/ viernes 10 de septiembre de 2021

Traición a la patria de la ultraderecha mexicana

El partido de ultraderecha español VOX logró mostrar a la ultraderecha mexicana como lo que siempre fue: racista, clasista, homófoba, xenófoba y fascista.

El Partido Acción Nacional y sus representantes firmaron la denominada “Carta de Madrid”, con el partido español VOX; se comprometen a combatir el comunismo internacional, dicen que hay regiones mundiales, que le denominan “iberosfera”, que se encuentran bajo un proyecto ideológico y criminal que “busca desestabilizar las democracias liberales y el Estado de Derecho”. En otra de sus líneas, refieren que el avance del comunismo es una seria amenaza para la prosperidad y el desarrollo de las naciones, así como para las libertades y los derechos de los compatriotas.

Es un discurso arcaico lleno de retórica demagógica; hablar de comunismo cuando la guerra fría terminó con la caída del muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, es refrescar los discursos de odio que crearon regímenes autoritarios y dictatoriales como el franquismo español, nazismo alemán y el fascismo italiano.

El partido extranjero VOX y el PAN están promoviendo en nuestro país ofertas de desestabilización política a través de señalamientos conjuntos contra el gobierno, estas conductas podrían coincidir con los elementos constitutivos del delito de traición a la patria.

El artículo 123 del Código Penal Federal establece que se impondrán de 5 a 40 años de prisión al mexicano que cometa traición a la patria, cuando realice actos contra la independencia, soberanía o integridad de la Nación; tome parte en actos de hostilidad contra la nación, coopere con un Estado extranjero para perjudicar a México.

Si bien es cierto que un partido político nacional tiene garantizados los derechos de libre expresión en nuestro país y el Presidente Andrés Manuel López Obrador, ha señalado que no se les aplicaría el artículo 33 constitucional que prohíbe a extranjeros a inmiscuirse en los asuntos políticos de México, no significa que no violan la Constitución. Sin duda, lo que hace VOX son actos denigrantes que merecen el amplio rechazo popular.

Los movimientos de ultraderecha difícilmente pueden germinar en nuestro país ya que no coinciden con la realidad nacional, el fascismo que representa VOX y su aliado el PAN, rechazan la participación del pueblo en la política, su odio no les permite que ocupen lugares de poder en el gobierno, eso por ser profundamente elitistas. Son clasistas, no está en su mapa político la posibilidad de abrirse democráticamente ante las clases sociales más vulneradas históricamente.

No olvidemos la historia, los conservadores enfrentados con los liberales mexicanos, trajeron a un aristócrata austriaco como emperador de México, uno de las más vergonzosos episodios de nuestra nación ocasionada por los ahora ultraderechistas.

La Guerra Cristera y el movimiento sinarquista tuvieron elementos de convicción ideológica con movimientos fascistas de corte religioso y segregacionista, estos fueron pilares muy importantes para la fundación del PAN en México.

México se transformó y sigue su consolidación, hoy los derechos derechos de las mujeres sobre su cuerpo, los derechos sexuales, la educación y salud universales, las pensiones para adultos mayores y jóvenes; el fomento del estado laico y la separación del poder económico con el político, es una realidad.

Las expresiones del pasado que vienen del extranjero no podrán germinar en nuestro país, pero son un aviso contundente del interés que tienen sobre esta tierra fértil llena de recursos que durante siglos arrancaron. No podrán continuar sus intensiones expansionistas y de moderna colonización en México; la población como nunca antes está informada y politizada, les conoce bien y sabe sus intenciones oscuras que siempre les ha caracterizado. Ojalá regresen sus voceros y socios pronto, para que refresquen en la memoria nacional quienes son y a quienes representan. Por cierto, México lo escribimos con X, no como ustedes lo hacen con J.

El partido de ultraderecha español VOX logró mostrar a la ultraderecha mexicana como lo que siempre fue: racista, clasista, homófoba, xenófoba y fascista.

El Partido Acción Nacional y sus representantes firmaron la denominada “Carta de Madrid”, con el partido español VOX; se comprometen a combatir el comunismo internacional, dicen que hay regiones mundiales, que le denominan “iberosfera”, que se encuentran bajo un proyecto ideológico y criminal que “busca desestabilizar las democracias liberales y el Estado de Derecho”. En otra de sus líneas, refieren que el avance del comunismo es una seria amenaza para la prosperidad y el desarrollo de las naciones, así como para las libertades y los derechos de los compatriotas.

Es un discurso arcaico lleno de retórica demagógica; hablar de comunismo cuando la guerra fría terminó con la caída del muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, es refrescar los discursos de odio que crearon regímenes autoritarios y dictatoriales como el franquismo español, nazismo alemán y el fascismo italiano.

El partido extranjero VOX y el PAN están promoviendo en nuestro país ofertas de desestabilización política a través de señalamientos conjuntos contra el gobierno, estas conductas podrían coincidir con los elementos constitutivos del delito de traición a la patria.

El artículo 123 del Código Penal Federal establece que se impondrán de 5 a 40 años de prisión al mexicano que cometa traición a la patria, cuando realice actos contra la independencia, soberanía o integridad de la Nación; tome parte en actos de hostilidad contra la nación, coopere con un Estado extranjero para perjudicar a México.

Si bien es cierto que un partido político nacional tiene garantizados los derechos de libre expresión en nuestro país y el Presidente Andrés Manuel López Obrador, ha señalado que no se les aplicaría el artículo 33 constitucional que prohíbe a extranjeros a inmiscuirse en los asuntos políticos de México, no significa que no violan la Constitución. Sin duda, lo que hace VOX son actos denigrantes que merecen el amplio rechazo popular.

Los movimientos de ultraderecha difícilmente pueden germinar en nuestro país ya que no coinciden con la realidad nacional, el fascismo que representa VOX y su aliado el PAN, rechazan la participación del pueblo en la política, su odio no les permite que ocupen lugares de poder en el gobierno, eso por ser profundamente elitistas. Son clasistas, no está en su mapa político la posibilidad de abrirse democráticamente ante las clases sociales más vulneradas históricamente.

No olvidemos la historia, los conservadores enfrentados con los liberales mexicanos, trajeron a un aristócrata austriaco como emperador de México, uno de las más vergonzosos episodios de nuestra nación ocasionada por los ahora ultraderechistas.

La Guerra Cristera y el movimiento sinarquista tuvieron elementos de convicción ideológica con movimientos fascistas de corte religioso y segregacionista, estos fueron pilares muy importantes para la fundación del PAN en México.

México se transformó y sigue su consolidación, hoy los derechos derechos de las mujeres sobre su cuerpo, los derechos sexuales, la educación y salud universales, las pensiones para adultos mayores y jóvenes; el fomento del estado laico y la separación del poder económico con el político, es una realidad.

Las expresiones del pasado que vienen del extranjero no podrán germinar en nuestro país, pero son un aviso contundente del interés que tienen sobre esta tierra fértil llena de recursos que durante siglos arrancaron. No podrán continuar sus intensiones expansionistas y de moderna colonización en México; la población como nunca antes está informada y politizada, les conoce bien y sabe sus intenciones oscuras que siempre les ha caracterizado. Ojalá regresen sus voceros y socios pronto, para que refresquen en la memoria nacional quienes son y a quienes representan. Por cierto, México lo escribimos con X, no como ustedes lo hacen con J.