/ martes 3 de julio de 2018

Trump vs. las motos

¿Harley-Davidson, el famoso fabricante de motocicletas grandes llegó a los titulares esta semana cuando anunció que sacaría de Estados Unidos parte de su producción en vista de la creciente guerra arancelaria entre ese país y la Unión Europea.

Donald Trump, por su parte, llegó a los titulares cuando atacó a una empresa “con la que he sido muy bueno”, acusándola de “haberse sometido” ante Europa. Así que amenazó con castigarla: “se les cobrarán impuestos como nunca”.

La verdad es que, aunque Harley sea una suerte de icono, no es un actor tan importante en la economía de EU. Al final del año pasado su segmento de motocicletas empleó a cinco mil personas; eso no es mucho en una economía en la que todos los días se contrata a alrededor de 250 mil personas.

Sobre la guerra comercial, estamos viendo sólo las refriegas iniciales de algo que bien podría hacerse mucho más grande. No obstante, lo que ya sucedió no es cualquier cosa. Estados Unidos ha impuesto aranceles importantes al acero y el aluminio, que ocasionan que sus precios domésticos se disparen; nuestros socios comerciales, en especial la Unión Europea, han anunciado planes de represalias con aranceles a productos estadounidenses seleccionados.

Además, Harley es una de las empresas que sienten un apretón inmediato: está pagando más por su materia prima en tanto que enfrenta la posibilidad de aranceles a las motocicletas que exporta. Luego de ese apretón, es perfectamente natural que la empresa lleve parte de su producción al extranjero, a lugares donde el acero sigue siendo barato y las ventas a Europa no están sujetas al pago de aranceles.

La estrategia de Harley es exactamente lo que se esperaría ver como resultado de las políticas de Trump y la respuesta extranjera.

Así que, ¿qué tienen que decir los economistas de Trump de todo esto? Una respuesta es ¿qué economistas? Ya casi no queda ninguno en el gobierno. No obstante, por si sirve de algo, Kevin Hassett, el presidente del Consejo de Asesores Económicos, no está haciendo eco de la insensatez de Trump, sino que dice insensateces totalmente distintas. En lugar de condenar lo que Harley propone hacer, afirma que es irrelevante debido a la “cantidad masiva de actividad que regresa al país” gracias al recorte fiscal corporativo.

Eso estaría bien si fuera cierto, pero en realidad no estamos viendo mucha “actividad que regresa al país”, sino maniobras contables que transfieren capital corporativo de subsidiaras en el extranjero a la casa matriz, pero que, en general, “no producen actividad económica real”.

El incidente de Harley revela la falta de información detrás de la política económica que abandera este gobierno y la profunda debilidad en el núcleo de Trump.

Piénsenlo. Imaginen que son Xi Jinping, el presidente chino, quien ya les ha venido diciendo a los líderes de corporaciones multinacionales que planea “devolver el golpe” a los aranceles de Trump. ¿Cómo se sienten de ver a Trump gruñendo por unos cuantos cientos de empleos que quizá se pierdan debido a las represalias europeas?


¿Harley-Davidson, el famoso fabricante de motocicletas grandes llegó a los titulares esta semana cuando anunció que sacaría de Estados Unidos parte de su producción en vista de la creciente guerra arancelaria entre ese país y la Unión Europea.

Donald Trump, por su parte, llegó a los titulares cuando atacó a una empresa “con la que he sido muy bueno”, acusándola de “haberse sometido” ante Europa. Así que amenazó con castigarla: “se les cobrarán impuestos como nunca”.

La verdad es que, aunque Harley sea una suerte de icono, no es un actor tan importante en la economía de EU. Al final del año pasado su segmento de motocicletas empleó a cinco mil personas; eso no es mucho en una economía en la que todos los días se contrata a alrededor de 250 mil personas.

Sobre la guerra comercial, estamos viendo sólo las refriegas iniciales de algo que bien podría hacerse mucho más grande. No obstante, lo que ya sucedió no es cualquier cosa. Estados Unidos ha impuesto aranceles importantes al acero y el aluminio, que ocasionan que sus precios domésticos se disparen; nuestros socios comerciales, en especial la Unión Europea, han anunciado planes de represalias con aranceles a productos estadounidenses seleccionados.

Además, Harley es una de las empresas que sienten un apretón inmediato: está pagando más por su materia prima en tanto que enfrenta la posibilidad de aranceles a las motocicletas que exporta. Luego de ese apretón, es perfectamente natural que la empresa lleve parte de su producción al extranjero, a lugares donde el acero sigue siendo barato y las ventas a Europa no están sujetas al pago de aranceles.

La estrategia de Harley es exactamente lo que se esperaría ver como resultado de las políticas de Trump y la respuesta extranjera.

Así que, ¿qué tienen que decir los economistas de Trump de todo esto? Una respuesta es ¿qué economistas? Ya casi no queda ninguno en el gobierno. No obstante, por si sirve de algo, Kevin Hassett, el presidente del Consejo de Asesores Económicos, no está haciendo eco de la insensatez de Trump, sino que dice insensateces totalmente distintas. En lugar de condenar lo que Harley propone hacer, afirma que es irrelevante debido a la “cantidad masiva de actividad que regresa al país” gracias al recorte fiscal corporativo.

Eso estaría bien si fuera cierto, pero en realidad no estamos viendo mucha “actividad que regresa al país”, sino maniobras contables que transfieren capital corporativo de subsidiaras en el extranjero a la casa matriz, pero que, en general, “no producen actividad económica real”.

El incidente de Harley revela la falta de información detrás de la política económica que abandera este gobierno y la profunda debilidad en el núcleo de Trump.

Piénsenlo. Imaginen que son Xi Jinping, el presidente chino, quien ya les ha venido diciendo a los líderes de corporaciones multinacionales que planea “devolver el golpe” a los aranceles de Trump. ¿Cómo se sienten de ver a Trump gruñendo por unos cuantos cientos de empleos que quizá se pierdan debido a las represalias europeas?