/ viernes 18 de septiembre de 2020

Sindemia

Los problemas interactúan y se potencian entre sí, provocando reacciones en cadena a veces con resultados inesperados. Un ejemplo es una tormenta ígnea, que inicia con un cerillo, pero si se suman vientos y áreas propensas, es capaz de desencadenar un gigantesco incendio forestal. Esto es, se pasa de un sistema complicado a uno complejo.

En esta complejidad la sindemia es un fenómeno que debemos tener presente, ya que es la convergencia de varias epidemias, como es el caso del COVID 19 y otras epidemias reconocidas desde el 2016 como la obesidad y diabetes. Si a estas condiciones se les añade la influenza estacional, que inicia a partir de octubre y que de acuerdo con especialistas se puede dar un contagio cruzado, un sistema de salud que ha sido llevado al límite, una delicada situación presupuestal y una sociedad enojada, la interacción entre estos temas nos puede llevar a un escenario de mayor complejidad y reto para el Estado mexicano.

La mayor tensión de nuestros tiempos es la relación entre esta sindemia ampliada por factores socioeconómicos frente a la posibilidad de crear prosperidad y bienestar, por lo que debe ser prioridad nacional generar condiciones para que los y las mexicanas puedan tener un trabajo digno, buena salud física, emocional, felicidad y sobre todo, educación de excelencia.

A lo largo de la historia las pandemias cambiaron el mundo. La peste cambió la geopolítica de Europa y fue un detonador para el fin de la Edad Media; la gripa española impactó a varios países al final de la Primera Guerra Mundial y fue un elemento para la creación de un nuevo orden mundial.

Todo esto nos lleva a dos preguntas de fondo. La primera es ¿cómo esta sindemia se relacionará con otras crisis estructurales como migración, calentamiento global, agotamiento del capitalismo, la disminución de empleos frente a la automatización entre muchos otros y cuáles serán sus consecuencias? Y la segunda es ¿cómo impactará no solo a nuestro país, sino a los pilares de la cultura en Occidente como la democracia representativa, el libre mercado y el concepto de bienestar basado en el crecimiento de la clase media? La claridad del momento que nos tocará vivir será determinante para el futuro de nuestro país.

@LuisH_Fernandez

Los problemas interactúan y se potencian entre sí, provocando reacciones en cadena a veces con resultados inesperados. Un ejemplo es una tormenta ígnea, que inicia con un cerillo, pero si se suman vientos y áreas propensas, es capaz de desencadenar un gigantesco incendio forestal. Esto es, se pasa de un sistema complicado a uno complejo.

En esta complejidad la sindemia es un fenómeno que debemos tener presente, ya que es la convergencia de varias epidemias, como es el caso del COVID 19 y otras epidemias reconocidas desde el 2016 como la obesidad y diabetes. Si a estas condiciones se les añade la influenza estacional, que inicia a partir de octubre y que de acuerdo con especialistas se puede dar un contagio cruzado, un sistema de salud que ha sido llevado al límite, una delicada situación presupuestal y una sociedad enojada, la interacción entre estos temas nos puede llevar a un escenario de mayor complejidad y reto para el Estado mexicano.

La mayor tensión de nuestros tiempos es la relación entre esta sindemia ampliada por factores socioeconómicos frente a la posibilidad de crear prosperidad y bienestar, por lo que debe ser prioridad nacional generar condiciones para que los y las mexicanas puedan tener un trabajo digno, buena salud física, emocional, felicidad y sobre todo, educación de excelencia.

A lo largo de la historia las pandemias cambiaron el mundo. La peste cambió la geopolítica de Europa y fue un detonador para el fin de la Edad Media; la gripa española impactó a varios países al final de la Primera Guerra Mundial y fue un elemento para la creación de un nuevo orden mundial.

Todo esto nos lleva a dos preguntas de fondo. La primera es ¿cómo esta sindemia se relacionará con otras crisis estructurales como migración, calentamiento global, agotamiento del capitalismo, la disminución de empleos frente a la automatización entre muchos otros y cuáles serán sus consecuencias? Y la segunda es ¿cómo impactará no solo a nuestro país, sino a los pilares de la cultura en Occidente como la democracia representativa, el libre mercado y el concepto de bienestar basado en el crecimiento de la clase media? La claridad del momento que nos tocará vivir será determinante para el futuro de nuestro país.

@LuisH_Fernandez