/ jueves 4 de octubre de 2018

Sínodo de los jóvenes

Del 3 al 28 de octubre, se lleva a cabo en Roma la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, para tratar sobre Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. Participan 267 personas de todo el mundo, la mayoría obispos, elegidos por sus Conferencias Episcopales. Hay también sacerdotes, religiosas y laicos con mucha experiencia. Además, con voz para opinar, aunque no con derecho a votar, están 106 personas: 23 expertos, 49 “auditores” y 34 jóvenes entre 18 y 29 años. De México, van los obispos Jaime Calderón, de Tapachula, Héctor Luis Morales, de Netzahualcóyotl, Jorge Cuapio, de Tlalnepantla, y Juan Armando Pérez, de Monterrey.


El Cuaderno de trabajo para guiar las sesiones, tiene tres partes: a) Reconocer: La Iglesia escucha la realidad. b) Interpretar: La fe y el discernimiento vocacional. c) Elegir: caminos de conversión pastoral y misionera.


PENSAR

Traigo a colación lo que los obispos mexicanos hemos dicho en nuestro Proyecto Global de Pastoral 2031+2033 (PGP), en relación con los jóvenes: “Los Obispos reconocemos que, en los adolescentes y jóvenes, nuestro país y la Iglesia de México, tienen una gran riqueza y una gran esperanza. Valoramos la importancia de su presencia y la fuerza de su entusiasmo en estos momentos históricos de la humanidad y de nuestro país. Queremos expresar nuestro compromiso con cercanía, confianza y diálogo mutuo, para reconocerlos como protagonistas de una transformación social y sujetos de una nueva etapa en la evangelización en nuestras comunidades juveniles, desde un proyecto de vida, orientado hacia su propia santidad. Sabemos que muchos jóvenes de México expresan su respeto por los valores evangélicos y un gran deseo de conocer más profundamente a Cristo; que aprecian el acompañamiento cercano de sus pastores y que participan con alegría y un gran entusiasmo, pidiendo ser tomados en cuenta con responsabilidades dentro de la Iglesia” (No. 188).



ACTUAR

Oremos al Espíritu Santo por el buen desarrollo del Sínodo mundial sobre los jóvenes, y hagamos lo que nos corresponde para poner en práctica estos compromisos pastorales que sugerimos los obispos mexicanos en la última parte del PGP:

  • Promover iniciativas de educación y desarrollo humano integral de los adolescentes y jóvenes en nuestras parroquias, en espacios donde se sientan atendidos y acompañados, con el esfuerzo y la participación de los mismos jóvenes y de las familias.
  • Instrumentar iniciativas pastorales para acercarnos a los adolescentes y jóvenes en sus diversas realidades y ambientes: campesino, indígena, estudiantil, obrero, migrante, urbano y como jóvenes adultos, con una disposición a la escucha y al diálogo, ayudando a fortalecer su proyecto de vida.
  • Acompañar y promover encuentros con Jesucristo Vivo, desde un proyecto de pastoral de adolescentes y jóvenes con sentido kerigmático, acorde a los lenguajes, signos y ritmos de nuestro tiempo, que desemboque en una cultura vocacional.
  • Favorecer iniciativas de evangelización y trabajo misionero de los jóvenes hacia los mismos jóvenes, utilizando las nuevas tecnologías y su original creatividad para generar redes en el anuncio del Evangelio y descubrir el sentido de su vida y su misión en la sociedad y la Iglesia.
  • Realizar proyectos pastorales encaminados a acompañar y ayudar a los jóvenes en riesgo de: violencia, narcotráfico, prostitución, trata de personas, etc., con ambientes más sanos que les ayude a desarrollar su espíritu juvenil.


Obispo Emérito de SCLC


Del 3 al 28 de octubre, se lleva a cabo en Roma la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, para tratar sobre Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. Participan 267 personas de todo el mundo, la mayoría obispos, elegidos por sus Conferencias Episcopales. Hay también sacerdotes, religiosas y laicos con mucha experiencia. Además, con voz para opinar, aunque no con derecho a votar, están 106 personas: 23 expertos, 49 “auditores” y 34 jóvenes entre 18 y 29 años. De México, van los obispos Jaime Calderón, de Tapachula, Héctor Luis Morales, de Netzahualcóyotl, Jorge Cuapio, de Tlalnepantla, y Juan Armando Pérez, de Monterrey.


El Cuaderno de trabajo para guiar las sesiones, tiene tres partes: a) Reconocer: La Iglesia escucha la realidad. b) Interpretar: La fe y el discernimiento vocacional. c) Elegir: caminos de conversión pastoral y misionera.


PENSAR

Traigo a colación lo que los obispos mexicanos hemos dicho en nuestro Proyecto Global de Pastoral 2031+2033 (PGP), en relación con los jóvenes: “Los Obispos reconocemos que, en los adolescentes y jóvenes, nuestro país y la Iglesia de México, tienen una gran riqueza y una gran esperanza. Valoramos la importancia de su presencia y la fuerza de su entusiasmo en estos momentos históricos de la humanidad y de nuestro país. Queremos expresar nuestro compromiso con cercanía, confianza y diálogo mutuo, para reconocerlos como protagonistas de una transformación social y sujetos de una nueva etapa en la evangelización en nuestras comunidades juveniles, desde un proyecto de vida, orientado hacia su propia santidad. Sabemos que muchos jóvenes de México expresan su respeto por los valores evangélicos y un gran deseo de conocer más profundamente a Cristo; que aprecian el acompañamiento cercano de sus pastores y que participan con alegría y un gran entusiasmo, pidiendo ser tomados en cuenta con responsabilidades dentro de la Iglesia” (No. 188).



ACTUAR

Oremos al Espíritu Santo por el buen desarrollo del Sínodo mundial sobre los jóvenes, y hagamos lo que nos corresponde para poner en práctica estos compromisos pastorales que sugerimos los obispos mexicanos en la última parte del PGP:

  • Promover iniciativas de educación y desarrollo humano integral de los adolescentes y jóvenes en nuestras parroquias, en espacios donde se sientan atendidos y acompañados, con el esfuerzo y la participación de los mismos jóvenes y de las familias.
  • Instrumentar iniciativas pastorales para acercarnos a los adolescentes y jóvenes en sus diversas realidades y ambientes: campesino, indígena, estudiantil, obrero, migrante, urbano y como jóvenes adultos, con una disposición a la escucha y al diálogo, ayudando a fortalecer su proyecto de vida.
  • Acompañar y promover encuentros con Jesucristo Vivo, desde un proyecto de pastoral de adolescentes y jóvenes con sentido kerigmático, acorde a los lenguajes, signos y ritmos de nuestro tiempo, que desemboque en una cultura vocacional.
  • Favorecer iniciativas de evangelización y trabajo misionero de los jóvenes hacia los mismos jóvenes, utilizando las nuevas tecnologías y su original creatividad para generar redes en el anuncio del Evangelio y descubrir el sentido de su vida y su misión en la sociedad y la Iglesia.
  • Realizar proyectos pastorales encaminados a acompañar y ayudar a los jóvenes en riesgo de: violencia, narcotráfico, prostitución, trata de personas, etc., con ambientes más sanos que les ayude a desarrollar su espíritu juvenil.


Obispo Emérito de SCLC


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