/ miércoles 11 de mayo de 2022

Solita se hundió 

Desde mi punto de vista, la Jefa de Gobierno se hundió solita. El Informe de Causa Raíz de Det Norske Veritas, con base en la información que ha trascendido por distintos medios, no presentaba a su administración como los únicos culpables de la tragedia, sino culpas compartidas. Una mala construcción y un mal mantenimiento. Con su recelo frente a los resultados de un informe independiente queda como la única culpable de la tragedia del 3 de mayo de 2021.

Resulta difícil creer que unas columnas y trabes relativamente nuevas puedan colapsar por falta de mantenimiento. Sin leer el informe de DNV asumo que hay culpas mixtas. Frente a las múltiples dificultades de la línea 12 del metro, ésta ha tenido cambios que incidieron en el peso muerto. Esto, a su vez, exigía atención especial y la detección de cualquier deformación.

El error inmenso de la Jefa de Gobierno es que al rechazar cualquier culpa sobre su tramo de responsabilidad, está llevándose toda la culpa. Por ser evasiva, termina señalada. Es inverosímil que una empresa con décadas de experiencia vaya a exponer su prestigio por un solo caso. Si DNV consideró que había causales atribuibles a la actual administración es porque ésta sí pudo haber evitado el accidente, pero eso no quita que la línea haya tenido problemas de origen.

Este terrible síndrome, construido por la Cuarta Transformación, de no asumir sino culpar a terceros de todo lo que sucede mal, podría convertirse en boomerang para la Jefa de Gobierno: su narrativa de víctima en realidad es una confrontación con otro aspirante a la candidatura a la Presidencia, Marcelo Ebrard, y la vez es oro molido para la oposición, que ya está pidiendo, desde el Senado de la República, que la Jefa de Gobierno se separe del cargo para facilitar las investigaciones.

Si somos estrictos, quien más representa un conflicto de interés en la investigación de la causa raíz del accidente de la Línea 12 del Metro es Claudia Sheinbaum, no un abogado de DNV o de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad. Al negar la validez del informe de DNV lo hace en pleno conflicto de interés, así que, en cierta manera, la oposición tiene razón.

Pero el problema no es ella, sino sus aspiraciones: está abriendo camino a que otro partido se haga de la Jefatura de Gobierno a partir del 5 de octubre de 2024. Si Morena perdió las elecciones en el contexto de la tragedia de la Línea 12, hoy está dando argumentos para que en 2024 suceda exactamente lo mismo, sólo que en vez de perder 9 alcaldías, perderá la Jefatura de Gobierno.

¿Puede Claudia Sheinbaum ser la candidata de Morena a la Presidencia y salir derrotada en las elecciones de su propia entidad? De poder, sin duda puede, pero justo debilita su flanco más débil. Su berrinche, su capricho, porque no veo otra forma de llamar al rechazo al Informe de causa raíz del incidente del 3 de mayo de 2021, sólo está magnificando algo que no todo el mundo pensaba: que ella misma (no sus técnicos, no su defenestrada directora del Sistema de Transporte Colectivo Metro, Florencia Serranía) es la responsable de 26 muertes en la Línea 12, y un sinnúmero de heridos. Francamente, me sorprende su torpeza política.

Desde mi punto de vista, la Jefa de Gobierno se hundió solita. El Informe de Causa Raíz de Det Norske Veritas, con base en la información que ha trascendido por distintos medios, no presentaba a su administración como los únicos culpables de la tragedia, sino culpas compartidas. Una mala construcción y un mal mantenimiento. Con su recelo frente a los resultados de un informe independiente queda como la única culpable de la tragedia del 3 de mayo de 2021.

Resulta difícil creer que unas columnas y trabes relativamente nuevas puedan colapsar por falta de mantenimiento. Sin leer el informe de DNV asumo que hay culpas mixtas. Frente a las múltiples dificultades de la línea 12 del metro, ésta ha tenido cambios que incidieron en el peso muerto. Esto, a su vez, exigía atención especial y la detección de cualquier deformación.

El error inmenso de la Jefa de Gobierno es que al rechazar cualquier culpa sobre su tramo de responsabilidad, está llevándose toda la culpa. Por ser evasiva, termina señalada. Es inverosímil que una empresa con décadas de experiencia vaya a exponer su prestigio por un solo caso. Si DNV consideró que había causales atribuibles a la actual administración es porque ésta sí pudo haber evitado el accidente, pero eso no quita que la línea haya tenido problemas de origen.

Este terrible síndrome, construido por la Cuarta Transformación, de no asumir sino culpar a terceros de todo lo que sucede mal, podría convertirse en boomerang para la Jefa de Gobierno: su narrativa de víctima en realidad es una confrontación con otro aspirante a la candidatura a la Presidencia, Marcelo Ebrard, y la vez es oro molido para la oposición, que ya está pidiendo, desde el Senado de la República, que la Jefa de Gobierno se separe del cargo para facilitar las investigaciones.

Si somos estrictos, quien más representa un conflicto de interés en la investigación de la causa raíz del accidente de la Línea 12 del Metro es Claudia Sheinbaum, no un abogado de DNV o de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad. Al negar la validez del informe de DNV lo hace en pleno conflicto de interés, así que, en cierta manera, la oposición tiene razón.

Pero el problema no es ella, sino sus aspiraciones: está abriendo camino a que otro partido se haga de la Jefatura de Gobierno a partir del 5 de octubre de 2024. Si Morena perdió las elecciones en el contexto de la tragedia de la Línea 12, hoy está dando argumentos para que en 2024 suceda exactamente lo mismo, sólo que en vez de perder 9 alcaldías, perderá la Jefatura de Gobierno.

¿Puede Claudia Sheinbaum ser la candidata de Morena a la Presidencia y salir derrotada en las elecciones de su propia entidad? De poder, sin duda puede, pero justo debilita su flanco más débil. Su berrinche, su capricho, porque no veo otra forma de llamar al rechazo al Informe de causa raíz del incidente del 3 de mayo de 2021, sólo está magnificando algo que no todo el mundo pensaba: que ella misma (no sus técnicos, no su defenestrada directora del Sistema de Transporte Colectivo Metro, Florencia Serranía) es la responsable de 26 muertes en la Línea 12, y un sinnúmero de heridos. Francamente, me sorprende su torpeza política.

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