/ jueves 27 de junio de 2019

Tortura en Ayotzinapa

El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Jan Jarab, sostuvo que "el video evidencia ante la sociedad la tortura en contra de uno de los supuestos implicados en el caso Ayotzinapa y comprueba, además, la inacción del Estado mexicano en este caso". Todo México sabe de qué video se trata.

Consecuencia inmediata de ello es que la tristemente célebre “verdad histórica” se derrumba con estruendo histórico. Es inconcebible que la antigua etapa de tortura en la historia del Derecho Penal se manifieste de esa manera en México en uno de los casos más dramáticos que haya habido en el país, y por supuesto de resonancia internacional. Dígase lo que se diga en contra “verdad histórica” y Estado de Derecho en México están en abierta crisis, porque el Estado, y no hay que olvidarlo, no dura seis años ni depende de una sola persona o de un grupo en el poder político. El Estado es permanente y responsabilidad de aquellos que gobiernan.

Ahora bien, es indispensable, de sobrevivencia jurídica y política, que el gobierno lleve a cabo de manera inmediata una investigación en la que participe directamente una Comisión de la Verdad que le rinda cuentas al Congreso de la Unión; al margen de que la Fiscalía General de la República deba obvia y forzosamente intervenir. Intervención de ambos en que se llame a declarar a toda persona que de alguna forma u otra haya intervenido en el caso, dando órdenes o bien recibiéndolas en lo concerniente a las diligencias u operaciones que se puedan haber prestado a un abuso de autoridad o manifiesta violación de derechos humanos. Es obligación perentoria del gobierno indagar a fondo. Ha llegado la hora en que las influencias, presiones políticas, compadrazgos, complicidades y corrupción, deben desaparecer. El pueblo entero lo reclama. Hágase, muy de acuerdo con la costumbre vigente, una consulta nacional y véanse los resultados.

Los mexicanos lo pedimos a gritos, casi a alaridos. Porque sería inconcebible volver a caer en la burocracia criminal, en el papeleo tras papeleo, en esa lentitud pasmosa que sólo favorece al crimen y a los criminales. Ha llegado la hora de una limpia histórica. Es imprescindible que el Congreso de la Unión, en concreto la Cámara de Diputados, le pida constantes cuentas a esa Comisión de la Verdad -de la que por cierto ya se ha hablado- constituida por individuos de probada y pública honestidad, probidad, inteligencia y conocimiento.

Aquí pienso que la UNAM, la Universidad de la Nación, puede o podría aportar mucho. Hay algo que todo el mundo sabe, pero que casi nadie se atreve a hacer, o sea, a desenmarañar la maraña de atroces complicidades, ¡se llegue a donde se llegue!, para revelar una podredumbre que impide, guste o no, satisfaga o no, cualquier clase de progreso en México. En suma, hay que pensar que el video en cuestión es una oportunidad única, trágica pero única, para destapar la inmunda cloaca.

YO ESTOY CONVENCIDO DE QUE ARRIBA, MUY ARRIBA DEL PODER POLÍTICO, SE SABE QUE EN CONDICIONES DE PODREDUMBRE MORAL, ESPIRITUAL Y JURÍDICA, NO SE PUEDE GOBERNAR.

A diario hay noticias de que antiguos gobernantes, políticos, funcionarios, se vieron coludidos, de una manera u otra, en actividades delictuosas. Y se anuncia que se los va a investigar. Esperamos que cuando llega un caso como el de Ayotzinapa el gobierno actúe de conformidad con el Estado de Derecho que representa y encarna.

@RaulCarranca

www.facebook.com/despacho.raulcarranca

El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Jan Jarab, sostuvo que "el video evidencia ante la sociedad la tortura en contra de uno de los supuestos implicados en el caso Ayotzinapa y comprueba, además, la inacción del Estado mexicano en este caso". Todo México sabe de qué video se trata.

Consecuencia inmediata de ello es que la tristemente célebre “verdad histórica” se derrumba con estruendo histórico. Es inconcebible que la antigua etapa de tortura en la historia del Derecho Penal se manifieste de esa manera en México en uno de los casos más dramáticos que haya habido en el país, y por supuesto de resonancia internacional. Dígase lo que se diga en contra “verdad histórica” y Estado de Derecho en México están en abierta crisis, porque el Estado, y no hay que olvidarlo, no dura seis años ni depende de una sola persona o de un grupo en el poder político. El Estado es permanente y responsabilidad de aquellos que gobiernan.

Ahora bien, es indispensable, de sobrevivencia jurídica y política, que el gobierno lleve a cabo de manera inmediata una investigación en la que participe directamente una Comisión de la Verdad que le rinda cuentas al Congreso de la Unión; al margen de que la Fiscalía General de la República deba obvia y forzosamente intervenir. Intervención de ambos en que se llame a declarar a toda persona que de alguna forma u otra haya intervenido en el caso, dando órdenes o bien recibiéndolas en lo concerniente a las diligencias u operaciones que se puedan haber prestado a un abuso de autoridad o manifiesta violación de derechos humanos. Es obligación perentoria del gobierno indagar a fondo. Ha llegado la hora en que las influencias, presiones políticas, compadrazgos, complicidades y corrupción, deben desaparecer. El pueblo entero lo reclama. Hágase, muy de acuerdo con la costumbre vigente, una consulta nacional y véanse los resultados.

Los mexicanos lo pedimos a gritos, casi a alaridos. Porque sería inconcebible volver a caer en la burocracia criminal, en el papeleo tras papeleo, en esa lentitud pasmosa que sólo favorece al crimen y a los criminales. Ha llegado la hora de una limpia histórica. Es imprescindible que el Congreso de la Unión, en concreto la Cámara de Diputados, le pida constantes cuentas a esa Comisión de la Verdad -de la que por cierto ya se ha hablado- constituida por individuos de probada y pública honestidad, probidad, inteligencia y conocimiento.

Aquí pienso que la UNAM, la Universidad de la Nación, puede o podría aportar mucho. Hay algo que todo el mundo sabe, pero que casi nadie se atreve a hacer, o sea, a desenmarañar la maraña de atroces complicidades, ¡se llegue a donde se llegue!, para revelar una podredumbre que impide, guste o no, satisfaga o no, cualquier clase de progreso en México. En suma, hay que pensar que el video en cuestión es una oportunidad única, trágica pero única, para destapar la inmunda cloaca.

YO ESTOY CONVENCIDO DE QUE ARRIBA, MUY ARRIBA DEL PODER POLÍTICO, SE SABE QUE EN CONDICIONES DE PODREDUMBRE MORAL, ESPIRITUAL Y JURÍDICA, NO SE PUEDE GOBERNAR.

A diario hay noticias de que antiguos gobernantes, políticos, funcionarios, se vieron coludidos, de una manera u otra, en actividades delictuosas. Y se anuncia que se los va a investigar. Esperamos que cuando llega un caso como el de Ayotzinapa el gobierno actúe de conformidad con el Estado de Derecho que representa y encarna.

@RaulCarranca

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