Hace unas semanas se recibió en la Cámara de Diputados el paquete económico para el año 2020 que propone el gobierno federal. Consta principalmente de la Ley de Ingresos de la Federación, el Presupuesto de Egresos y varios ordenamientos adicionales como la Miscelánea Fiscal, y el jueves pasado, asistió el Secretario de Hacienda y Crédito Público a la Cámara de Diputados tanto a informar sobre lo avanzado como a defender lo que se propone para el año entrante.
La economía de México está pasando por momentos complicados y nadie lo puede poner en duda. El crecimiento del 0%, la constante y creciente pérdida de empleos, la caída en la calificación crediticia de PEMEX y la caída en la actividad económica son prueba de ello y la propuesta de paquete económico, a pesar de tener visos de responsabilidad, no va a cambiar esta realidad.
Se sigue reduciendo el gasto en inversión, en campo, en salud y en prácticamente todos los rubros sensibles y que pueden generar crecimiento, para enfocar el gasto a programas clientelares y obras absurdas como la refinería de Dos Bocas, y mientras el gobierno tenga que seguir insistiendo en que hay confianza en PEMEX y en México para invertir lo único que corrobora es que no la hay.
Arturo Herrara, Secretario de Hacienda y Crédito Público, reconoció ante el pleno de la Cámara de Diputados que para que el país crezca se necesita la inversión del sector privado. Irónicamente el gobierno de López Obrador, desde antes de empezar formalmente su gestión, ha generado incertidumbre. La consulta apócrifa con la que se justificó la cancelación de la construcción del nuevo aeropuerto fue el primer error, pero se han ido sumando decenas que van desde el crecimiento de la violencia y la inseguridad, y hasta una reforma fiscal persecutoria, que equipara la evasión fiscal al crimen organizado.
También, existe opacidad en grandes rubros del gasto como lo es el Seguro Popular, al que se la asignaron más de 72 mil millones de pesos sin la obligación de difundir criterios para definir a los beneficiarios, sin dar información del número de beneficiarios ni los montos de las cuotas familiares; en pocas palabras: se erogaran más 72 mil millones en total opacidad.
Otro factor que se debe resaltar son las recurrentes faltas a la verdad del gobierno de López Obrador en la materia. Desde la promesa en campaña del crecimiento al 6% que ya no tiene caso mencionar porque estamos en 0%, y hasta las afirmaciones como la baja del precio de los combustibles o la famosa “no creación ni aumento de impuestos” que se repitieron durante el primer informe de gobierno, se van desenmascarando ante la realidad.
México necesita generar las condiciones para atraer inversión, pero sin Estado de derecho, con decisiones absurdas y con un gobierno que ha cedido ante las verdaderas mafias del poder será difícil lograr confianza.
@JCRomeroHicks