/ lunes 5 de octubre de 2020

Territorios de paz: una visión global

La concepción positiva de paz, entendida no solo como ausencia de conflictos bélicos, sino también como presencia de justicia social, desarrollo sostenible, ejercicio democrático de la ciudadanía, cumplimiento de los derechos humanos dentro y entre estados y, por consiguiente, opuesta a cualquier tipo de violencia.” Asociación Española de Investigación para la Paz.

Del 5 al 7 de octubre la Ciudad de México será anfitriona virtual de la tercera edición del Foro Mundial sobre Ciudades y Territorios de Paz. El origen de este ejercicio es fundamental para entender su enfoque, sus objetivos y su trascendencia. En 2017, Anne Hidalgo, Manuela Carmena y Ada Colau, alcaldesas de Paris, Madrid y Barcelona lanzaron la iniciativa con el fin de aportar una respuesta innovadora a las violencias; una alternativa a un modelo caduco que sigue predominando; una respuesta que supera una visión nacional reactiva, punitiva, militarizada y basada en el uso de la fuerza: en la violencia de Estado como solución a las violencias. La esencia del Foro impulsa un cambio de paradigma para la paz desde una escala local de proximidad, colectiva y multinivel que incluye a la diversidad de los sectores de la academia, de la sociedad civil, de los organismos internacionales y poniendo al centro a las personas.

Este esfuerzo retoma el concepto de paz sostenible impulsada en el ámbito mundial por la ONU desde 2016, entre otros por medio de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible o con la Nueva Agenda Urbana: una visión humana que sostiene que no puede haber desarrollo sostenible sin paz, ni paz sin desarrollo sostenible.

La participación de más de 3500 personas de 100 países se materializó con el Compromiso para una Agenda de Ciudades de Convivencia y Paz: una guía ideológica para el desarrollo de acciones concretas aprobadas por la red de Gobiernos y Ciudades Unidos (CGLU: la ONU de los gobiernos locales). Más de la mitad de la población mundial vive en las ciudades. Esta cifra no deja de crecer exponencialmente. Las ciudades son el primer eslabón de la cadena para la paz sostenible: primer contacto con la ciudadanía, pero también primeros escenarios de las problemáticas violentas. Su voz debe ser activa y las políticas elaboradas a partir de diagnósticos y oportunidades locales, analizando los factores que origen las tensiones y las violencias, pero también el potencial de respuesta de las urbes y comunidades.

Para un proceso justo y eficaz, este intercambio de prácticas, fortalecimiento de capacidades y transferencia de conocimientos debe integrar la participación y la incidencia de la sociedad civil, de la academia, de la iniciativa privada y de las y los habitantes que diario viven estas violencias. El cambio y los resultados para la paz sostenible anhelada solamente serán posibles si existe una colaboración y apropiación común de los conceptos y de las acciones.

Las conclusiones de esta tercera edición bajo la Secretaría Técnica de la Capital mexicana serán sin duda enriquecedoras para el Plan General de Desarrollo 2020-2040 entregado hace unos días al Congreso de la Ciudad de México entre sorpresa y extrañamiento social y ciudadano, sin que aún existiera algún Instituto de Planeación.

La concepción positiva de paz, entendida no solo como ausencia de conflictos bélicos, sino también como presencia de justicia social, desarrollo sostenible, ejercicio democrático de la ciudadanía, cumplimiento de los derechos humanos dentro y entre estados y, por consiguiente, opuesta a cualquier tipo de violencia.” Asociación Española de Investigación para la Paz.

Del 5 al 7 de octubre la Ciudad de México será anfitriona virtual de la tercera edición del Foro Mundial sobre Ciudades y Territorios de Paz. El origen de este ejercicio es fundamental para entender su enfoque, sus objetivos y su trascendencia. En 2017, Anne Hidalgo, Manuela Carmena y Ada Colau, alcaldesas de Paris, Madrid y Barcelona lanzaron la iniciativa con el fin de aportar una respuesta innovadora a las violencias; una alternativa a un modelo caduco que sigue predominando; una respuesta que supera una visión nacional reactiva, punitiva, militarizada y basada en el uso de la fuerza: en la violencia de Estado como solución a las violencias. La esencia del Foro impulsa un cambio de paradigma para la paz desde una escala local de proximidad, colectiva y multinivel que incluye a la diversidad de los sectores de la academia, de la sociedad civil, de los organismos internacionales y poniendo al centro a las personas.

Este esfuerzo retoma el concepto de paz sostenible impulsada en el ámbito mundial por la ONU desde 2016, entre otros por medio de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible o con la Nueva Agenda Urbana: una visión humana que sostiene que no puede haber desarrollo sostenible sin paz, ni paz sin desarrollo sostenible.

La participación de más de 3500 personas de 100 países se materializó con el Compromiso para una Agenda de Ciudades de Convivencia y Paz: una guía ideológica para el desarrollo de acciones concretas aprobadas por la red de Gobiernos y Ciudades Unidos (CGLU: la ONU de los gobiernos locales). Más de la mitad de la población mundial vive en las ciudades. Esta cifra no deja de crecer exponencialmente. Las ciudades son el primer eslabón de la cadena para la paz sostenible: primer contacto con la ciudadanía, pero también primeros escenarios de las problemáticas violentas. Su voz debe ser activa y las políticas elaboradas a partir de diagnósticos y oportunidades locales, analizando los factores que origen las tensiones y las violencias, pero también el potencial de respuesta de las urbes y comunidades.

Para un proceso justo y eficaz, este intercambio de prácticas, fortalecimiento de capacidades y transferencia de conocimientos debe integrar la participación y la incidencia de la sociedad civil, de la academia, de la iniciativa privada y de las y los habitantes que diario viven estas violencias. El cambio y los resultados para la paz sostenible anhelada solamente serán posibles si existe una colaboración y apropiación común de los conceptos y de las acciones.

Las conclusiones de esta tercera edición bajo la Secretaría Técnica de la Capital mexicana serán sin duda enriquecedoras para el Plan General de Desarrollo 2020-2040 entregado hace unos días al Congreso de la Ciudad de México entre sorpresa y extrañamiento social y ciudadano, sin que aún existiera algún Instituto de Planeación.