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El panorama tecnológico en el hogar ha cambiado drásticamente en los últimos años, con una marcada tendencia hacia televisores de mayor tamaño y tecnologías más avanzadas como OLED. Lo que alguna vez fue un accesorio más de la sala, hoy se ha convertido en el núcleo de la experiencia en casa, especialmente con los cambios en el diseño arquitectónico y las demandas de los consumidores modernos.
Según la nota publicada por CNN, las ventas de televisores de gran tamaño han crecido exponencialmente, con modelos de hasta 98 pulgadas protagonizando eventos como el Black Friday en Estados Unidos.
En México, estas tendencias no pasan desapercibidas. La cercanía con Estados Unidos y la influencia cultural y comercial han hecho que los consumidores mexicanos adoptemos rápidamente las preferencias de nuestro vecino del norte. La venta de televisores de más de 65 pulgadas se ha disparado en eventos como el Buen Fin, donde marcas líderes como LG dominan el mercado, principalmente de televisores de alta gama como OLED.
El auge de los televisores más grandes va acompañado de una búsqueda por la mejor tecnología, y en este campo, OLED se posiciona como la indiscutible ganadora. A nivel mundial, las ventas de televisores OLED han mostrado un crecimiento impresionante, con LG liderando el mercado y consolidándose como el estándar de excelencia.
Un informe reciente indica que las ventas globales de OLED crecieron más del 80% en los últimos dos años. Esto no solo habla de su superioridad tecnológica, sino también de cómo los consumidores valoran cada vez más una experiencia de visualización Premium y con formatos más grandes.
Uno de los factores clave detrás de esta migración hacia televisores más grandes es el cambio en el diseño de los hogares. Las casas modernas tienden a integrar sala, comedor y cocina en un solo espacio abierto, lo que demanda dispositivos que puedan ser apreciados desde cualquier rincón. Un televisor de 65 pulgadas o más no solo ofrece entretenimiento, sino que también actúa como un punto de conexión para todo el hogar. Es la pantalla principal para servicios de streaming y eventos en vivo, sirve como un centro de control para dispositivos inteligentes, gracias a tecnologías como ThinQ de LG o Alexa e integra a la familia y amigos en experiencias compartidas, desde videojuegos hasta reuniones virtuales.
Más allá de las cifras, este cambio refleja una transformación cultural. Los consumidores no solo buscan entretenimiento, sino experiencias inmersivas que enriquezcan su vida cotidiana. La televisión, ahora más que nunca, es un reflejo del estilo de vida moderno: tecnológico, conectado y adaptado a las nuevas necesidades del hogar.