/ viernes 9 de marzo de 2018

Sin Gafete | La prima de Roberto Borge

El candidato presidencial ciudadano, que contiende por el PRI, José Antonio Meade ha incluido, fuera de tiempo, entre sus colaboradores a Sara Latife Ruiz.

Para horror de todos quienes la conocen.

Explicable tal vez por la relación de Aurelio Nuño con Enrique Jackson, absolutamente inaceptable por su historia personal. Por el único mérito que ha tenido, ser operadora política del exgobernador Félix González Canto, prima de Roberto Borge.

Se trata, no hay otro calificativo que la defina mejor, de una trepadora política que ha “pasado” por todas las secretarías del gobierno de Quintana Roo, desde planeación económica hasta Turismo, previo deambular por Educación.

En todas ellas cobró. Y en ninguna trabajó. Por lo que la sociedad de Quintana Roo la abomina.

En cambio, es hábil para traicionar, incluido su primo Roberto Borge. Y para gritar insultos, fue una de las diputadas federales que gritó “pu...oooo” en el Congreso.

Llegó, quién sabe de la mano de quién, como diputada plurinominal a último momento, como ahora al equipo del candidato presidencial.

Lo grave de este nombramiento es que define que Meade no conoce quién es quién de su propio equipo de trabajo, que se deja influir o mandar, en su caso, por quienes tienen cerca y coloca a personas sin autoridad moral ni capacidad alguna.

En el Día de La Mujer, para mayor lujo.

De esta manera resulta imposible confiar en que tiene las capacidades que otra de sus mujeres-colaboradoras, la señora Vanessa Rubio, pondera a voz en cuello.

¿Qué no pidió revisar su historia personal? ¿Ninguno le habló de los giros negros de los que es dueña en Cozumel? Licencias conseguidas por su relación con Félix González.

En Quintana Roo Sara Latife no tiene ningún espacio, ni político ni social. Tiene el mayor rechazo. Es una apestada en todo sentido. En toda su carrera política no se le conoce logro alguno, no ha hecho nada, absolutamente nada como priista y menos como diputada… ¿Es que volvimos a las “recomendadas” por favores "personales"?

Tendría que consolarnos que difícilmente va a ganar el PRI y por tanto lo que haga, o deje de hacer, la señorita Sara Latife Ruiz es irrelevante. Pero agravia a las mujeres que quieren hacer una carrera política, que han trabajado, que se esfuerzan cada día por un espacio, por una oportunidad. Y no tienen recomendaciones.

Es un signo de retroceso social inmenso.

Las mujeres quieren, hemos querido siempre, igualdad de oportunidades. No una cuota de género que nos ofende, sino que se nos permita competir de tú a tú con los hombres, que se nos escuche, que se nos respete, que se nos abran las puertas como a los hombres.

Y quieren, hemos querido siempre, puestos de responsabilidad, de mando en todas las actividades que desarrollamos. Con sueldos iguales a los que reciben los hombres. Creo que no es mucho pedir. Sin embargo, en el PRI no entienden esto. Ahí está la señora Carolina Viggiano con su marido, ahí está Hilda Flores, la que supuestamente dirige a las mujeres de ese partido, con la recomendación del mismo marido de la Viggiano, ahí están las arribistas como Sara Latife Ruiz con su premio.

Su llegada significa muchos votos menos. Los del sector Turismo que, porque fue titular de esa área en Quintana Roo, la conoce. Los de su Estado, los de Cozumel donde el candidato del PRI es Pedro Joaquín, nieto de Nassim Joaquín a quien Sara Latife llamó con los peores insultos hace años.

¿Qué necesidad había?

Su nombramiento no habla sino del profundo desprecio que tienen el candidato presidencial y sus colaboradores cercanos por las mujeres. Solo falta que incorporen a Carmen Salinas a ese “equipo”… no habría sorpresa…


@isabelarvide / EstadoMayor.mx / CambioQRR.com

El candidato presidencial ciudadano, que contiende por el PRI, José Antonio Meade ha incluido, fuera de tiempo, entre sus colaboradores a Sara Latife Ruiz.

