/ martes 12 de diciembre de 2017

Sin Gafete / “El joven Mikel” …

En sí, pretender ganar las elecciones de la Ciudad de México es una empresa suicida, para que Mikel Arriola venga a desperdiciar la oportunidad de responder con hechos, razones a su favor.

No en la defensa, a ultranza, del Jai alai.

La exhibida que le dio Miguel Mancera, por sus críticas al programa “El Médico en Tu Casa”, fue tan contundente que quedó noqueado. El joven Mikel como le llamó su tocayo, fue a dar a la lona.  Porque no puede negar que su desconocimiento de ese programa está relacionado con el hecho de que vive en Interlomas, y como dice el jefe de gobierno de la Ciudad, hasta ahí no llegan.

Con ironía, fina, y con mucho sentido del humor, Mancera apuntaló el golpe aseverando que si quiere se lo mandan, previo aviso a los guardias de seguridad del lujoso condominio para que dejen pasar a los trabajadores.

Vaya que dolió.

Porque el doctor Armando Ahued, un hombre serio, respetable, que no se ha metido en problemas durante el largo tiempo que tiene de ser funcionario público, es el responsable de este programa, que tiene inmensa aceptación popular.  Y que comenzó en el gobierno de Marcelo Ebrard.

Ahued, no olvidar, es precandidato por el “Frente”.  O sea, en pocas palabras, un adversario del “priista” Arriola.

Mancera, como estocada final, afirmó mejor debe hablar del Jai alai.  Como todos sabemos, Arriola es pelotari, además de ser amigo de Meade, niño del ITAM, tecnócrata de alto rendimiento.

 Supongo que no tiene buenos asesores de comunicación, porque Arriola en lugar de responder ponderando los programas y/o mejoras que impulsó en su paso por el IMSS afirmó que seguirá “hablando de su deporte” y que organizará un partido “a beneficio de los más necesitados”.

Esto sin especificar a cuáles “necesitados” se refiere.  Porque vaya que sobran en el país.

Mancera se dio vuelo haciendo hincapié en una realidad: Mikel Arriola conoce muy poco de los programas sociales de la Ciudad de México afirmó que “debe aprender cosas de la ciudad para la campaña dijo algo del Metro, sudo que se haya subido”.

¿Por qué un funcionario público especializado en administración, tecnócrata por los cuatro costados, decide convertirse en candidato priista al gobierno de la Ciudad de México?  Si confiamos en su honestidad, no será para “mocharle” algo al dinero de la campaña

¿Qué puede motivarlo?  Supongo que debe haber mucha soberbia.  Y muy poco conocimiento de la realidad.  Esta ciudad es infinitamente complicada, tiene una convivencia de clases sociales tremenda, está rebasada en su movilidad, y entre otras cosas se distingue por el respeto a las libertades individuales, así como la apertura en temas como las bodas entre personas del mismo sexo y el derecho al aborto.

Para sus infinitas carencias, en los gobiernos de “Izquierda” que ha tenido, se han buscado soluciones tal vez populistas pero muy eficientes.  El programa que lleva doctores a las casas de la población vulnerable es uno de ellos.  Más que desafortunado criticarlo porque es, justamente, una respuesta a las carencias de instituciones de seguridad social del gobierno federal.  Que ha recibido felicitaciones en todo el mundo.

Hay que entender qué peso inmenso tiene la carencia de esos “necesitados” de los que habla, hay que imaginar qué significa pasar cuatro horas de cada día en transporte público para llegar a tu casa, hay que sentir de cuántas maneras democratiza la vida social que haya una pista de patinaje en el Zócalo o los conciertos gratuitos que permiten a muchos miles de ciudadanos un acceso a estas “diversiones” imposible para sus ingresos.

En sí, pretender ganar las elecciones de la Ciudad de México es una empresa suicida, para que Mikel Arriola venga a desperdiciar la oportunidad de responder con hechos, razones a su favor.

No en la defensa, a ultranza, del Jai alai.

La exhibida que le dio Miguel Mancera, por sus críticas al programa “El Médico en Tu Casa”, fue tan contundente que quedó noqueado. El joven Mikel como le llamó su tocayo, fue a dar a la lona.  Porque no puede negar que su desconocimiento de ese programa está relacionado con el hecho de que vive en Interlomas, y como dice el jefe de gobierno de la Ciudad, hasta ahí no llegan.

Con ironía, fina, y con mucho sentido del humor, Mancera apuntaló el golpe aseverando que si quiere se lo mandan, previo aviso a los guardias de seguridad del lujoso condominio para que dejen pasar a los trabajadores.

Vaya que dolió.

Porque el doctor Armando Ahued, un hombre serio, respetable, que no se ha metido en problemas durante el largo tiempo que tiene de ser funcionario público, es el responsable de este programa, que tiene inmensa aceptación popular.  Y que comenzó en el gobierno de Marcelo Ebrard.

Ahued, no olvidar, es precandidato por el “Frente”.  O sea, en pocas palabras, un adversario del “priista” Arriola.

Mancera, como estocada final, afirmó mejor debe hablar del Jai alai.  Como todos sabemos, Arriola es pelotari, además de ser amigo de Meade, niño del ITAM, tecnócrata de alto rendimiento.

 Supongo que no tiene buenos asesores de comunicación, porque Arriola en lugar de responder ponderando los programas y/o mejoras que impulsó en su paso por el IMSS afirmó que seguirá “hablando de su deporte” y que organizará un partido “a beneficio de los más necesitados”.

Esto sin especificar a cuáles “necesitados” se refiere.  Porque vaya que sobran en el país.

Mancera se dio vuelo haciendo hincapié en una realidad: Mikel Arriola conoce muy poco de los programas sociales de la Ciudad de México afirmó que “debe aprender cosas de la ciudad para la campaña dijo algo del Metro, sudo que se haya subido”.

¿Por qué un funcionario público especializado en administración, tecnócrata por los cuatro costados, decide convertirse en candidato priista al gobierno de la Ciudad de México?  Si confiamos en su honestidad, no será para “mocharle” algo al dinero de la campaña

¿Qué puede motivarlo?  Supongo que debe haber mucha soberbia.  Y muy poco conocimiento de la realidad.  Esta ciudad es infinitamente complicada, tiene una convivencia de clases sociales tremenda, está rebasada en su movilidad, y entre otras cosas se distingue por el respeto a las libertades individuales, así como la apertura en temas como las bodas entre personas del mismo sexo y el derecho al aborto.

Para sus infinitas carencias, en los gobiernos de “Izquierda” que ha tenido, se han buscado soluciones tal vez populistas pero muy eficientes.  El programa que lleva doctores a las casas de la población vulnerable es uno de ellos.  Más que desafortunado criticarlo porque es, justamente, una respuesta a las carencias de instituciones de seguridad social del gobierno federal.  Que ha recibido felicitaciones en todo el mundo.

Hay que entender qué peso inmenso tiene la carencia de esos “necesitados” de los que habla, hay que imaginar qué significa pasar cuatro horas de cada día en transporte público para llegar a tu casa, hay que sentir de cuántas maneras democratiza la vida social que haya una pista de patinaje en el Zócalo o los conciertos gratuitos que permiten a muchos miles de ciudadanos un acceso a estas “diversiones” imposible para sus ingresos.