/ viernes 27 de diciembre de 2019

T-MEC para los mortales

Por: Carolina de Benito

Desde hace varios meses la mayoría de nosotros escuchamos y escuchamos sobre el famoso Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá o mejor conocido por sus siglas: T- Mec.

Este tratado no es más que la nueva versión o la modernización del antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que los tres países celebran con el fin de seguir promoviendo e impulsando los acuerdos comerciales que desde hace décadas celebran.

El presidente Donald Trump lo define como “el mejor y más importante acuerdo comercial jamás hecho por Estados Unidos”, tan importante que ha mencionado que el TLCAN ha sido “el peor acuerdo comercial de nuestro país”.

Ha resultado ser todo un proceso muy polémico, en donde los tres países han tenido que negociar fervientemente sus posturas y ver por el beneficio de los tres involucrados, ya que se prevé que genere un impulso a la fabricación de automóviles, se fortalezcan las leyes laborales, exista un mayor acceso a los mercados por parte de los productores, se abra un nuevo capítulo para el comercio digital, entre otros beneficios.

Para nuestro país, los beneficios más considerables de acuerdo a nuestro subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Jesús Seade, serán las mejoras en los mecanismos de solución de controversias, más inversiones por la relación costo-beneficio que existirá y sobretodo un tema muy importante que es el del trabajo, ya que se crearán diversas maneras que aseguren el cumplimiento de las leyes laborales mexicanas.

Este tipo de acuerdos prometen mejorar las relaciones comerciales donde México busca asegurar y proporcionar certidumbre comercial y económica para aquellos inversores que vengan a nuestro país y para los que salen a buscar oportunidades en Estados Unidos y Canadá.

El presidente, López Obrador ve este tipo de acuerdos muy benéficos para nuestra nación pues impulsarán y continuarán con el avance que México lleva recorriendo desde hace décadas que inició el TLCAN.

Se ha vuelto un tema más popular y polémico debido a ciertas propuestas como los “agregados laborales” que se supone vendrían a supervisar y evaluar el cumplimiento de la reforma laboral, pero no es más que una legislación creada después del acuerdo comercial que no afecta ni pone en riesgo que se autorice el tratado.

Para nosotros los mortales, este tipo de acuerdos sí nos repercuten en nuestro día a día, ya que gracias a esto la economía y comercio, -solo por mencionar dos de muchos factores relevantes-, fluye y se ve reflejado en los productos que consumimos, que exportamos y finalmente en lo que más nos importa que es: en nuestros bolsillos.

Por: Carolina de Benito

Desde hace varios meses la mayoría de nosotros escuchamos y escuchamos sobre el famoso Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá o mejor conocido por sus siglas: T- Mec.

Este tratado no es más que la nueva versión o la modernización del antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que los tres países celebran con el fin de seguir promoviendo e impulsando los acuerdos comerciales que desde hace décadas celebran.

El presidente Donald Trump lo define como “el mejor y más importante acuerdo comercial jamás hecho por Estados Unidos”, tan importante que ha mencionado que el TLCAN ha sido “el peor acuerdo comercial de nuestro país”.

Ha resultado ser todo un proceso muy polémico, en donde los tres países han tenido que negociar fervientemente sus posturas y ver por el beneficio de los tres involucrados, ya que se prevé que genere un impulso a la fabricación de automóviles, se fortalezcan las leyes laborales, exista un mayor acceso a los mercados por parte de los productores, se abra un nuevo capítulo para el comercio digital, entre otros beneficios.

Para nuestro país, los beneficios más considerables de acuerdo a nuestro subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Jesús Seade, serán las mejoras en los mecanismos de solución de controversias, más inversiones por la relación costo-beneficio que existirá y sobretodo un tema muy importante que es el del trabajo, ya que se crearán diversas maneras que aseguren el cumplimiento de las leyes laborales mexicanas.

Este tipo de acuerdos prometen mejorar las relaciones comerciales donde México busca asegurar y proporcionar certidumbre comercial y económica para aquellos inversores que vengan a nuestro país y para los que salen a buscar oportunidades en Estados Unidos y Canadá.

El presidente, López Obrador ve este tipo de acuerdos muy benéficos para nuestra nación pues impulsarán y continuarán con el avance que México lleva recorriendo desde hace décadas que inició el TLCAN.

Se ha vuelto un tema más popular y polémico debido a ciertas propuestas como los “agregados laborales” que se supone vendrían a supervisar y evaluar el cumplimiento de la reforma laboral, pero no es más que una legislación creada después del acuerdo comercial que no afecta ni pone en riesgo que se autorice el tratado.

Para nosotros los mortales, este tipo de acuerdos sí nos repercuten en nuestro día a día, ya que gracias a esto la economía y comercio, -solo por mencionar dos de muchos factores relevantes-, fluye y se ve reflejado en los productos que consumimos, que exportamos y finalmente en lo que más nos importa que es: en nuestros bolsillos.