/ lunes 18 de diciembre de 2017

Sin gafete | La guerrera ha vuelto a su casa

Ahora que la “magia navideña” ha permitido que Elba Esther Gordillo regrese a su casa, a esperar sentencia, vale la pena recuperar parte de mi texto sobre ella, publicado en el libro Entre políticos y rufianes, de Editorial Océano:

Elba Esther ha dicho respecto al momento exacto de su llegada, el 25 de abril de 1989, que ver humillado, vencido a Jongitud (su mentor, según algunos su amante) en Los Pinos fue “entrar por el excusado”. Su repulsa fue tal que se prometió que “nunca más” ningún líder magisterial sufriría esa ignominia.

Guerrera se calificó en los últimos días de libertad, y vaya que lo fue a lo largo de 23 años como líder de los maestros, ayudando a que varios candidatos presidenciales llegasen a Los Pinos. Supongo que también estorbando al precandidato Enrique Peña Nieto.

En ese tiempo, como sigue vigente, Elba Esther utilizó a voluntad recursos del Sindicato. Así era, así es el sistema. ¿Quién controla el destino de lo que se recauda entre los trabajadores?

Lo que sea que sucedió al interior del sindicato magisterial, todos estos años, fue del conocimiento absoluto de todos dentro del poder político, por varios sexenios. Supongo que hubo muchos beneficiados. Y los maestros, al menos mayoritariamente, la volvían a elegir. Sin línea de Los Pinos.

Elba, además, nunca ocultó su forma de vestirse o de vivir. Al contrario, fue desafiante al mostrarse así, insistiendo en que sus “lujos” eran producto de su trabajo. “No soy trepadora” repitió insistente.

La causa penal 11/2013 por la esperada sentencia, en un sistema absurdo donde todos son culpables hasta probar lo contrario, dice que participó en delincuencia organizada y lavado de dinero. Lo que podría convertirse en una gran burla al PRI, porque todo esto sucedió justamente durante los 23 años de su liderazgo, cuando fue tres veces diputada, una vez senadora y secretaría general del CEN del PRI.

¿Es que todos los políticos priistas del país estaban ciegos? ¿Ninguno sabía que era una criminal? Según se publicó en 2012 el Sindicato bajo su mando recibió, tan solo entre el año 2000 y el 2009, mil 138 millones de pesos por cuotas.

¿O es que todos los priistas pueden ser acusados de los mismos delitos, sobre todo el de reunirse con fines delincuenciales? ¿El dinero para las campañas de varios candidatos presidenciales fue parte de este botín?

¿De quién era el dinero que presuntamente lavó? ¿Por qué no hay denuncia de los maestros, que fueron quienes pusieron las “cuotas”, contra la señora Gordillo? Fueron muchas las magnificaciones del uso de este dinero. Como la compra de 59 vehículos marca Hummer para rifarlos entre los maestros en 2008. La casa de Coronado, en San Diego, Estados Unidos había sido fotografiada con exceso a través de los años.

Y el avión privado donde viajaba… era del conocimiento político. ¿Cuántas chamarras de fina piel, compradas en Neiman Marcus, con su tarjeta de crédito, recibieron funcionarios públicos y candidatos priistas?

¿Algo cambió con su detención?

Definitivamente no. O, si se prefiere, cambiaron los protagonistas. Porque en abril del 2016 el periódico Miami Herald[1] publicó la escandalosa compra de condominios en la ciudad de Miami, por parte de un diputado muy cercano al actual líder del magisterio, Juan Díaz de la Torre.

Resulta que Bernardo Quezada Salas, diputado federal por Nueva Alianza, pagó en un solo día 6.3 millones de dólares por 11 condominios en Brickell, una zona elegante de Miami. Antes, en 2004, su esposa Jessica Peredo Rincón, cuyo padre ha hecho una fortuna inmensa como proveedor del Sindicato de maestros, compró en 1.1 millón de dólares otro condominio.

