera lapidaria: “Si es tan buen negocio se lo concesiono… que invierta su dinero, no el dinero del pueblo”. Para agregar que había sido enviado por Enrique Peña Nieto, con lo que, también, quitó fuerza a sus señalamientos. Al menos para grandes sectores sociales que no se identifican ni con el hombre más rico ni con el Presidente.

Comunicar, comunicar, comunicar debía escribir en su libreta de castigos José Antonio Meade…


@isabelarvide / EstadoMayor.mx / CambioQRR.com