/ sábado 24 de marzo de 2018

Soldado vivo pelea dos veces

La vida es una gran oportunidad. No hay escuelas para vivir la vida, aprendemos desde nuestra propia experiencia y la de terceros. ¿De qué depende que la vida coloque algunos a lo más alto, a lo más sublime, y a otros los lleve a crear catástrofes?. Creemos que ello precisa de cómo se entiende la vida y de las decisiones que tomamos. Depende de ser protagonistas de nuestra existencia.

El recién fallecido Stephen Hawking nos revela la profunda idea que tenia de su propia existencia y de la vida misma, aun a pesar de su situación, con esta frase: “No le tengo miedo a la muerte, pero yo no tengo prisa en morir. Tengo tantas cosas que quiero hacer antes”

Ayuda para lograr lo anterior, el enfocarse en el "aquí y ahora", no en experiencias del pasado, ni en temores del futuro, porque solo en el presente fluyen las potencialidades, las alternativas de solución y toma de decisiones, una vez decidido, caminar con pasos firmes en la ruta para alcanzar la meta, en lograr el cambio deseado.

Hace unos días, vivimos - los familiares, internos que participaron y autoridades - una grata experiencia del ámbito penitenciario. Retomamos lo que Adriana Malvido, desde su aguda mirada narró recientemente en su columna del 14/03 titulada “Del reclusorio al Teatro Esperanza Iris”:

“Nunca, en algún otro país del mundo, había sucedido algo así. Cien personas privadas de su libertad salen de la cárcel por unas horas. Desde la ventanilla del transporte pueden ver las calles una mañana soleada (…) son internos del Reclusorio Oriente y mujeres confinadas en Santa Martha Acatitla que, por primera vez, cruzan las rejas para presentarse, como otros, en el Teatro Esperanza Iris del centro de la Ciudad de México.”

“Antes de iniciar la función se presentan uno a uno: “Soy (…) tengo 30 años en reclusión y sin ver un amanecer”. “Soy (…) y tengo 16 años de no abrazar a mis hijas que ya son madres”. “Soy (…) y pido perdón a quienes ofendí”. “Soy (…) y lo único que quiero es estar con mi familia y ser buen ejemplo”. “Soy (…) y quiero enseñarle a mi hijo a que no comenta los mismos errores que yo”.”…

Adriana Malvido dío su reconocimiento: “teatro como catarsis, como vía para la reconstrucción de valores, ideales y sueños. Como una manera de ejercer los derechos culturales y de recuperación de la dignidad. Un paso de la nula autoestima a la responsabilidad de saberse ejemplo para otros”.

Pienso que el evento cumplió con el objetivo. Fue posible gracias a la asociación civil “La Fundación Voz de Libertad” y a la perseverante participación de muchos años en el teatro penitenciario del reconocido Arturo Morell, creador y director del musical “Un grito de libertad”, versión libre de “El hombre de la mancha”.

En este contexto, surguió en mi memoria “soldado vivo pelea dos veces”. Recordé, oír ese dicho siendo director de la Penitenciaria Varonil de Santa Martha Acatitla, especialmente de un interno que era famoso, pero él no lo sabía. Su perfil conductual creó en mí la percepción, que tenia un conocimiento autentico situacional y participaba en su programa para reinsertarse a la sociedad. Entendío del valor del control de la demora en forma dinámica.

Entonces, “soldado vivo pelea dos veces”, desde una perspectiva del dar tiempo al tiempo, crear los momentos propicios y prepararse competitivamente, sería una opción ganadora para reintegrarse a la sociedad con éxito. Aprender del error y no repetirlo, reconstruir valores, ideales, sueños y así estar en el camino del derecho al porvenir.

hazael.ruiz@hotmail.com


La vida es una gran oportunidad. No hay escuelas para vivir la vida, aprendemos desde nuestra propia experiencia y la de terceros. ¿De qué depende que la vida coloque algunos a lo más alto, a lo más sublime, y a otros los lleve a crear catástrofes?. Creemos que ello precisa de cómo se entiende la vida y de las decisiones que tomamos. Depende de ser protagonistas de nuestra existencia.

El recién fallecido Stephen Hawking nos revela la profunda idea que tenia de su propia existencia y de la vida misma, aun a pesar de su situación, con esta frase: “No le tengo miedo a la muerte, pero yo no tengo prisa en morir. Tengo tantas cosas que quiero hacer antes”

Ayuda para lograr lo anterior, el enfocarse en el "aquí y ahora", no en experiencias del pasado, ni en temores del futuro, porque solo en el presente fluyen las potencialidades, las alternativas de solución y toma de decisiones, una vez decidido, caminar con pasos firmes en la ruta para alcanzar la meta, en lograr el cambio deseado.

Hace unos días, vivimos - los familiares, internos que participaron y autoridades - una grata experiencia del ámbito penitenciario. Retomamos lo que Adriana Malvido, desde su aguda mirada narró recientemente en su columna del 14/03 titulada “Del reclusorio al Teatro Esperanza Iris”:

“Nunca, en algún otro país del mundo, había sucedido algo así. Cien personas privadas de su libertad salen de la cárcel por unas horas. Desde la ventanilla del transporte pueden ver las calles una mañana soleada (…) son internos del Reclusorio Oriente y mujeres confinadas en Santa Martha Acatitla que, por primera vez, cruzan las rejas para presentarse, como otros, en el Teatro Esperanza Iris del centro de la Ciudad de México.”

“Antes de iniciar la función se presentan uno a uno: “Soy (…) tengo 30 años en reclusión y sin ver un amanecer”. “Soy (…) y tengo 16 años de no abrazar a mis hijas que ya son madres”. “Soy (…) y pido perdón a quienes ofendí”. “Soy (…) y lo único que quiero es estar con mi familia y ser buen ejemplo”. “Soy (…) y quiero enseñarle a mi hijo a que no comenta los mismos errores que yo”.”…

Adriana Malvido dío su reconocimiento: “teatro como catarsis, como vía para la reconstrucción de valores, ideales y sueños. Como una manera de ejercer los derechos culturales y de recuperación de la dignidad. Un paso de la nula autoestima a la responsabilidad de saberse ejemplo para otros”.

Pienso que el evento cumplió con el objetivo. Fue posible gracias a la asociación civil “La Fundación Voz de Libertad” y a la perseverante participación de muchos años en el teatro penitenciario del reconocido Arturo Morell, creador y director del musical “Un grito de libertad”, versión libre de “El hombre de la mancha”.

En este contexto, surguió en mi memoria “soldado vivo pelea dos veces”. Recordé, oír ese dicho siendo director de la Penitenciaria Varonil de Santa Martha Acatitla, especialmente de un interno que era famoso, pero él no lo sabía. Su perfil conductual creó en mí la percepción, que tenia un conocimiento autentico situacional y participaba en su programa para reinsertarse a la sociedad. Entendío del valor del control de la demora en forma dinámica.

Entonces, “soldado vivo pelea dos veces”, desde una perspectiva del dar tiempo al tiempo, crear los momentos propicios y prepararse competitivamente, sería una opción ganadora para reintegrarse a la sociedad con éxito. Aprender del error y no repetirlo, reconstruir valores, ideales, sueños y así estar en el camino del derecho al porvenir.

hazael.ruiz@hotmail.com