@isabelarvide

Blog: EstadoMayor.mx

Blog: CambioQRR.com

Ahora que la “magia navideña” ha permitido que Elba Esther Gordillo regrese a su casa, a esperar sentencia, vale la pena recuperar parte de mi texto sobre ella, publicado en el libro Entre políticos y rufianes, de Editorial Océano:

Elba Esther ha dicho respecto al momento exacto de su llegada, el 25 de abril de 1989, que ver humillado, vencido a Jongitud (su mentor, según algunos su amante) en Los Pinos fue “entrar por el excusado”. Su repulsa fue tal que se prometió que “nunca más” ningún líder magisterial sufriría esa ignominia.

Guerrera se calificó en los últimos días de libertad, y vaya que lo fue a lo largo de 23 años como líder de los maestros, ayudando a que varios candidatos presidenciales llegasen a Los Pinos. Supongo que también estorbando al precandidato Enrique Peña Nieto.

En ese tiempo, como sigue vigente, Elba Esther utilizó a voluntad recursos del Sindicato. Así era, así es el sistema. ¿Quién controla el destino de lo que se recauda entre los trabajadores?

Lo que sea que sucedió al interior del sindicato magisterial, todos estos años, fue del conocimiento absoluto de todos dentro del poder político, por varios sexenios. Supongo que hubo muchos beneficiados. Y los maestros, al menos mayoritariamente, la volvían a elegir. Sin línea de Los Pinos.

Elba, además, nunca ocultó su forma de vestirse o de vivir. Al contrario, fue desafiante al mostrarse así, insistiendo en que sus “lujos” eran producto de su trabajo. “No soy trepadora” repitió insistente.

La causa penal 11/2013 por la esperada sentencia, en un sistema absurdo donde todos son culpables hasta probar lo contrario, dice que participó en delincuencia organizada y lavado de dinero. Lo que podría convertirse en una gran burla al PRI, porque todo esto sucedió justamente durante los 23 años de su liderazgo, cuando fue tres veces diputada, una vez senadora y secretaría general del CEN del PRI.

¿Es que todos los políticos priistas del país estaban ciegos? ¿Ninguno sabía que era una criminal? Según se publicó en 2012 el Sindicato bajo su mando recibió, tan solo entre el año 2000 y el 2009, mil 138 millones de pesos por cuotas.

¿O es que todos los priistas pueden ser acusados de los mismos delitos, sobre todo el de reunirse con fines delincuenciales? ¿El dinero para las campañas de varios candidatos presidenciales fue parte de este botín?

¿De quién era el dinero que presuntamente lavó? ¿Por qué no hay denuncia de los maestros, que fueron quienes pusieron las “cuotas”, contra la señora Gordillo? Fueron muchas las magnificaciones del uso de este dinero. Como la compra de 59 vehículos marca Hummer para rifarlos entre los maestros en 2008. La casa de Coronado, en San Diego, Estados Unidos había sido fotografiada con exceso a través de los años.

Y el avión privado donde viajaba… era del conocimiento político. ¿Cuántas chamarras de fina piel, compradas en Neiman Marcus, con su tarjeta de crédito, recibieron funcionarios públicos y candidatos priistas?

¿Algo cambió con su detención?

Definitivamente no. O, si se prefiere, cambiaron los protagonistas. Porque en abril del 2016 el periódico Miami Herald[1] publicó la escandalosa compra de condominios en la ciudad de Miami, por parte de un diputado muy cercano al actual líder del magisterio, Juan Díaz de la Torre.

Resulta que Bernardo Quezada Salas, diputado federal por Nueva Alianza, pagó en un solo día 6.3 millones de dólares por 11 condominios en Brickell, una zona elegante de Miami. Antes, en 2004, su esposa Jessica Peredo Rincón, cuyo padre ha hecho una fortuna inmensa como proveedor del Sindicato de maestros, compró en 1.1 millón de dólares otro condominio.

@isabelarvide

Blog: EstadoMayor.mx

Blog: CambioQRR.com