/ jueves 18 de febrero de 2021

Sin plan ni vacunas

Los hombres de estado son como los cirujanos: sus errores son mortales.

François Mauriac


Lo primero que hay que decir es la falta de claridad del inquilino de Palacio Nacional. Veamos los pasos del gobierno: primero, subestimaron la gravedad del virus, es más, el juglar del gobierno, López-Gatell, se atrevió a decir que era más grave la influenza que el Covid-19; por su parte, el presidente nos mostró su preferencia íntima/religiosa y exhibió estampitas como factores protectores ante la enfermedad. En tanto, las víctimas crecían y el gobierno sólo atinaba a decir que el sistema de salud fue heredado con serias deficiencias; segundo, el número de muertos aumentaba todas las semanas, los panteones, crematorios y hospitales eran insuficientes y, la gente hacía verdaderos viacrucis para conseguir un concentrador, un tanque de oxígeno o una cama de hospital o muchos fallecían en una ambulancia o en su hogar esperando ser atendidos; tercero, se anunció la vacunación del personal médico que estaba en la trinchera y también se dijo que se inyectaría a médicos de los hospitales privados. El resultado fue insuficiente, por decirlo de alguna manera. No se vacunó a todo el personal médico de la primera línea y no se atendió a los médicos particulares

Ahora, sin terminar la primera fase, se decide vacunar a los mayores de 60 años, sin embargo, otra vez se da paso a la ocurrencia. Se abrió un registro por internet para este grupo poblacional y lo tiraron al caño. Se hizo por repartición de fichas y no por el registro electrónico previo. Hubiese bastado citar a los inscritos y darles un lugar y hora para no saturar los centros de vacunación propiciando el contagio. Además, se les ocurrió (quizá a AMLO) iniciar la vacunación en las zonas pobres en lugar de las zonas más densamente pobladas donde el contagio es mayor. Por ejemplo: escogieron Magdalena Contreras, Cuajimalpa y Milpa Alta, tres alcaldías con el menor número de personas de 60 años y más. ¿Por qué no Iztapalapa? La de mayor contagio a nivel nacional. Bastaría haber consultado las cifras del INEGI. El universo de personas mayores de 60 años en el país es de 15 millones 142 mil 976, en la Ciudad de México un millón 491 mil 319. ¿De dónde saldrán las vacunas y cuál será el ritmo de aplicación?, ¿por qué Israel y Chile sí han tenido éxito en su política de vacunación? No tengo duda de que algún día llegarán las vacunas prometidas. Sin embargo, ¿cuántas muertes tendremos aún que padecer para vacunar bajo estas políticas disparatadas?

pedropenaloza@yahoo.com/Twitter: @pedro_penaloz

Los hombres de estado son como los cirujanos: sus errores son mortales.

François Mauriac


Lo primero que hay que decir es la falta de claridad del inquilino de Palacio Nacional. Veamos los pasos del gobierno: primero, subestimaron la gravedad del virus, es más, el juglar del gobierno, López-Gatell, se atrevió a decir que era más grave la influenza que el Covid-19; por su parte, el presidente nos mostró su preferencia íntima/religiosa y exhibió estampitas como factores protectores ante la enfermedad. En tanto, las víctimas crecían y el gobierno sólo atinaba a decir que el sistema de salud fue heredado con serias deficiencias; segundo, el número de muertos aumentaba todas las semanas, los panteones, crematorios y hospitales eran insuficientes y, la gente hacía verdaderos viacrucis para conseguir un concentrador, un tanque de oxígeno o una cama de hospital o muchos fallecían en una ambulancia o en su hogar esperando ser atendidos; tercero, se anunció la vacunación del personal médico que estaba en la trinchera y también se dijo que se inyectaría a médicos de los hospitales privados. El resultado fue insuficiente, por decirlo de alguna manera. No se vacunó a todo el personal médico de la primera línea y no se atendió a los médicos particulares

Ahora, sin terminar la primera fase, se decide vacunar a los mayores de 60 años, sin embargo, otra vez se da paso a la ocurrencia. Se abrió un registro por internet para este grupo poblacional y lo tiraron al caño. Se hizo por repartición de fichas y no por el registro electrónico previo. Hubiese bastado citar a los inscritos y darles un lugar y hora para no saturar los centros de vacunación propiciando el contagio. Además, se les ocurrió (quizá a AMLO) iniciar la vacunación en las zonas pobres en lugar de las zonas más densamente pobladas donde el contagio es mayor. Por ejemplo: escogieron Magdalena Contreras, Cuajimalpa y Milpa Alta, tres alcaldías con el menor número de personas de 60 años y más. ¿Por qué no Iztapalapa? La de mayor contagio a nivel nacional. Bastaría haber consultado las cifras del INEGI. El universo de personas mayores de 60 años en el país es de 15 millones 142 mil 976, en la Ciudad de México un millón 491 mil 319. ¿De dónde saldrán las vacunas y cuál será el ritmo de aplicación?, ¿por qué Israel y Chile sí han tenido éxito en su política de vacunación? No tengo duda de que algún día llegarán las vacunas prometidas. Sin embargo, ¿cuántas muertes tendremos aún que padecer para vacunar bajo estas políticas disparatadas?

pedropenaloza@yahoo.com/Twitter: @pedro_penaloz

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