Por Stephanie Henaro
¿Será que es tiempo de mujeres? Porque queda claro que a la democracia de este país no le caería nada mal el toque femenino.
Hasta el momento, el hecho de que haya dls candidatas mujeres a presidencia le ha dado una manita de gato y eso le sirvió para darse una refrescada, después de la ola de calor que venía experimentando. Porque el pasado se vivió en masculino y ambos lados de la historia saben que están en un punto de no retorno. Mientras México se encuentra parado frente a la “Y”, que le tenía preparado el destino.
Transformación o reconstrucción, esa es la pregunta de cara al 2024 que por lo menos de inicio tiene un toque femenino.
Aun nada está firmado, pero lo que si sabemos es que el 51% de la población será determinante. Porque si tomamos en cuenta que el principio geopolítico más importante de la política es el territorio, entonces debemos reconocer a la población femenina como el territorio más grande, que podría atenuar la polarización o dar inicio a otra. Todo depende de cómo se maneje.
La especulación inicial apunta a que la guerra se ganará en el corazón de las mujeres y sus aliados. Aunque al final el género podría pasar a segundo plano y todo acabe en manos de quien cautive mejor a sus intereses.
No obstante, es imposible negar que el arranque con perfume de mujer hace que la historia se cuente diferente para los dos Méxicos que se han formado. Ya no es tan raro hablar de una posibilidad en femenino y esto resulta esperanzador, para un país tan desigual que de la misma manera que alguna vez les debió el voto, hoy les debe la presidencia a las mujeres.
Un paso a la vez para dejar de estar atrás y por estar hombro con hombro. Porque el equilibrio es la base de todo y esto es algo en lo que deberá enfocarse la persona que se convierta en el remplazo de AMLO.
A sabiendas de que en México las mujeres siguen siendo sujetas a una brecha salarial del 34%, cuando representan más de la mitad de la población y el 54% de la carga total del trabajo. Además de que 11 son asesinadas cada día.
Por lo que de las mejores cosas que le podrían pasar al país, sería que el toque femenino vaya más allá de la emoción inicial, y que permanezca en las manos de quien tome las riendas del país, en donde el dedazo se convirtió en destapador y eso nos lleva al siguiente capítulo de la historia en donde ya no solo importa la paridad de género, sino la paridad de poder para que todas aquellas mujeres que rompan el techo de cristal lo hagan con independencia y tomen sus propias decisiones.
Es necesario acabar con las Juanitas que besan las manos y sobre todo con el machismo que muchas veces algunas reproducen, solamente así cambiaremos la página.
¿Será que es tiempo de mujeres?
Esperemos escapar de la tragicomedia.
El último en salir, apague la luz.
Estudió la licenciatura en relaciones internacionales en el Tecnológico de Monterrey CCM y en el Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences-Po). Cuenta con una especialidad en política exterior rusa por el MGIMO de Moscú y una maestría en Geopolítica, Territorio y Seguridad en la Universidad de King’s College London en Inglaterra. Es miembro del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI) y del Pacific Economic Cooperation Council (PECC) Capítulo México.
@Stephanie Henaro