El actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, logró llegar al poder básicamente por el impacto de una serie de causas que tomó como banderas, mismas que lograron un fuerte impacto tanto entre los círculos más conservadores de su país, como entre los sectores más ignorantes de su electorado.
Fue así que planteamientos como el de construir un muro a lo largo de toda la frontera con México, luchar contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) por el déficit comercial que supuestamente implica; además de otras causas, como el de desconocer el cambio climático, rechazar instancias de las Naciones Unidas e incluso fomentar distancia con la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte, fueron planteamientos que sonaron como acordes musicales entre quienes buscan el aislamiento de Estados Unidos en el concierto global.
Algo que tal y como se esperaba, ha ocurrido, es que muchas de las falaces promesas de Trump, han topado con pared tanto en las leyes, como en la solidez de las instituciones estadounidenses, algo que le ha provocado una visible frustración, por una parte, al tiempo que por otra le hace buscar alguna victoria fácil para tener alguna bandera con la que responderle a su electorado, porque cabe hacer notar que su propio discurso termina señalando que él no gobierna para toda su nación, solo para quienes le llevaron a la Casa Blanca.
Hasta el momento en que éstas líneas se están redactando, Donald Trump, no ha encontrado la forma de negociar con el Poder Legislativo de su país, los fondos necesarios para construir el muro en la frontera con México, por lo que busca algún modo fácil de anotarse algún tipo de victoria entre los sectores antimexicanos de su electorado, por lo que ha encontrado en la posibilidad de poner fin al TLCAN, por el déficit comercial que implica para Estados Unidos con nuestro país, un tema del que a todas luces tiene muy poco conocimiento, pero en el que con poco esfuerzo, puede anotarse puntos para las elecciones intermedias a celebrarse en el 2018 en la Unión Americana.
Llama la atención que Trump ponga tanto énfasis en el déficit comercial con México, cuando su país hace frente a uno mucho mayor con China y Alemania, aunque está claro que, a la hora de buscar conflicto, pretende tenerlo con quien más raja política le reditúe y menor esfuerzo le demande.
Algo en lo que está visto que Donald Trump no se ha detenido a pensar, es que una de las principales razones del déficit de Estados Unidos, está en que consumen más de lo que producen, lo que lleva a los mercados financieros a captar ahorro del exterior a través de todo tipo de instrumentos financieros, lo que da fondos para el consumo y el gasto en general.
Buena parte del “déficit” estadounidense con México, radica en las exportaciones que las propias empresas de esa nación radicadas en nuestro territorio, son las que hacen las grandes exportaciones, por lo que el negarles tal posibilidad puede terminar por impactar negativamente las finanzas de Washington, más allá de lo que ocurra con el déficit.
Por otra parte, está el tema de los grandes empresarios agrícolas estadounidenses, que pueden ver mermadas sus voluminosas exportaciones a México, principalmente en el rubro de granos como el maíz, lo que curiosamente puede afectarle a Trump con buena parte de su electorado, aunque está visto que ningún tema que distraiga más de media hora de su atención, puede conservarlo.
Es por ello que con cabeza más fría y en la búsqueda de esquemas de verdadero ganar, ganar, ganar, México y Canadá buscan poner algo de sensatez a la renegociación del TLCAN, destacando el no buscar conservarlo a toda costa, al fin y al cabo se trabaja para buscar beneficios reales y no el cumplimiento a ultranza de promesas absurdas.
Senadora por el PRI
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