Por séptimo año consecutivo la Liga Americana derrotó a la Nacional en el juego de estrellas del beisbol de Grandes Ligas.
El pitcheo de los Yankees de Nueva York dominó mientras que Shane Bieber, de los locales Indios de Cleveland, fue nombrado el MVP del partido.
Situaciones a destacar, varias; sin embargo, a diferencia de ediciones anteriores, no hubo un momento histórico que se pueda presumir.
¿A qué me refiero? A uno como estos:
Comiskey Park, Chicago
Nacional 2-4 Americana
El primer juego de estrellas tuvo momentos inolvidables, pero hay uno que sobresale. En la parte baja de la tercera entrada, con el viejo circuito perdiendo 1-0, Babe Ruth visitó la caja de bateo para enfrentar al pítcher de San Luis Bill Hallahan. El Bambino logró el primer cuadrangular en un juego de estrellas.
Briggs Stadium, Detroit
Nacional 5-7 Americana
El duelo de Joe DiMaggio y Ted Williams. El primero sumaba 48 partidos consecutivos con hit,. Williams tenía un promedio de bateo de .405.En la parte baja de la novena y con la Americana abajo 5-4 en la pìzarra, Williams conectó un palo de vuelta entera de tres carreras para ganar el partido.
Ebbets Field, Nueva York
Nacional 7-11 Americana
Jackie Robinson rompió la barrera de color en las grandes ligas en 1947, sin embargo tuvieron que pasar 2 años más para que jugadores de raza negra participaran en un juego de estrellas.
Los elegidos: un póker extraordinario integrado por el propio Robinson, Don Newcombe, Roy Campanella y Larry Doby.
Fenway Park, Boston
Nacional 1-4 Americana
La edición 70 del juego de estrellas será siempre recordado por la ceremonia previo al encuentro.
En uno de los momentos más emotivos en la historia de la gran carpa, se anunció el equipo del siglo con varios de ellos como asistentes, incluyendo a Ted Williams, quien sin duda se robó los reflectores con su emotivo homenaje.
AT&T Park, San Francisco
Nacional 4-5 Americana
Con el juego empatado sin carreras en la parte alta de la quinta entrada, Suzuki mandó a lo más profundo del jardín derecho el lanzamiento del pitcher de San Diego Chris Young.
Ken Griffey se posicionó para controlar el batazo, sin embargo la pelota pegó en un banderín y el resto es historia.