/ miércoles 13 de abril de 2022

Todo es según el color del cristal

Con que se mire. Así ocurrió con la alardeada Consulta de Revocación. Para AMLO y sus morenacos, fue un triunfo; para la oposición, un fracaso. Cerca de 17 millones de sacrificados aztecas fueron a las urnas y digo sacrificados, porque un porcentaje alto fue obligado y otro, también elevado, por temor a la amenaza de que le quitaran los programas sociales.

Pasó el domingo negro. Aunque el emperador de Palacio y sus lacayos insistan en que fue histórico, quizá sí pase a las páginas del futuro, pero como un ejercicio fraudulento, absurdo y sin otro objetivo que ensalzar el ego del gurú y experimentar la fortaleza y debilidad de su 4T.

Los resultados les permitirán ver en qué entidades de la República está su talón de Aquiles e incidir con sus reconocidas marrullerías, para modificar el pensamiento de esos muchos millones de mexicanos. ¿Podrán hacerlo? Se ve imposible que modifiquen lo que se opina de una administración que ha traído un crecimiento de la problemática a niveles exorbitantes. La realidad se come, por mucho, la demagogia que escupe la mañanera cotidiana.

Si cualquier estudioso serio, de cualquier lugar del Orbe, analiza lo ocurrido, se carcajearía de los calificativos de quienes están al frente de este gobierno. De democrático, menos cero y, por el contrario, un ejercicio de ratificación propio de dictadores bananeros.

De nuevo se vio clara la división nacional entre los porcentajes de votación de las entidades del sureste y las del norte. Los estados con mayor número de asistentes fueron Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Guerrero y Campeche, gobernados, salvo Oaxaca, por militantes de morena. La Sheinbaum se volvió a llevar un descalabro, para regocijo de los capitalinos, a los que tiene hartos con su pésimo mandato y su politiquería mimética del tlatoani, que la tiene todo el día en campaña. Confirma que le será difícil, por no decir imposible, acceder a la presidencia, a pesar del empeño de su padrino por imponerla.

De vergüenza y el calificativo se queda corto, la violación constante de funcionarios de todos los niveles, empezando por AMLO, al Código Electoral. Lo hicieron adrede, a la búsqueda de que, el Instituto Nacional Electoral tuviera que declarar nula la elección -por la cantidad de transgresiones-, pero les salió el tiro por la culata.

A la mañana siguiente, AMLO ya estaba criticando al Instituto y diciendo que solo había tenido ese número de sufragios, porque no habían puesto la cantidad de casillas requeridas. Cinismo de todo cinismo, tras haberles reducido brutalmente el presupuesto, aunque el INE demostró su profesionalismo y su enorme estructura, al lograr unos comicios a la altura de los que cuentan con los dineros esenciales.

La Sheinbaum, el horror de Mario Delgado, algunos gobernadores, el secretario de gobernación y muchísimos otros, se brincaron las trancas de la Ley. De poco les sirvió, como se los dejó en claro la ciudadanía que se abstuvo de ir a cruzar una papeleta, que les parecía inútil y un despilfarro estéril y fuera de órbita (Se podía haber encausado este enorme monto, a la adquisición de medicinas y a paliar tantas necesidades).

¿Se tranquilizarán después de que se salieron con la suya? Se ve difícil. Irán con todo contra el INE, aunque más que nunca, van a encontrarse con la oposición de legisladores y un gran sector social, que entra de lleno a la defensa de la enorme institución.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq






Con que se mire. Así ocurrió con la alardeada Consulta de Revocación. Para AMLO y sus morenacos, fue un triunfo; para la oposición, un fracaso. Cerca de 17 millones de sacrificados aztecas fueron a las urnas y digo sacrificados, porque un porcentaje alto fue obligado y otro, también elevado, por temor a la amenaza de que le quitaran los programas sociales.

Pasó el domingo negro. Aunque el emperador de Palacio y sus lacayos insistan en que fue histórico, quizá sí pase a las páginas del futuro, pero como un ejercicio fraudulento, absurdo y sin otro objetivo que ensalzar el ego del gurú y experimentar la fortaleza y debilidad de su 4T.

Los resultados les permitirán ver en qué entidades de la República está su talón de Aquiles e incidir con sus reconocidas marrullerías, para modificar el pensamiento de esos muchos millones de mexicanos. ¿Podrán hacerlo? Se ve imposible que modifiquen lo que se opina de una administración que ha traído un crecimiento de la problemática a niveles exorbitantes. La realidad se come, por mucho, la demagogia que escupe la mañanera cotidiana.

Si cualquier estudioso serio, de cualquier lugar del Orbe, analiza lo ocurrido, se carcajearía de los calificativos de quienes están al frente de este gobierno. De democrático, menos cero y, por el contrario, un ejercicio de ratificación propio de dictadores bananeros.

De nuevo se vio clara la división nacional entre los porcentajes de votación de las entidades del sureste y las del norte. Los estados con mayor número de asistentes fueron Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Guerrero y Campeche, gobernados, salvo Oaxaca, por militantes de morena. La Sheinbaum se volvió a llevar un descalabro, para regocijo de los capitalinos, a los que tiene hartos con su pésimo mandato y su politiquería mimética del tlatoani, que la tiene todo el día en campaña. Confirma que le será difícil, por no decir imposible, acceder a la presidencia, a pesar del empeño de su padrino por imponerla.

De vergüenza y el calificativo se queda corto, la violación constante de funcionarios de todos los niveles, empezando por AMLO, al Código Electoral. Lo hicieron adrede, a la búsqueda de que, el Instituto Nacional Electoral tuviera que declarar nula la elección -por la cantidad de transgresiones-, pero les salió el tiro por la culata.

A la mañana siguiente, AMLO ya estaba criticando al Instituto y diciendo que solo había tenido ese número de sufragios, porque no habían puesto la cantidad de casillas requeridas. Cinismo de todo cinismo, tras haberles reducido brutalmente el presupuesto, aunque el INE demostró su profesionalismo y su enorme estructura, al lograr unos comicios a la altura de los que cuentan con los dineros esenciales.

La Sheinbaum, el horror de Mario Delgado, algunos gobernadores, el secretario de gobernación y muchísimos otros, se brincaron las trancas de la Ley. De poco les sirvió, como se los dejó en claro la ciudadanía que se abstuvo de ir a cruzar una papeleta, que les parecía inútil y un despilfarro estéril y fuera de órbita (Se podía haber encausado este enorme monto, a la adquisición de medicinas y a paliar tantas necesidades).

¿Se tranquilizarán después de que se salieron con la suya? Se ve difícil. Irán con todo contra el INE, aunque más que nunca, van a encontrarse con la oposición de legisladores y un gran sector social, que entra de lleno a la defensa de la enorme institución.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq