/ lunes 15 de octubre de 2018

Sin Gafete | Me canso, ganso…

No estábamos acostumbrados al estilo abierto, coloquial de López Obrador. Tampoco al protagonismo extremo de un presidente electo. ¿Lo padecemos? Digamos que lo confrontamos todos los días, intentando entender. Y que, también, es tiempo propicio para que los críticos pensando que todavía estamos en elección, se le lancen a la yugular cotidianamente.

Lo que viene a confundir, a hacer más enrarecido el ambiente. Lo que, además, ha borrado líneas que nunca debieron ignorarse, como el respeto mínimo, elemental al hijo adolescente a quien han hecho, inmoralmente, sujeto de atención malévola en los medios de comunicación.

A este protagonismo tan singular y complejo hay que agregar modismos del político tabasqueño. Como el más reciente: “Me canso, ganso” con relación al Tren Maya.

Por otra parte, supongo que esto es sano, nunca habíamos vivido tantas controversias públicas con los anuncios de gobierno a futuro. Porque eso son, incluido el tema del Aeropuerto o del citado Tren Maya, simples anuncios.

Dice López Obrador que el 80 % de la población, supongo que la afectada en la zona, está de acuerdo con la construcción del Tren Maya. Y que no se dañará la selva, que por el contrario se plantarán árboles en su construcción. Que estará listo en cuatro años… y mucha más información al respecto. Temas nuevos para los ciudadanos, millones de mexicanos, que no estamos acostumbrados a ser tomados en cuenta.

Baste recordar el tema de la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco, no hubo un “acuerdo social” previo, antes al contrario, se ignoraron todos los planteamientos opuestos.

Esto de la crítica al Tren Maya, que dijo López Obrador en Campeche: “Ya chole”, que viene de mentes conservadoras y de la prensa fifi, es también un juego político en el que se han subido muchos “políticos” que intentan conservar algo de su poder. Ejemplo de esto es el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, que ha despotricado contra López Obrador en todos los foros posibles, y en su presencia se comporta con total sumisión y silencio.

¿Oportunismo político? Diría que lo que sigue de esto. Para quienes viven en el Sureste, sobre todo en Quintana Roo, en el Sur del Estado, la llegada del Tren Maya será un detonador de crecimiento económico invaluable, que transformará la vida de muchos mexicanos que han estado olvidados históricamente. Es, en verdad, una diferencia.

La pregunta, una de muchas, es si este clima de cuestionamiento permanente a los dichos, a los anuncios, a lo que entonces serán “obras de gobierno” de Andrés Manuel López Obrador continuarán después del primero de diciembre próximo. Si es una realidad con la que tendremos que acostumbrarnos a vivir… o simplemente quienes vociferan, en todos los espacios públicos disponibles, desde todas las trincheras, están simplemente “midiendo el agua a los camotes”, viendo hasta dónde se vale fustigar…

Si es así, tendremos mucho menos ruido en los tiempos por vivir. De otra forma más vale que vayamos desempolvando los diccionarios de habla popular y dichos mexicanos porque nos serán muy útiles para comunicarnos…

No estábamos acostumbrados al estilo abierto, coloquial de López Obrador. Tampoco al protagonismo extremo de un presidente electo. ¿Lo padecemos? Digamos que lo confrontamos todos los días, intentando entender. Y que, también, es tiempo propicio para que los críticos pensando que todavía estamos en elección, se le lancen a la yugular cotidianamente.

Lo que viene a confundir, a hacer más enrarecido el ambiente. Lo que, además, ha borrado líneas que nunca debieron ignorarse, como el respeto mínimo, elemental al hijo adolescente a quien han hecho, inmoralmente, sujeto de atención malévola en los medios de comunicación.

A este protagonismo tan singular y complejo hay que agregar modismos del político tabasqueño. Como el más reciente: “Me canso, ganso” con relación al Tren Maya.

Por otra parte, supongo que esto es sano, nunca habíamos vivido tantas controversias públicas con los anuncios de gobierno a futuro. Porque eso son, incluido el tema del Aeropuerto o del citado Tren Maya, simples anuncios.

Dice López Obrador que el 80 % de la población, supongo que la afectada en la zona, está de acuerdo con la construcción del Tren Maya. Y que no se dañará la selva, que por el contrario se plantarán árboles en su construcción. Que estará listo en cuatro años… y mucha más información al respecto. Temas nuevos para los ciudadanos, millones de mexicanos, que no estamos acostumbrados a ser tomados en cuenta.

Baste recordar el tema de la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco, no hubo un “acuerdo social” previo, antes al contrario, se ignoraron todos los planteamientos opuestos.

Esto de la crítica al Tren Maya, que dijo López Obrador en Campeche: “Ya chole”, que viene de mentes conservadoras y de la prensa fifi, es también un juego político en el que se han subido muchos “políticos” que intentan conservar algo de su poder. Ejemplo de esto es el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, que ha despotricado contra López Obrador en todos los foros posibles, y en su presencia se comporta con total sumisión y silencio.

¿Oportunismo político? Diría que lo que sigue de esto. Para quienes viven en el Sureste, sobre todo en Quintana Roo, en el Sur del Estado, la llegada del Tren Maya será un detonador de crecimiento económico invaluable, que transformará la vida de muchos mexicanos que han estado olvidados históricamente. Es, en verdad, una diferencia.

La pregunta, una de muchas, es si este clima de cuestionamiento permanente a los dichos, a los anuncios, a lo que entonces serán “obras de gobierno” de Andrés Manuel López Obrador continuarán después del primero de diciembre próximo. Si es una realidad con la que tendremos que acostumbrarnos a vivir… o simplemente quienes vociferan, en todos los espacios públicos disponibles, desde todas las trincheras, están simplemente “midiendo el agua a los camotes”, viendo hasta dónde se vale fustigar…

Si es así, tendremos mucho menos ruido en los tiempos por vivir. De otra forma más vale que vayamos desempolvando los diccionarios de habla popular y dichos mexicanos porque nos serán muy útiles para comunicarnos…