/ viernes 27 de agosto de 2021

Tiranos de la comunicación política (I)

El objetivo de cualquier político no es obtener el poder, sino mantenerlo. El marxista y periodista italiano Antonio Gramsci lo explicó, más a detalle, en sus Cuadernos de la Cárcel, al hablar de la hegemonía, conformada por la infraestructura, conformado por las fuerzas y relaciones de producción; y la superestructura, entendida como la ideología que se comparte a través de las instituciones, ideas y creencias.

La teoría de la hegemonía puede ser utilizada por un régimen democrático, pero también por personajes autoritarios; que de acuerdo con la clasificación del filósofo griego Platón, se les debe llamar tiranos. Cuando la democracia se degenera, surge la tiranía, ya que “de la extrema libertad surge la mayor y más ruda esclavitud”. Recientemente la plataforma Netflix estrenó Cómo se convirtieron en tiranos, donde se analiza a personajes como Adolfo Hitler con el nacional-socialismo, Josef Stalin en el Socialismo ruso, Saddam Hussein en Iraq, Idi Amin en Uganda, Muamar el Gadafi en Libia, y la dinastía Kim en Corea del Norte, como ejemplos de tiranos que gobernaron — y gobiernan —a través del miedo y la violencia; o en palabras de Gramsci, a través de un bloque hegemónico.

Pero a todo esto ¿Se imaginan poder gobernar para siempre?, no todos los tiranos lo han logrado por fortuna, por eso llama la atención la dinastía Kim en Corea del Norte, quienes por tres generaciones han logrado la hegemonía política, incluso más allá de la muerte. Kim Il Sung, logró ser el líder eterno, y heredar la estafeta a Kim Jong Il; y concentrar todo el poder en la tercera generación a cargo de Kim Jong Un.

¿Cómo lograrlo? La estructura de la serie intenta copiar los consejos de El arte de la guerra de Sun Tzu y presenta expertos como Waller Newell, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Carleton, quien afirma: “Desde la antigüedad, lo más importante es crear un culto a la personalidad, a los tiranos les gusta que los retraten como la fuente de toda sabiduría y la virtud. En el caso de los Kim han logrado un gobierno teocrático”. Cuenta la historia, que en 1948 el primer Kim fue presidente; y con el apoyo y consejos de Stalin, gobernó y purgó a sus enemigos políticos.

Por otra parte, “un hombre es tan fiel como sus opciones”, así que, si quieres gobernar para siempre, asegúrate de ser la única alternativa. En Corea del Norte no hay acceso a la información, solo hay un canal de TV y los teléfonos están intervenidos; además su población no puede viajar libremente por su país, ni salir sin permiso. A este pensamiento ideológico de los 50´ se le llama “Juche”, y significa Independencia; o mejor dicho aislarse de otras naciones.

La súper estructura de los Kim se ha fortalecido con los mensajes del Ministerio de Propaganda y la Dirección de Artes Culturales, ya que los contenidos de películas, cuentos y mitos, han sido claves para la comunicación política. Por ejemplo, el segundo heredero inventó que nació en el Monte Paektu y no en Rusia en 1941, ya que no sería popular que su origen fuera soviético; además en las escuelas se enseña que una golondrina anunció su nacimiento, mientras en el cielo salían dos arcoíris al mismo tiempo, y una nueva estrella apareció como señal de su nacimiento; lo que causó que los soldados coreanos no tuvieron de otra, más que demostrar su felicidad cantando… La próxima semana qué tan populares son los Kim para los políticos mexicanos…

*Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco

El objetivo de cualquier político no es obtener el poder, sino mantenerlo. El marxista y periodista italiano Antonio Gramsci lo explicó, más a detalle, en sus Cuadernos de la Cárcel, al hablar de la hegemonía, conformada por la infraestructura, conformado por las fuerzas y relaciones de producción; y la superestructura, entendida como la ideología que se comparte a través de las instituciones, ideas y creencias.

La teoría de la hegemonía puede ser utilizada por un régimen democrático, pero también por personajes autoritarios; que de acuerdo con la clasificación del filósofo griego Platón, se les debe llamar tiranos. Cuando la democracia se degenera, surge la tiranía, ya que “de la extrema libertad surge la mayor y más ruda esclavitud”. Recientemente la plataforma Netflix estrenó Cómo se convirtieron en tiranos, donde se analiza a personajes como Adolfo Hitler con el nacional-socialismo, Josef Stalin en el Socialismo ruso, Saddam Hussein en Iraq, Idi Amin en Uganda, Muamar el Gadafi en Libia, y la dinastía Kim en Corea del Norte, como ejemplos de tiranos que gobernaron — y gobiernan —a través del miedo y la violencia; o en palabras de Gramsci, a través de un bloque hegemónico.

Pero a todo esto ¿Se imaginan poder gobernar para siempre?, no todos los tiranos lo han logrado por fortuna, por eso llama la atención la dinastía Kim en Corea del Norte, quienes por tres generaciones han logrado la hegemonía política, incluso más allá de la muerte. Kim Il Sung, logró ser el líder eterno, y heredar la estafeta a Kim Jong Il; y concentrar todo el poder en la tercera generación a cargo de Kim Jong Un.

¿Cómo lograrlo? La estructura de la serie intenta copiar los consejos de El arte de la guerra de Sun Tzu y presenta expertos como Waller Newell, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Carleton, quien afirma: “Desde la antigüedad, lo más importante es crear un culto a la personalidad, a los tiranos les gusta que los retraten como la fuente de toda sabiduría y la virtud. En el caso de los Kim han logrado un gobierno teocrático”. Cuenta la historia, que en 1948 el primer Kim fue presidente; y con el apoyo y consejos de Stalin, gobernó y purgó a sus enemigos políticos.

Por otra parte, “un hombre es tan fiel como sus opciones”, así que, si quieres gobernar para siempre, asegúrate de ser la única alternativa. En Corea del Norte no hay acceso a la información, solo hay un canal de TV y los teléfonos están intervenidos; además su población no puede viajar libremente por su país, ni salir sin permiso. A este pensamiento ideológico de los 50´ se le llama “Juche”, y significa Independencia; o mejor dicho aislarse de otras naciones.

La súper estructura de los Kim se ha fortalecido con los mensajes del Ministerio de Propaganda y la Dirección de Artes Culturales, ya que los contenidos de películas, cuentos y mitos, han sido claves para la comunicación política. Por ejemplo, el segundo heredero inventó que nació en el Monte Paektu y no en Rusia en 1941, ya que no sería popular que su origen fuera soviético; además en las escuelas se enseña que una golondrina anunció su nacimiento, mientras en el cielo salían dos arcoíris al mismo tiempo, y una nueva estrella apareció como señal de su nacimiento; lo que causó que los soldados coreanos no tuvieron de otra, más que demostrar su felicidad cantando… La próxima semana qué tan populares son los Kim para los políticos mexicanos…

*Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco