/ jueves 29 de julio de 2021

Socializar el conocimiento

El Presidente de la República dijo la semana pasada en Boca del Río, Veracruz, que “es bueno el sistema de educación a distancia, pero no es lo mismo, la escuela es el segundo hogar y es donde se socializa el conocimiento, donde se aprende con la participación de maestros, madres, padres de familia y estudiantes”. Y añadió: “No vamos a mantener cerradas las escuelas, ya fue bastante”.

A mí me ha llamado poderosamente la atención la frase de que “la escuela es donde se socializa el conocimiento”, por coincidir plenamente con ella. Al Presidente se le han criticado con frecuencia frases ocurrentes, ideas inesperadas, insubstanciales y hasta contradictorias. Pero en esta ocasión, a mi juicio, le asiste toda la razón al hablar de socializar el conocimiento (evoco aquí los nombres de dos grandes socialistas españoles en la materia, Fernando de los Ríos -además notable jurista- y Fernando Giner de los Ríos), obviamente que en las escuelas dependientes de la Secretaría de Educación Pública -primaria, secundaria, preparatoria- y no en la Universidad, que es otra cosa. Se trata de difundir la educación, de compartirla con la sociedad, de expandirla. Es, si se me permite el símil, una especie de polinización mediante la cual se propaga el grano educativo, es la transferencia del polen educativo hasta la parte receptiva de la sociedad. Gandhi decía que la educación debe germinar y fecundar los óvulos de la flor social, haciendo posible la producción de semillas y frutos que transformen el alma humana. Es la reproducción del conocimiento, proceso fundamental para mantener la vida intelectual y moral en el mundo.

Ahora bien, dicha socialización corre el riesgo de ser interrumpida por la pandemia. No sería admisible someter a los jóvenes educandos al riesgo de contraer el covid-19 por lo que es de ver, guste o no, cómo evoluciona la pandemia; lo cual advierte sobre la importancia de la educación virtual. A mayores trueno y rayos de la pandemia más virtualidad. Lo que pasa es que en una misma promoción de alumnos el hecho de que unos reciban educación virtual y otros presencial no cumple, de ninguna manera, con los requisitos básicos de una buena educación. Son dos planos, digamos, que dividen a un grupo haciendo distintas sus partes, quiérase que no, en la adquisición y asimilación de conocimientos. Son dos hemisferios de una promoción dividida y que capta distinto lo que debería de ser común. Y qué decir de una Universidad donde este fenómeno va más al fondo, diferenciando una tradición histórica e intelectual. Pero aquí agrego algo, sería muy grave que la pandemia hiciera estragos en el alma y espíritu de una generación que de suyo es un conjunto de individuos que comparten y participan en una distribución cultural general. Pero la pandemia no distingue ni diferencia. La socialización del conocimiento debe buscar nuevas puertas de entrada y recurrir a lo virtual, pero impregnando de ideas positivas a una sociedad que en plena pandemia no podría renunciar a la cultura. ¿Generación virtual? Tal es el reto como tantas veces lo hemos dicho pues no es o no sería educativo sacrificarle a la pandemia, por el afán de estar presentes en el campus, a toda una generación. ¿Socialización virtual? Tal es el reto, repito, fortalecer la Universidad como un todo, coherente, integrado, igualador y sistemático. Por eso no podemos ni debemos tener presencia en la UNAM mientras perdure tan fuerte la pandemia. La socialización del conocimiento universitario debe adaptarse a un nuevo tiempo, que es reflejo de lo que acontece en el mundo entero en materia de comunicación. La universalidad de la Universidad no puede ser de otra manera.


PROFESOR EMÉRITO DE LA UNAM


Sígueme en Twitter: @RaulCarranca

Y Facebook: www.facebook.com/despacho raulcarranca



El Presidente de la República dijo la semana pasada en Boca del Río, Veracruz, que “es bueno el sistema de educación a distancia, pero no es lo mismo, la escuela es el segundo hogar y es donde se socializa el conocimiento, donde se aprende con la participación de maestros, madres, padres de familia y estudiantes”. Y añadió: “No vamos a mantener cerradas las escuelas, ya fue bastante”.

A mí me ha llamado poderosamente la atención la frase de que “la escuela es donde se socializa el conocimiento”, por coincidir plenamente con ella. Al Presidente se le han criticado con frecuencia frases ocurrentes, ideas inesperadas, insubstanciales y hasta contradictorias. Pero en esta ocasión, a mi juicio, le asiste toda la razón al hablar de socializar el conocimiento (evoco aquí los nombres de dos grandes socialistas españoles en la materia, Fernando de los Ríos -además notable jurista- y Fernando Giner de los Ríos), obviamente que en las escuelas dependientes de la Secretaría de Educación Pública -primaria, secundaria, preparatoria- y no en la Universidad, que es otra cosa. Se trata de difundir la educación, de compartirla con la sociedad, de expandirla. Es, si se me permite el símil, una especie de polinización mediante la cual se propaga el grano educativo, es la transferencia del polen educativo hasta la parte receptiva de la sociedad. Gandhi decía que la educación debe germinar y fecundar los óvulos de la flor social, haciendo posible la producción de semillas y frutos que transformen el alma humana. Es la reproducción del conocimiento, proceso fundamental para mantener la vida intelectual y moral en el mundo.

Ahora bien, dicha socialización corre el riesgo de ser interrumpida por la pandemia. No sería admisible someter a los jóvenes educandos al riesgo de contraer el covid-19 por lo que es de ver, guste o no, cómo evoluciona la pandemia; lo cual advierte sobre la importancia de la educación virtual. A mayores trueno y rayos de la pandemia más virtualidad. Lo que pasa es que en una misma promoción de alumnos el hecho de que unos reciban educación virtual y otros presencial no cumple, de ninguna manera, con los requisitos básicos de una buena educación. Son dos planos, digamos, que dividen a un grupo haciendo distintas sus partes, quiérase que no, en la adquisición y asimilación de conocimientos. Son dos hemisferios de una promoción dividida y que capta distinto lo que debería de ser común. Y qué decir de una Universidad donde este fenómeno va más al fondo, diferenciando una tradición histórica e intelectual. Pero aquí agrego algo, sería muy grave que la pandemia hiciera estragos en el alma y espíritu de una generación que de suyo es un conjunto de individuos que comparten y participan en una distribución cultural general. Pero la pandemia no distingue ni diferencia. La socialización del conocimiento debe buscar nuevas puertas de entrada y recurrir a lo virtual, pero impregnando de ideas positivas a una sociedad que en plena pandemia no podría renunciar a la cultura. ¿Generación virtual? Tal es el reto como tantas veces lo hemos dicho pues no es o no sería educativo sacrificarle a la pandemia, por el afán de estar presentes en el campus, a toda una generación. ¿Socialización virtual? Tal es el reto, repito, fortalecer la Universidad como un todo, coherente, integrado, igualador y sistemático. Por eso no podemos ni debemos tener presencia en la UNAM mientras perdure tan fuerte la pandemia. La socialización del conocimiento universitario debe adaptarse a un nuevo tiempo, que es reflejo de lo que acontece en el mundo entero en materia de comunicación. La universalidad de la Universidad no puede ser de otra manera.


PROFESOR EMÉRITO DE LA UNAM


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