/ sábado 18 de mayo de 2019

Tiempo extra

María Leyenda

Podría empezar esta columna con una descripción muy bonita de los éxitos del taekwondo mexicano.

Una disciplina que es sinónimo de éxito y que a lo largo de los años siempre ha puesto el nombre de nuestro país muy en alto.

También podría puntualizar los múltiples problemas que han pasado los taekwondoínes aztecas por conflictos de pantalón largo y rematar con una historia de vida única que merece toda nuestra admiración, en la cual una joven atleta se partía el alma viajando cientos de kilómetros diariamente para entrenar, estudiar y ayudar con los gastos de la casa, con el único objetivo de ganar por México.

Por supuesto que estas historias nos llevan a poner toda nuestra atención al deportista en cuestión inmediatamente.

La pregunta es: ¿Por qué lo hicimos hasta cuando ganó una medalla o campeonato?

El esfuerzo y sacrificio que hacen los atletas mexicanos todos los días, desde que tienen uso de razón hasta ese momento de gloria, es digno de ser reconocido por todos.

Hay que cambiar la forma de pensar y no estoy diciendo que abandonen los estadios de fútbol para voltear a ver otros deportes.

Lo que quiero decir es que sigamos apoyando al soccer y hagamos lo mismo con otras disciplinas.

Es tiempo de respaldar a los miles de atletas del presente, asistir a los del futuro y sobre todo proteger a los del pasado, que en la mayoría de los casos viven con más carencias que abundancia.

En México no tenemos memoria y en el deporte es más palpable que en cualquier otro lugar. No podemos permitirnos olvidar a otro Joaquín Capilla.

Así que déjenme recordarles, por si no se enteraron, que no hay una mujer mexicana con más medallas mundiales y olímpicas en la historia del deporte que María Espinoza.

Por si no quedó claro, déjenme repetirlo,

MARÍA DEL ROSARIO ESPINOZA ES LA ATLETA DE NUESTRO PAÍS MÁS GANADORA DE TODOS LOS TIEMPOS.

¿Qué vas a hacer al respecto?

María Leyenda

Podría empezar esta columna con una descripción muy bonita de los éxitos del taekwondo mexicano.

Una disciplina que es sinónimo de éxito y que a lo largo de los años siempre ha puesto el nombre de nuestro país muy en alto.

También podría puntualizar los múltiples problemas que han pasado los taekwondoínes aztecas por conflictos de pantalón largo y rematar con una historia de vida única que merece toda nuestra admiración, en la cual una joven atleta se partía el alma viajando cientos de kilómetros diariamente para entrenar, estudiar y ayudar con los gastos de la casa, con el único objetivo de ganar por México.

Por supuesto que estas historias nos llevan a poner toda nuestra atención al deportista en cuestión inmediatamente.

La pregunta es: ¿Por qué lo hicimos hasta cuando ganó una medalla o campeonato?

El esfuerzo y sacrificio que hacen los atletas mexicanos todos los días, desde que tienen uso de razón hasta ese momento de gloria, es digno de ser reconocido por todos.

Hay que cambiar la forma de pensar y no estoy diciendo que abandonen los estadios de fútbol para voltear a ver otros deportes.

Lo que quiero decir es que sigamos apoyando al soccer y hagamos lo mismo con otras disciplinas.

Es tiempo de respaldar a los miles de atletas del presente, asistir a los del futuro y sobre todo proteger a los del pasado, que en la mayoría de los casos viven con más carencias que abundancia.

En México no tenemos memoria y en el deporte es más palpable que en cualquier otro lugar. No podemos permitirnos olvidar a otro Joaquín Capilla.

Así que déjenme recordarles, por si no se enteraron, que no hay una mujer mexicana con más medallas mundiales y olímpicas en la historia del deporte que María Espinoza.

Por si no quedó claro, déjenme repetirlo,

MARÍA DEL ROSARIO ESPINOZA ES LA ATLETA DE NUESTRO PAÍS MÁS GANADORA DE TODOS LOS TIEMPOS.

¿Qué vas a hacer al respecto?