/ lunes 25 de junio de 2018

Sin gafete | Las razones de Mayans Canabal

Todo comenzó en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM que dirigía Enrique González Pedrero, infundiendo en los jóvenes que ahí estudiaban un sentido social de la realidad, muy distinto del que provenían, sobre todo los de provincia.

Ahí se conocieron Humberto Mayans Canabal, Andrés Manuel López Obrador y José Eduardo Beltrán, tabasqueños que venían de orígenes totalmente opuestos. No se diga de clases sociales muy diferentes.

La relación entre “Chelalo” Beltrán, que fue secretario de gobierno con González Pedrero cuando éste fue gobernador de Tabasco, y Andrés Manuel ha sido más predecible, más pareja. Hoy es su representante en Tabasco.

Mayans, que venía de una familia clase media alta, conservadora, hijo de un médico muy apreciado por la sociedad tabasqueña, “niño bien”, “buen partido” en todo lo que eso significaba hace más de 45 años, se infectó del deseo de cambiar la realidad al igual que López Obrador, que como es bien sabido había crecido en una familia muy sencilla.

Distintos hasta decir basta. Uno, Mayans, era, sigue siendo un buen “encantador de serpientes”, un orador nato, un hombre que sabe utilizar su encanto personal, que siempre tuvo su vida arreglada. Muy inteligente. El otro, que hoy es tema cotidiano en todos los medios, entonces no era galán codiciado ni tampoco buen orador.

Los dos caminaron juntos en un proyecto que se conoció como “corredores chontales” y que era la siembra de hortalizas en pequeñas parcelas de tierra, algo muy novedoso en su tiempo. Lo que más asombro causaba era la “pareja” inverosímil que hacían los dos jóvenes, apenas salidos de la universidad. Que fueron llamados al PRI, a la política local.

La historia de los dos, después, tuvo coincidencias y separaciones grandes. Tan grandes como convertirse en opositores políticos, o como ser la razón para que Mayans dejase, primera vez, el PRI para irse con el “Peje” al PRD. Pero juntos estuvieron en el principio, juntos caminaron. Por eso no puede causar sorpresa que Humberto Mayans, cuyo hermano también es senador, pero por el PRD, declare que seguirá siendo priista, pero votará por Andrés Manuel.

Dice que es por el paisanaje. Pero quienes conocemos la historia común sabemos que es por mucho más que eso. Su cuñado es candidato de MORENA al gobierno de Tabasco, y seguramente habrá de arrasar, como su concuño en Chiapas, Rutilio Escandón. No podía traicionar a la familia, aunque en un principio había estado en eventos de la candidata priista.

Asombra, al menos a mí en lo personal, que Mayans Canabal diga que su voto será diferenciado, a MORENA para primer mandatario y para gobernador de Tabasco, pero votará por Candita Gil para senadora, por su partido, el PRI. Con el agregado de anunciar su retiro de la política.

Las historias de familia tabasqueñas son ya nacionales. Y más vale que nos vayamos acostumbrando porque de éstas, que siempre incluyen una buena dosis de pasión, veremos muchas en el próximo sexenio.

Paisanaje que llama tanto o más que la sangre… siempre y cuando dirían en el pueblo, siempre y cuando vayamos ganando…

En Tuiter: @isabelarvide Blog: EstadoMayor.mx Blog: CambioQRR.com

Las razones de Mayans Canabal

Todo comenzó en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM que dirigía Enrique González Pedrero, infundiendo en los jóvenes que ahí estudiaban un sentido social de la realidad, muy distinto del que provenían, sobre todo los de provincia.

Ahí se conocieron Humberto Mayans Canabal, Andrés Manuel López Obrador y José Eduardo Beltrán, tabasqueños que venían de orígenes totalmente opuestos. No se diga de clases sociales muy diferentes.

La relación entre “Chelalo” Beltrán, que fue secretario de gobierno con González Pedrero cuando éste fue gobernador de Tabasco, y Andrés Manuel ha sido más predecible, más pareja. Hoy es su representante en Tabasco.

Mayans, que venía de una familia clase media alta, conservadora, hijo de un médico muy apreciado por la sociedad tabasqueña, “niño bien”, “buen partido” en todo lo que eso significaba hace más de 45 años, se infectó del deseo de cambiar la realidad al igual que López Obrador, que como es bien sabido había crecido en una familia muy sencilla.

Distintos hasta decir basta. Uno, Mayans, era, sigue siendo un buen “encantador de serpientes”, un orador nato, un hombre que sabe utilizar su encanto personal, que siempre tuvo su vida arreglada. Muy inteligente. El otro, que hoy es tema cotidiano en todos los medios, entonces no era galán codiciado ni tampoco buen orador.

Los dos caminaron juntos en un proyecto que se conoció como “corredores chontales” y que era la siembra de hortalizas en pequeñas parcelas de tierra, algo muy novedoso en su tiempo. Lo que más asombro causaba era la “pareja” inverosímil que hacían los dos jóvenes, apenas salidos de la universidad. Que fueron llamados al PRI, a la política local.

La historia de los dos, después, tuvo coincidencias y separaciones grandes. Tan grandes como convertirse en opositores políticos, o como ser la razón para que Mayans dejase, primera vez, el PRI para irse con el “Peje” al PRD. Pero juntos estuvieron en el principio, juntos caminaron. Por eso no puede causar sorpresa que Humberto Mayans, cuyo hermano también es senador, pero por el PRD, declare que seguirá siendo priista, pero votará por Andrés Manuel.

Dice que es por el paisanaje. Pero quienes conocemos la historia común sabemos que es por mucho más que eso. Su cuñado es candidato de MORENA al gobierno de Tabasco, y seguramente habrá de arrasar, como su concuño en Chiapas, Rutilio Escandón. No podía traicionar a la familia, aunque en un principio había estado en eventos de la candidata priista.

Asombra, al menos a mí en lo personal, que Mayans Canabal diga que su voto será diferenciado, a MORENA para primer mandatario y para gobernador de Tabasco, pero votará por Candita Gil para senadora, por su partido, el PRI. Con el agregado de anunciar su retiro de la política.

Las historias de familia tabasqueñas son ya nacionales. Y más vale que nos vayamos acostumbrando porque de éstas, que siempre incluyen una buena dosis de pasión, veremos muchas en el próximo sexenio.

Paisanaje que llama tanto o más que la sangre… siempre y cuando dirían en el pueblo, siempre y cuando vayamos ganando…

En Tuiter: @isabelarvide Blog: EstadoMayor.mx Blog: CambioQRR.com

Las razones de Mayans Canabal