Para horror de todos quienes la conocen.

Explicable tal vez por la relación de Aurelio Nuño con Enrique Jackson, absolutamente inaceptable por su historia personal. Por el único mérito que ha tenido, ser operadora política del exgobernador Félix González Canto, prima de Roberto Borge.

Se trata, no hay otro calificativo que la defina mejor, de una trepadora política que ha “pasado” por todas las secretarías del gobierno de Quintana Roo, desde planeación económica hasta Turismo, previo deambular por Educación.

En todas ellas cobró. Y en ninguna trabajó. Por lo que la sociedad de Quintana Roo la abomina.

En cambio, es hábil para traicionar, incluido su primo Roberto Borge. Y para gritar insultos, fue una de las diputadas federales que gritó “pu...oooo” en el Congreso.

Llegó, quién sabe de la mano de quién, como diputada plurinominal a último momento, como ahora al equipo del candidato presidencial.

Lo grave de este nombramiento es que define que Meade no conoce quién es quién de su propio equipo de trabajo, que se deja influir o mandar, en su caso, por quienes tienen cerca y coloca a personas sin autoridad moral ni capacidad alguna.

En el Día de La Mujer, para mayor lujo.

De esta manera resulta imposible confiar en que tiene las capacidades que otra de sus mujeres-colaboradoras, la señora Vanessa Rubio, pondera a voz en cuello.

¿Qué no pidió revisar su historia personal? ¿Ninguno le habló de los giros negros de los que es dueña en Cozumel? Licencias conseguidas por su relación con Félix González.

En Quintana Roo Sara Latife no tiene ningún espacio, ni político ni social. Tiene el mayor rechazo. Es una apestada en todo sentido. En toda su carrera política no se le conoce logro alguno, no ha hecho nada, absolutamente nada como priista y menos como diputada… ¿Es que volvimos a las “recomendadas” por favores "personales"?

Tendría que consolarnos que difícilmente va a ganar el PRI y por tanto lo que haga, o deje de hacer, la señorita Sara Latife Ruiz es irrelevante. Pero agravia a las mujeres que quieren hacer una carrera política, que han trabajado, que se esfuerzan cada día por un espacio, por una oportunidad. Y no tienen recomendaciones.

Es un signo de retroceso social inmenso.

Las mujeres quieren, hemos querido siempre, igualdad de oportunidades. No una cuota de género que nos ofende, sino que se nos permita competir de tú a tú con los hombres, que se nos escuche, que se nos respete, que se nos abran las puertas como a los hombres.

Y quieren, hemos querido siempre, puestos de responsabilidad, de mando en todas las actividades que desarrollamos. Con sueldos iguales a los que reciben los hombres. Creo que no es mucho pedir. Sin embargo, en el PRI no entienden esto. Ahí está la señora Carolina Viggiano con su marido, ahí está Hilda Flores, la que supuestamente dirige a las mujeres de ese partido, con la recomendación del mismo marido de la Viggiano, ahí están las arribistas como Sara Latife Ruiz con su premio.

Su llegada significa muchos votos menos. Los del sector Turismo que, porque fue titular de esa área en Quintana Roo, la conoce. Los de su Estado, los de Cozumel donde el candidato del PRI es Pedro Joaquín, nieto de Nassim Joaquín a quien Sara Latife llamó con los peores insultos hace años.

¿Qué necesidad había?

Su nombramiento no habla sino del profundo desprecio que tienen el candidato presidencial y sus colaboradores cercanos por las mujeres. Solo falta que incorporen a Carmen Salinas a ese “equipo”… no habría sorpresa…


@isabelarvide / EstadoMayor.mx / CambioQRR.com