Mañana es un día significativo para México, concluye la primera legislatura de la Cuarta Transformación, en la cual se gestaron importantes avances para desmantelar una estructura normativa ideada desde hace más de ochenta años para la impunidad y para el saqueo. Lo que vimos en el periodo neoliberal fue de una voracidad terrible, era claro que la función de gobierno, y la política en general, fue vista como una forma de enriquecerse rápidamente y de manera ilegal; la voluntad popular fue vendida al mejor postor, y el más claro ejemplo de ello fueron los sobornos que recibieron los legisladores para aprobar la reforma energética, por lo que, entre otras cosas, hoy Ricardo Anaya -ex legislador y excandidato del PAN, se encuentra prófugo de la justicia.
En estos tres años los legisladores de Morena tuvimos que trabajar con un andamiaje legislativo muy complicado, uno lleno de trampas y que tenía la característica de haber dejado grandes vacíos legales que impedían la justa aplicación de la ley.
La derecha derrotada utilizó todos los medios y mentiras a su alcance para bloquear el avance en los derechos de los ciudadanos, desde medios de comunicación resentidos porque se les acabó los sobornos disfrazados de contratos de publicidad, hasta las comercializadoras de medicamentos, propiedad de políticos y funcionarios de regímenes anteriores, con los que pretendieron obstaculizar los profundos cambios contra la corrupción que por fin estamos ya implementando. Nunca les importó a ese grupo de políticos y ex propietarios de la industria farmacéutica mexicana lo que realmente pasaba con la salud y la vida de la gente. Y con tal de chantajear para recobrar privilegios obscenos, fueron capaces de las más impunes mentiras a la sociedad, los niños con cáncer y el manejo mentiroso y manipulador del tema es sólo un ejemplo de ello.
El logro más importante de nuestra legislatura fueron las reformas constitucionales que permitieron iniciar una política de pacificación del país con la creación de la guardia nacional.
Además, se derogó la mal llamada reforma educativa, la cual sólo había pretendido ser una legislación punitiva y represiva para los maestros, en vez de una legislación que pudiera impulsar y poner en el centro de los objetivos a los estudiantes y maestros, como la importante reforma educativa que ahora hemos dejado en esta legislatura.
El cambio del artículo cuarto constitucional permitió dejar de considerar la salud como un negocio y verla como lo que es, un derecho de todos los mexicanos que se ha concretado con la creación del Instituto de la Salud para el Bienestar (INSABI). Con este instituto se establece el principio básico de para atender todas las enfermedades con todos los medicamentos necesarios, tal cual lo merecen todos los mexicanos que enfrenten algún problema de salud.
Se hicieron cambios en la constitución y se modificaron más de cien ordenamientos para avanzar en la paridad de género en favor de las mujeres, un avance que permitió abatir rezagos legislativos de más de sesenta años.
Uno de los cambios más importantes fue la modificación de la constitución para hacer un gobierno honrado y austero. La corrupción ahora es un delito grave, y para evitar que haya quien se apropie de los bienes públicos en su beneficio, desde el primer momento que se detecte un acto de corrupción gubernamental, esa persona será de inmediato privada de su libertad y se le impedirá la posibilidad de que pueda huir, como casi siempre lo han hecho los políticos del prianismo neoliberal. En materia de austeridad se determinó que nadie pueda ganar más que el presidente, sin embargo, los burócratas que se acostumbraron a vivir en una burbuja dorada - con la complicidad de la Suprema Corte de Justicia-, han buscado todavía mantener todos sus privilegios del pasado. Y hasta la fecha lo han logrado Lamentablemente, tenemos hoy una Corte en la que sobran los cortesanos y los injustos y desiguales privilegios instalados en el pasado. Los próximos cambios que de manera inminente estamos necesitando tendrán que llegar también al poder judicial.
Esta nueva legislatura tiene un reto inmediato que es seguir fortaleciendo los procesos de participación democrática del pueblo con la aprobación inmediata de la Ley Federal de Revocación de Mandato, lo cual podría impedir que el INE, mediante sus lineamientos premeditados y alevosos, de nueva cuenta pretenda cercenar la voluntad popular como tantas veces lo ha hecho. Un gran pendiente que todavía tendrá que consolidarse es el de seguir transformando la normatividad para que ley y justicia sean sinónimos, sobre todo en materia electoral.
Continuaré la lucha en favor del pueblo de México, porque somos conscientes que somos mexicanos de encargos y no de cargos. Hasta aquí mi etapa de legisladora en este importante proceso de la cuarta transformación. Un honor haber participado y comunicado con ustedes esta importante labor. Habrá nuevos horizontes y espacios para trabajar. Estaremos informando.
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