/ sábado 3 de agosto de 2019

Teatrikando

El Exorcista en Coyoacán

Con Anna Ciochetti o Cynthia Klitbo la sorpresa y el susto es mayúsculo en El exorcista.

Ya tuve la oportunidad de ver a las dos y son equivalentes, quizá me gusta más Anna por su desenvolvimiento más sutil. Pero ambas son realmente puntuales en su cometido que es el de hacernos sentir preocupados por la niña, bien interpretada por las jovencitas Patty Larrañaga y Paola Meixueiro.

El sacerdote joven es Diego de Erice, el tío de la niña es Alejandro Herrera quien tiene la simpatía de siempre, buen desempeño; los roles que complementan son interpretados por Ricardo Silva, Guillermo Jair, Juan Manuel Pernas, Adonay Guadarrama y José Alberto Gallardo. Todos cumplen con su misión de atraer la atención del público.

La escenografía se pudo manejar de otra forma, porque les dificulta los traslados.

Logran sorprender con las escenas más truculentas como la levitación individual de la pequeña sobre la cama, la cabeza que se voltea al máximo posible. Pasando por las escenas con retorcimientos y voces de ultratumba que a más de tres ha dejado con miedo a la hora de llegar a la cama y apagar la luz.

No se tenían antecedentes de obras de terror en México hasta la llegada de La dama de negro con más de 25 años de vida, después han venido otras producciones interesantes como Esquizofrenia del mismo Rafael Perrín y otras de poco resultado escénico. Les deseamos una larga temporada, eso si.

Se presenta en el teatro Ramiro Jiménez los fines de semana y en el Interlomas, fui a función normal y había muy buena entrada, felicitaciones, quiere decir que durará.

1984

Una versión a la novela de George Orwell en que sentimos una elección diferente a lo que me hubiera gustado, pues deja fuera algunas ideas de esa tiranía: que Winston Smith trabaja en el ministerio de la verdad, que renuevan los viejos titulares y los recuerdos, que beben una bebida llamada ginebra de la victoria, la guerra con Eurasia, Oceanía o Asia oriental, que es cambiada en medio de un discurso por otro enemigo, la televisión que nos vigila cuando no está transmitiendo mensajes gubernamentales (al menos no es claro), dan esto sin recurso muy teatral (inexistente en el libro) de repetir unas escenas.

Guerra es libertad. Libertad es esclavitud. Ignorancia es fuerza son los lemas del régimen totalitario que nos deja pensando en lo acertado de elegir esta obra, hoy día, para un montaje de Efiteatro, sólo que nos hubiera gustado otro énfasis en sus contenidos.

El elenco es un tanto disparejo en sus resultados: Antón Araiza, Constantino Morán, Vanesa Restrepo, Alberto Eliseo, Angie Vega, Terence Strickman, Alfredo Herrera, Evan Regueira. José Manuel López Velarde dirige con eficiencia esta versión a 1984.

1984 y Naranja mecánica nos dejan cavilando sobre la adaptación a clásicos modernos.


El Exorcista en Coyoacán

Con Anna Ciochetti o Cynthia Klitbo la sorpresa y el susto es mayúsculo en El exorcista.

Ya tuve la oportunidad de ver a las dos y son equivalentes, quizá me gusta más Anna por su desenvolvimiento más sutil. Pero ambas son realmente puntuales en su cometido que es el de hacernos sentir preocupados por la niña, bien interpretada por las jovencitas Patty Larrañaga y Paola Meixueiro.

El sacerdote joven es Diego de Erice, el tío de la niña es Alejandro Herrera quien tiene la simpatía de siempre, buen desempeño; los roles que complementan son interpretados por Ricardo Silva, Guillermo Jair, Juan Manuel Pernas, Adonay Guadarrama y José Alberto Gallardo. Todos cumplen con su misión de atraer la atención del público.

La escenografía se pudo manejar de otra forma, porque les dificulta los traslados.

Logran sorprender con las escenas más truculentas como la levitación individual de la pequeña sobre la cama, la cabeza que se voltea al máximo posible. Pasando por las escenas con retorcimientos y voces de ultratumba que a más de tres ha dejado con miedo a la hora de llegar a la cama y apagar la luz.

No se tenían antecedentes de obras de terror en México hasta la llegada de La dama de negro con más de 25 años de vida, después han venido otras producciones interesantes como Esquizofrenia del mismo Rafael Perrín y otras de poco resultado escénico. Les deseamos una larga temporada, eso si.

Se presenta en el teatro Ramiro Jiménez los fines de semana y en el Interlomas, fui a función normal y había muy buena entrada, felicitaciones, quiere decir que durará.

1984

Una versión a la novela de George Orwell en que sentimos una elección diferente a lo que me hubiera gustado, pues deja fuera algunas ideas de esa tiranía: que Winston Smith trabaja en el ministerio de la verdad, que renuevan los viejos titulares y los recuerdos, que beben una bebida llamada ginebra de la victoria, la guerra con Eurasia, Oceanía o Asia oriental, que es cambiada en medio de un discurso por otro enemigo, la televisión que nos vigila cuando no está transmitiendo mensajes gubernamentales (al menos no es claro), dan esto sin recurso muy teatral (inexistente en el libro) de repetir unas escenas.

Guerra es libertad. Libertad es esclavitud. Ignorancia es fuerza son los lemas del régimen totalitario que nos deja pensando en lo acertado de elegir esta obra, hoy día, para un montaje de Efiteatro, sólo que nos hubiera gustado otro énfasis en sus contenidos.

El elenco es un tanto disparejo en sus resultados: Antón Araiza, Constantino Morán, Vanesa Restrepo, Alberto Eliseo, Angie Vega, Terence Strickman, Alfredo Herrera, Evan Regueira. José Manuel López Velarde dirige con eficiencia esta versión a 1984.

1984 y Naranja mecánica nos dejan cavilando sobre la adaptación a clásicos modernos.